Es noticia
Mandela: cuando el cine no necesita inventar héroes
  1. Cultura
  2. Cine
EL CINE RETRATÓ AL PREMIO NOBEL COMO UN HOMBRE JUSTO, PERO SOBRE TODO INTELIGENTE

Mandela: cuando el cine no necesita inventar héroes

Por poco, pero no ha podido ser. Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, no se verá en la gran pantalla, al

Foto: Nelson Mandela y el actor Arnold Schwarzenegger. (Reuters).
Nelson Mandela y el actor Arnold Schwarzenegger. (Reuters).

Por poco, pero no ha podido ser. Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, no se verá en la gran pantalla, al menos no una vez más. No es que en las anteriores ocasiones su retrato fílmico -a cargo de actores como Morgan Freeman, Sidney Poitier o Danny Glover- desmereciera a la realidad, pero esta vez iba a ser algo especial. Mandela:Long Walk to Freedom, con el británico Idris Elba en el papel protagonista y cuyo estreno está previsto en noviembre, será la primera película basada en la autobiografía homónima que escribió Mandela en 1994, dos años después de convertirse en presidente de Sudáfrica. También será la primera en la que no veamos al artífice del final del apartheid retratado solo durante un episodio de su vida, sino a lo largo de la misma.

Porque la vida es a veces tan profusa que no necesita aderezos, y eso fue lo que ocurrió con la de Mandela. Fue bisnieto de un rey tribal, abogado defensor de los derechos de los negros, preso político durante 27 años, primer presidente democrático de Sudáfrica y premio Nobel de la Paz. Y, por encima de todo, fue un símbolo. Uno de la igualdad, primero, del final del apartheid después y finalmente de la conquista de la paz y la prosperidad. Uno que consagró su vida a la reconciliación de un país dividido en dos por un tajo de siglos y a demostrar al mundo que sí, que se puede. Que los discursos filantrópicos y las consignas bonitas no se las lleva el viento. Que germinan y traen prosperidad a las naciones si se las planta con valentía y, sobre todo, con inteligencia. Que la igualdad no hace que una nación sea solo más justa, sino también más próspera, más rica y con más futuro. Que, como dijo su admirado Gandhi, no existe un camino a la paz, sino que la paz, en efecto, es el camino.

Quizá por eso de Mandela el cine ha glosado su corazón, pero sobre todo su perspicacia. En 1994, cuatro años después de salir de la cárcel, el ya presidente sudafricano decidió apostar por la selección nacional de rubgy, los Springboks, para convertirla en un emblema, uno único para negros y blancos, que concentrase la devoción de los sudafricanos y escenificase la cicatrización del apartheid. Lo contó John Carlin en su novela El factor humano, de 2008,y lo llevó al cine Clint Eastwood en Invictus, de 2009, con Morgan Freeman en el papel de Mandela.

Y es que en 1995 Sudáfrica no se iba a jugar solo una copa en el Mundial de Rugby de aquel año, que se celebraba en su suelo, sino también la oportunidad de cerrar las heridas de la segregación racial, o al menos parte de ellas. Mandela lo sabía y no quiso dejarlo al azar, por lo que convocó al capitán de los Springboks, François Pienaar-Matt Damon-, y le explicó que su triunfo en el Mundial podría conseguir la unión de las dos sociedades, la negra y la blanca, aunque fuera solo en torno a un evento deportivo.

En la película Gregory -Joseph Fiennes-, un funcionario de prisiones fanático del régimen del apartheid, es destinado a la isla cárcel donde cumple condena Mandela -Dennis Haysbert-, y allí comienza a acosar al prisionero con interrogatorios, maltrato y hasta amenazas a su esposa, que lo ve solo durante diez minutos cada seis meses. Gregory, secretamente encargado de conseguir sonsacarle información, llega a leer no obstante la célebre Carta de la Libertad elaborada por el Congreso Nacional Africano -que circuló clandestinamente hasta el final del apartheid-y empieza poco a poco a admirar a Mandela, pasado de ser su carcelero al único que se interpone entre él y quienes quieren asesinarlo.

También Sidney Poitier encarnó a Mandela en Mandela y De Klerk, una película para televisión en la que el británico Michael Caine dio vida a Frederik Willem de Klerk, el presidente sudadricano de origen bóer que desencadenó el final del apartheid, liberó a Mandela y organizó las elecciones que llevarían al activista hasta la presidencia del país. Danny Glover, asimismo, fue el encargado de dar vida al político en Mandela, uno de los primeros biopics que se filmaron sobre él en 1987, cuando aún estaba en la cárcel.

Por poco, pero no ha podido ser. Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, no se verá en la gran pantalla, al menos no una vez más. No es que en las anteriores ocasiones su retrato fílmico -a cargo de actores como Morgan Freeman, Sidney Poitier o Danny Glover- desmereciera a la realidad, pero esta vez iba a ser algo especial. Mandela:Long Walk to Freedom, con el británico Idris Elba en el papel protagonista y cuyo estreno está previsto en noviembre, será la primera película basada en la autobiografía homónima que escribió Mandela en 1994, dos años después de convertirse en presidente de Sudáfrica. También será la primera en la que no veamos al artífice del final del apartheid retratado solo durante un episodio de su vida, sino a lo largo de la misma.

Nelson Mandela
El redactor recomienda