Hollywood estrena sus saldos en España

Hollywood: Alfombra roja, paseo de las estrellas y glamourosas colinas de Los Ángeles. Industria que produce películas entretenidas y alguna obra maestra, pero también filmes de medio pelo. Fábrica de sueños y fábrica de hegemonía cultural abusona... Bienvenidos a la relación comercial Hollywood/España. Algunos de cuyos peores vicios comerciales quedan en evidencia esta semana en nuestra cartelera.

Estamos ante uno de esos viernes de perfil bajo sin estrenos hollywoodienses de relumbrón. Pero esto no significa que no llegue a las pantallas españoles la habitual dosis doble de películas estadounidenses. Dos cintas comerciales que, ay, no ha visto casi nadie en su país de origen.

La primera se llama El poder del dinero y estaba diseñada para tener una fructífera carrera en las salas de medio mundo. Un reparto con rostros conocidos (Liam Hemsworth, Harrison Ford, Gary Oldman), un género con tirón popular (el thriller) y un presupuesto aseado.

El problema es que estamos ante una de esas películas que los estadounidenses llaman Box Office Bomb. Cinta con problemas, bomba de relojería comercial, veneno para la taquilla. Una de esas películas azotadas por la tormenta perfecta: vapuleo crítico brutal (un paupérrimo 4% de reseñas positivas en Rotten Tomatoes) y fuga de espectadores en su estreno estadounidense.

El poder del dinero fue la decimotercera película más vista en su primer fin de semana en la taquilla americana. Un fracaso sin paliativos. Recaudación final en EEUU: 7,3 millones de dólares. Presupuesto (sin contar publicidad): 35 millones de dólares. Hollywood: tenemos un problema.

A tiros

El caso de la otra cinta hollywoodiense que se estrena hoy en España -Gun- es aún más extraño. Uno se da cuenta de que algo raro pasa con Gun cuando mira el año en el que se rodó: 2010. ¡Llega con cuatro años de retraso! Mal asunto. Resulta que Gun ni siquiera se estrenó en los cines estadounidenses: saltó directamente al mercado del DVD en enero de 2011. Más allá de la serie B.

Gun, no obstante, tiene miga folclórica como filme de macarreo y tiros. Primero porque la protagoniza el rapero 50 Cent y segundo porque la dirige el cineasta estadounidense de origen dominicano Jessy Terrero. Quizás no les diga nada su nombre, pero Terrero es uno de los directores favoritos de las estrellas del reggaeton comercial (Daddy Yankee, Pitbull, Don Omar). También ha rodado videoclips para titanes del hip hop estadounidense (50 Cent) y estrellas latinas globales del pop (Enrique Iglesias, Jennifer López, Paulina Rubio). ¿Justifica eso que una película como Gun llegue a las salas españolas con cuatro años de retraso y tras una carrera fantasma en EEUU? Posiblemente no.

Que todos los años se estrenen en España decenas de filmes estadounidenses fallidos tiene más de una explicación. Aunque este no sea el caso de El poder del dinero y Gun, no es raro que las distribuidoras estadounidenses y los exhibidores españoles acuerden estrenar un filme porque forma parte de un paquete de varias películas.

Se trata de una relación comercial no exenta de fricciones. Cinesa y Universal han chocado recientemente a cuenta de las condiciones económicas de El lobo de Wall Streeet, de Martin Scorsese, que la cadena de cines consideraba "inasumibles", extremo negado por la major estadounidense.

El clima que permite ciertas estrategias comerciales y ciertas posiciones de poder de Hollywood se llama hegemonía cultural

Una guerra que no es nueva. En 2006 el Tribunal de Defensa de la Competencia multó con 2,4 millones de euros a las cinco grandes distribuidoras hollywoodienses (Fox, Sony, Paramount, Disney, UIP) por abuso de posición dominante al pactar las fechas de estrenos para favorecer su margen de negociación con los cines españoles. En efecto, suena a oligopolio. Y hay otra palabra que resume bien el clima que permite el dominio comercial de Hollywood: hegemonía (cultural).

Se habla mucho de si se estrenan demasiadas películas españolas malas y de lo baja que es la cuota de pantalla nacional, entre el 10% y el 20% anual. Dichas cifras demostrarían, según algunos, la falta de calidad de un cine al que su espectador potencial ha dado la espalda.

De lo que no se habla tanto es de por qué llegan a España tantos filmes estadounidenses de dudosa calidad. En 2011, por ejemplo, se estrenaron en nuestro país 619 películas estadounidenses (el 38,8% del total) y 388 españolas (24,3%). Los títulos estadounidenses se hicieron ese año con el 69% de la recaudación y de los espectadores.

Más datos: las diez películas más vistas en España en 2013 venían de Hollywood.

No todas las películas estadounidenses llegan a España de la mano de las grandes majors de Hollywood. También existen multinacionales independientes internacionales (como eOne, encargada de estrenar El poder del dinero) o distribuidoras independientes españolas que estrenan el cine americano de autor.

No obstante, la estadística que refleja mejor la hegemonía comercial estadounidense es la siguiente: en 2012, las películas distribuidas por las seis majors de Hollywood (Paramount, Disney, Fox, Universal, Warner y Paramount) recaudaron 465,79 millones de euros en España (un aplastante 76,5% del total) con el 27% de los estrenos. "El promedio de recaudación por película fue un 180% superior a la media", según el analista Juan Herbera, lo que da idea tanto de su tirón comercial como de su músculo promocional. Un gigante contra el que resulta casi imposible competir. Dominio por aplastamiento. Para lo bueno, para lo regular y para lo terrorífico. Esto es lo que hay.