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El triángulo más morboso de la historia del cine francés
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Entrevista a los ganadores de la palma de oro

El triángulo más morboso de la historia del cine francés

El director Abdellatif Kechiche y la actriz Adèle Exarchopoulos analizan las claves de la conflictiva 'La vida de Adèle', que se estrena el viernes

Foto: Abdellatif Kechiche y Adèle Exarchopoulos en Madrid (EFE)
Abdellatif Kechiche y Adèle Exarchopoulos en Madrid (EFE)

En el mundo musical, el concepto 'gira americana' suele ser sinónimo de caos, enfrentamiento y escisión. Ya saben: grupo pop que pasa del éxito a la ruptura durante un enloquecido tour por EEUU. O el choque de egos juveniles entre, pongamos, un vocalista engreído y un guitarrista heroinómano... Pues resulta que la maldición de las 'giras americanas' ha saltado al cine. La vida de Adèle, película sobre la volcánica relación sentimental entre dos chicas, llega el viernes a los cines españoles en forma de controvertida bola de nieve informativa. O la intensa relación de amor/odio entre un director (Abdellatif Kechiche) y sus jóvenes actrices (Léa Seydoux, de 28 años, y Adèle Exarchopoulos, de 20 años). Kechiche y Exarchopoulos pasaron ayer por Madrid para analizar un conflicto tan caliente como las escenas del filme.

Recordemos: Los vimos besándose y llorando a moco tendido cuando recibieron la Palma de Oro en Cannes. Hasta que llegó la gira promocional estadounidense y se armó el quilombo a cuenta de los métodos de rodaje del director. Exarchopoulos: "Es un genio, pero también un torturador. Había un tipo de manipulación que era difícil de manejar". Seydoux: "Afortunadamente ganamos la Palma de Oro, porque el rodaje fue realmente terrible... No veíamos el final. Debía durar dos meses, luego tres, luego cuatro, y finalmente cinco meses y medio". ¿Volverían a trabajar con Kechiche? Seydoux: "Nunca más". Exarchopoulos: "No creo". Bienvenidos al psicodrama nacional del cine francés en plena carrera hacia los Oscar.

Lo ocurrido durante el rodaje de La vida de Adèle parece otro capítulo más del siguiente arquetipo: director maniático deja tocada a actriz tras rodaje tortuoso. Acuérdense de las críticas de Bjork hacia Lars Von Trier tras el estreno de Bailar en la oscuridad (2000). Un choque de caracteres y egos en el que el director suele tener las de ganar: él manda en el rodaje. Seydoux lo ha explicado con estas palabras: "Francia no es como EEUU. El director tiene todos los poderes". ¿La célebre política de los autores convertida en tiranía de los autores? ¿O estamos ante un simple choque de egos propulsado por el éxito del filme?

Kechiche, por su lado, se mostró más dolido que comprensivo con las quejas de Seydoux: "Todo lo sucedido me ha parecido malsano. Es una lástima para la película. Hubo dificultades durante el rodaje, pero como en todas las películas. Siempre intento ser amable y atento con los actores. Me implico mucho para intentar que saquen lo mejor de ellos. Las dos actrices me expresaron su gratitud durante y después del rodaje y durante el festival de Cannes. ¿Qué ocurrió después? Hubo un cambio de actitud ilógico y contradictorio por parte de Seydoux. ¿En qué momento es sincera y en qué momento es hipócrita? Creo que se está dejando influenciar por un entorno perverso. Es ella la que tiene que explicar su comportamiento esquizofrénico. Es lamentable para mí, para ella y para la película", zanjó.

Para rematar, Kechiche dejó algunas perlas sobre el resto de las controversias que rodean el filme: homosexualidad, sexualidad y mirada masculina. 1) "Pensé que el problema de Francia con la homosexualidad era parte del pasado, pero me equivoqué. Espero que el filme sirva para liberar a algunos de ese problema". 2) "El impulso sexual es algo instintivo. Lo difícil es escuchar a tus deseos por encima de tu educación y tu cultura". 3) "No es una historia de mujeres sino una historia de amor. Quería llegar al corazón del espectador fuera hombre, mujer, homosexual o heterosexual. Sería absurdo que un hombre no pudiera rodar sobre el amor entre dos mujeres. Es como no poder rodar un filme sobre la minería porque uno no ha sido minero alguna vez”.

Adèle Exarchopoulos, por su parte, despachó así la supuesta controversia sobre la explicitud sexual del filme: "Me escandaliza que a la gente le escandalicen las escenas sexuales. Es absurdo reducir una película de tres horas a una escena de tres minutos".

En el mundo musical, el concepto 'gira americana' suele ser sinónimo de caos, enfrentamiento y escisión. Ya saben: grupo pop que pasa del éxito a la ruptura durante un enloquecido tour por EEUU. O el choque de egos juveniles entre, pongamos, un vocalista engreído y un guitarrista heroinómano... Pues resulta que la maldición de las 'giras americanas' ha saltado al cine. La vida de Adèle, película sobre la volcánica relación sentimental entre dos chicas, llega el viernes a los cines españoles en forma de controvertida bola de nieve informativa. O la intensa relación de amor/odio entre un director (Abdellatif Kechiche) y sus jóvenes actrices (Léa Seydoux, de 28 años, y Adèle Exarchopoulos, de 20 años). Kechiche y Exarchopoulos pasaron ayer por Madrid para analizar un conflicto tan caliente como las escenas del filme.

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