Siete años persiguiendo a Himmler
Vanessa Lapa ha dedicado más de cinco años a la realización de 'El decente', un documental sobre el asesino nazi que ahora llega al Festival de Berlín
La oficina de la productora RealWorks en Tel Aviv es un hervidero de llamadas, carreras o emails de última hora. Queda poco para que parte del equipo se desplace hasta Berlín, donde ya ha comenzado la 64 edición del Festival Internacional de Cine, el primer gran certamen cinematográfico del año en Europa.
La apuesta de esta pequeña empresa audiovisual israelí es ambiciosa. Por primera vez exhibirán en la sección de documentales Panorama del festival berlinés: El Decente (Der Anständige), una película de noventa minutos sobre la vida del dirigente nazi que comandó las SS y la Gestapo, Heinrich Himmler. “Ha sido un recorrido muy largo, agotador. Ahora lo veo como un sueño hecho realidad”, explica en la sala de edición de la productora, Vanessa Lapa, la periodista y realizadora israelí que hace 7 años comenzó a pensar en hacer una película a raíz de unas cartas, fotos y papeles que su padre y un amigo de él le entregaron.
“Un día mi padre me llamó y me dijo que sabía de un hombre en Tel Aviv que estaba buscando a alguien a quien entregarle unos papeles muy importantes”, comenta Lapa. Ese hombre resulto ser Haim Rosenthal, un israelí obesionado con las notas de Himmler. Tanto que las atesoró durante 40 años en una caja debajo de su cama. Cumplidos los 90 Rosenthal, quizá porque veía cercano el momento de su muerte, decidió entregárselas a su hijo.
Cómo llegaron estos papeles hasta las manos del israelí sigue siendo una incógnita. “Lo que sí sabemos es que fueron soldados norteamericanos quienes robaron toda esa documentación de la casa de Himmler en Gmund (Alemania) y que no se la entregaron a las autoridades”, asevera Lapa. Qué ocurrió con la colección entre 1945 y 1960, cuando Rosenthal la compra, son solo hipótesis. “Pudieron regresar de Estados Unidos a Europa y de allí a Tel Aviv. No lo sabremos nunca con certeza”, anade la documentalista.
Auschwitz va más allá de mi propia familia porque es tremendo
Una vez inspeccionado el tesoro que el israelí celosamente custodiaba -compuesto de cartas, fotos y hasta un diario de recetas de la mujer de Himmler, Margarete -y comprobada su autenticidad, Vanessa Lapa decidió, meses después, ponerse manos a la obra. Aunque antes, sin embargo, tuvo que “digerir lo que había visto”. “Viajo a Auschwitz. Besos: tu Heini”, le escribía en una de sus cartas Heinrich Himmler a su esposa en 1942. “Digerir” lo leído y visto era necesario para Lapa. Ella misma es nieta de supervivientes del Holocausto y tanto familiares de sus abuelos paternos como maternos fueron asesinados en el campo de concentración de Auschwitz (Polonia). Aún hoy mantiene familia en Alemania.
En este punto la pregunta es casi inevitable. ¿Cómo se digiere ver la banalidad con la que Himmler le escribe a su esposa, teniendo en cuenta lo ocurrido en su familia?, preguntamos. El semblante de Lapa cambia de pronto. Muy seria, mira hacia un lado, piensa unos segundos. El interlocutor intuye la cantidad de experiencias, testimonios, viviencias o recuerdos que deben de estar pasando, intangibles y abstractos para el oyente, por la cabeza de la cineasta. “Bueno, no es solo la historia, yo misma crecí con ello, pero Auschwitz va más allá de mi propia familia porque es tremendo. Sí es cierto que cuando escucho esa palabra la asociación es inmediata”, explica.
No obstante la israelí asegura que, una vez superada la emoción de los primeros momentos, su aproximación al proyecto y al rodaje fue totalemente racional. Para ello su equipo consultó con psiquiatras, que analizaron la psique de Himmler o con varios historiadores con quienes ahondó en el contexto histórico que rodeó al líder nazi. “Si lo miro desde el punto de vista profesional entonces sí no siento nada”, asevera.
“Un hombre decente”. Quién era Heinrich Himmler.
Heinrich Luitpold Himmler nació en Múnich el 7 de octubre de 1900 y se suicidó con una cápsula de cianuro el 23 de mayo de 1945. Los aliados estaban cerca y él obró cómo le habían enseñado en el ejército: matándose para que, en caso de ser capturado por el enemigo, no pudiera desvelar ninguno de los secretos del Fuhrer.
Siendo su padre un maestro estricto y su madre una entregada devota, Himmler recibió una educación estricta, forjada en la disciplina y la superación personal a pesar de sus limitaciones físicas. El joven ´Heini´, como le llamaban en casa, padeció desde pequeño tuberculosis y problemas estomacales, lo que nunca le permitió desarrollar su cuerpo como exigía el modelo prusiano imperante en su época. A pesar de ello su padre firmó su ingreso en un colegio católico donde la actividad física era el motor del currículo. La debilidad se castigaba en la Alemania pre-nazi.
"Himmler era un ser humano, con su historia y las circunstancias de su tiempo”, comenta Vanessa Lapa. “No sé por qué hizo lo que hizo, es inexplicable, no puedo entenderlo, pero tampoco quiero, prefiero analizar el personaje que hay detrás”, dice la cineasta.
No sé por qué hizo lo que hizo, es inexplicable, no puedo entenderlo, pero tampoco quiero, prefiero analizar el personaje que hay detrás
Pero Himmler fue uno de los cerebros de la política racial de Adolf Hitler. Promovió el estudio de la raza aria, dictando medidas destinadas a la procreación de la raza pura, ordenando que todos los hombres del cuerpo del que él fue comandante en jefe, las SS, tuvieran al menos 4 hijos. De hecho, bajo su mandato se concedían permisos de matrimonio de acuerdo a las políticas raciales que él mismo implementó. "Eso explica por qué el propio Himmler tuvo una amante, no porque quisiera, sino porque su mujer no podía darle más hijos”, puntualiza Lapa.
“Nuestra responsabilidad es analizar e intentar entender el personaje que hizo lo que hizo en la época en la que lo hizo y su contexto”, termina. Ahora el objetivo de la documentalista es “enseñarle al mundo” su trabajo y que se emita en el mayor número de festivales posibles. “Queremos estar en los cines, en las televisiones de la gente, para mostrar que esto no puede volver a ocurrir”.
La oficina de la productora RealWorks en Tel Aviv es un hervidero de llamadas, carreras o emails de última hora. Queda poco para que parte del equipo se desplace hasta Berlín, donde ya ha comenzado la 64 edición del Festival Internacional de Cine, el primer gran certamen cinematográfico del año en Europa.
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