“El mundo del corto es muy solidario, todos trabajan gratis”

Apunten este nombre:Esteban Crespo, tras muchos años trabajando entelevisión ha conseguido con su sexto cortometraje, Aquel no era yo, sea nominado hoy al Oscar al mejorcortometraje de ficción. "Todavía lo estoy asimilando, pero estoy tremendamente contento y muy agradecido a a todos los que han formado parte de este proyecto, con quienen comparto esta nominación", ha dicho Crespo nada más conocer la nominación.

Hace un año se hizo con el Goya por este mismo trabajo.“Cuando ganas un Goya acabas eclipsado por el resto de premiados, pero es que ahora mi corto va unido a la palabra Oscar, y eso gusta a la gente porque lo asocia al glamour y todas esas cosas” comenta Crespo a El Confidencial.

Aquel no era yo cuenta la historia de uno de los muchos niños soldados de África. Un trabajo con aroma a Hollywood que ha necesitado de producción externa para poder realizarse, algo que no suele pasar en el mundo del cortometraje español. “Los que hacemos esto somos francotiradores, yo tuve que fundar mi propia productora para poder hacer mis cortos. Existen muy pocas productoras y no se apoya el cortometraje. En este sector somos muy solidarios y al finaltécnicos y actores de primer nivel trabajan gratis”, explica el realizador.

Aunque Esteban Crespo haya sido uno de los privilegiados que han conseguido dinero de instituciones como el ICAA (14.000 euros) y la Comunidad de Madrid (8.000 euros), más de la mitad del presupuesto de su corto tuvo que salir de su bolsillo. Una situación habitual para los directores de estos proyectos, que se juegansu"propio dinero”. Porello, Crespo combatela idea de cine subvencionado. “Eso da mala imagen, no podemos estar pidiendo todo el tiempo” añade.

La precariedad reinante que sea imposible hablar de una industria del cortometraje en España. Elmundo del corto se sustenta gracias al autoabastecimiento. Son los propios amigos y compañeros del sector los que acaban ofreciendo sus servicios de forma altruista para realizar un trabajo en el que creen. Crespo explica que existe unentramado de gentehaciendo cortometrajes, pero la inmensa mayoría“no vive de ello”, pese aque muchos profesionales estén haciendo “trabajos extraordinarios”.

Esteban Crespo se atreve a comparar la salud del mundo del corto español con el del largo “En el circuito internacional no existe ningún largo que haya tenido la repercusión y los premios de muchos de nuestros cortometrajes. Esotendría que tener más promoción en España, pero los medios no le dan demasiada importancia”.

Crespo sí tiene claro que muchos compañeros degeneración tendrían que haber dado ya el salto del corto al largo.“Somos ya gente mayor que en otras cinematografías estaríándirigiendo largometrajes”.

En el circuito internacional no existe ningún largo que haya tenido la repercusión y los premios de muchos de nuestros cortometrajes. Y eso tendría que tener más promoción en España

Por ello el realizador demanda más ayudas, pero no sólo al Estado, y no sóloeconómicas. Crespo rechaza el victimismo.“Por supuesto que el Estado podría hacer más, ahora todo son recortes y más recortes, pero no hay que culpar a nadie. Nosotros también tenemos que hacer lo que esté en nuestra mano. Existen muchas iniciativas y actividades que se pueden realizar para ayudar al mundo del corto, y además por poco dinero” concluye.

Un nuevo modelo

Esteban Crespo cree que mientras no existan ventanas para rentabilizar económicamente los cortometrajes no se podrá formaruna pequeña industria que apoye la producción de nuevos trabajos.

Una de las solucionesseríala presencia decortosen las plataformas de distribución online como Filmin o Wuaki, de las que el realizador se muestra partidario “Si alguien quiere ver mis cortometrajes, puede hacerlo pagando muy poco, sólo 0,80 o 0,90 euros, ese es el camino. Pero comoEspaña es un paraíso para la piratería,eso es muy complicado”.

Las otras vías para poder explotar comercialmente sus trabajos se antojan cada vez más difíciles, como el propio realizador explica a este periódico “Las ventas a las televisiones dan muy poco dinero, y antes con los premios de los festivales podías amortizar lo gastado, pero ahora con la crisis tampoco”.

La televisión se encuentra también en el ojo del huracán respecto al tema de la producción de nuevos cortometrajes. Sibien las cadenas participan en la creación de nuevos largometrajes, el mundo del corto no cuenta con esa suerte, lo que dificulta la financiación deproyectos más allá de fórmulas como el crowdfunding o la autoproducción.

Crespo no siente ninguna vocación de productor, perose ha visto obligado a ejercer esa funciónpara seguir trabajando en lo que ama. Él se encuentra en una situación excepcional respecto a sus compañeros de generación: en su último cortoha podido contratar "sonido,cámaras, posproducción yefectos especiales, aunque claro quelos amigos y la gente de confianza han trabajado gratis”, zanjaorgulloso.

Hoy su suerte ha cambiado. La nominación al Oscar podría ser el empujóndefinitivo pararealizar su primer largometraje, una tarea que su pequeña productora, aún, no puede permitirse.