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Paul Schrader ya tiene su propio 'Showgirls'
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el director presenta 'the canyons' en seminci

Paul Schrader ya tiene su propio 'Showgirls'

El cineasta ha dirigido a Lindsay Lohan y el actor porno James Deen en un guión escrito por Bret Easton Ellis y destrozado por la crítica

Foto: Paul Schrader en la presentación de 'The Canyons' (EFE)
Paul Schrader en la presentación de 'The Canyons' (EFE)

Año 1995, un director europeo de prestigio, Paul Verhoeven, rueda un guión del escritor de moda en Hollywood, Joe Eszterhas, con quien ya había colaborado en una de sus anteriores incursiones americanas, Instinto Básico. La película en cuestión, protagonizada por una antigua estrella de la tele, fue un fracaso crítico descomunal. La acusaron de ridícula, cutre, con erotismo de baratillo… nadie pensaba que lo que ocurría en la pantalla pudiera ser cierto. Con el paso de los años, la película se recuperó desde una perspectiva mucho más lúdica y paródica que han hecho que dicha obra se haya reivindicado en un pedestal a medio camino entre el ‘placer culpable’ y el cine de culto. El título, por si alguien no lo ha descubierto aún, era Showgirls.

Año 2013, el otrora guionista de postín Paul Schrader, y director de títulos bastante potentes, como Affliction o American Gigoló, llega a Seminci para presentar The Canyons. Protagonizada por Lindsay Lohan, el actor porno James Deen y escrita por el rebelde Bret Easton Ellis (American Psycho). Un filme sobre la industria del cine en Los Ángeles cargada de escenas de sexo chusco y erotismo de saldo. ¿Les suena la historia? Pues aún hay más. La crítica la ha destrozado acusándola de lo mismo que en su día se dijo de Showgirls. Resultado: probablemente dentro de unos cuantos años The Canyons sea reivindicada como un placer camp.

El propio Paul Schrader reconoce a El Confidencial que puede que pase eso y que ojalá sea así “creo que mis películas permanecen en la memoria de la gente, y pienso que aquellos que ahora no hayan conectado con The Canyons, volverán a ella de aquí a un año”. La misma opinión que asegura tiene también el guionista Bret Easton Ellis. Con él comenzó este proyecto hace dos años, cuando el anterior trabajo que se encontraban desarrollando se fue a pique: un filme que iba a ser rodado en Puerto Rico y con dinero español en su producción. Con la llegada de la crisis “el dinero español desapareció” y el proyecto murió.

Gracias a estos imprevistos ha podido realizar un filme que vio como un reto. Schrader quería comprobar si podía financiar una película vía crowdfunding, y lo consiguió “una parte de mí dice que sí a estas formas de producción, el resto dice que no lo vuelva a hacer” ha confesado el director. Lo cierto es que gracias a ese dinero ha podido crear una obra que él considera libre” de otra forma no habríamos podido contratar a Lindsay Lohan y James Deen, no se hubiera hecho”.

La problemática actriz, que como Schrader aseguró en Venecia le había tenido secuestrado los 16 meses que duró la producción, aparece en los créditos como coproductora del filme, algo que el director explica como funcionó “Lindsay es la propietaria de un cuarto de la película. Ella cobra 100 euros por día de rodaje, y se encarga de su propia peluquería, maquillaje transporte… a cambio hay un pago aplazado de 250.000 dólares y una cuarta parte de los derechos de la película”. La experiencia con Lohan resultó problemática, pero el realizador se siente orgulloso de haber podido hacerlo “Si no tomas riesgos cuando es tu propio dinero, nunca lo vas a hacer. Sabes que rodar con Lindsay Lohan sin un seguro firmado es peligroso. ¿Qué pasaba si la detenían?, bueno en ese caso quizás hubiera perdido 30.000 dólares” apunta con ironía Schrader.

Ahora ya ha terminado la promoción de esta película que según él no habla de una ciudad de Los Ángeles decadente o es una metáfora de Hollywood, sino de la generación del sexo fácil y enganchada a los medios digitales. Sin embargo sí que ha querido con sus imágenes (plagadas de salas abandonadas y cines derruidos) crear la primera película “para una era después de las salas de cine. El filme estaba destinado a ser estrenado en medios digitales y por eso muestro los cines vacíos, es una forma de decir: por eso la hemos hecho así, porque los cines están cerrados”.

Tras este experimento ya planea su nuevo proyecto, en este caso financiado de forma convencional y protagonizado por Nicolas Cage. Mientras tanto veremos cómo evoluciona The Canyons en la memoria del espectador.

La joya indie americana, primera favorita

Venía con premios en Locarno a sus espaldas y con unas de las mejores recepciones críticas del año en EEUU, y sin embargo Short Term 12 no ha decepcionado. Tres tandas de aplausos se ha llevado el director Destin Daniel Cretton en el primer pase del filme que le colocan como el primer serio candidato a la Espiga de Oro.

Basado en sus propias experiencias y en su cortometraje anterior, la película cuenta la vida de dos cuidadores de un centro de menores que pasan con ellos un tiempo máximo de un año. El filme se maneja perfectamente en esa línea que separa el drama del dramón maniqueo (aunque en su parte final termina cayendo un poco) y siempre es tratada con humor y mucha ternura. Una historia que gana el corazón del espectador desde el primer momento y que no lo suelta hasta el final. Queda mucho por delante pero Short Term 12 apunta a merecido premio.

Su director también ha acudido a Valladolid para presentar una película que ha sido calificada como una de las joyas del cine independiente americano que está viviendo una nueva edad de oro gracias a una nueva generación de directores de la que Destin Daniel Cretton se muestra orgulloso de pertenecer “tengo mucha suerte de ser parte de esa comunidad de realizadores en este momento concreto, películas como The Spectacular Now, Fruitvale Station, Drinking Buddies… son títulos que tienen algo en común, un mensaje positivo”.

Esta nuevo boom del indie ha hecho que los Oscar y Hollywood giren sus ojos hacia estas pequeñas películas y Short Term 12 no es una excepción. Desde la prensa americana se comienza a hablar de que su joven protagonista Brie Larson podría tener un hueco entre los premios de la Academia. Cretton prefiere mantenerse cuateloso respecto a una posible nominación “me encantaría, y creo que lo merece, pero los premios son mucho más que sólo la calidad, hay que invertir mucho dinero, y tiempo… pero ojalá”.

Motivos no faltarían, aunque puede que de momento se tenga que conformar con un premio en esta Seminci que ha encontrado en el cine americano su primera gran película.

Año 1995, un director europeo de prestigio, Paul Verhoeven, rueda un guión del escritor de moda en Hollywood, Joe Eszterhas, con quien ya había colaborado en una de sus anteriores incursiones americanas, Instinto Básico. La película en cuestión, protagonizada por una antigua estrella de la tele, fue un fracaso crítico descomunal. La acusaron de ridícula, cutre, con erotismo de baratillo… nadie pensaba que lo que ocurría en la pantalla pudiera ser cierto. Con el paso de los años, la película se recuperó desde una perspectiva mucho más lúdica y paródica que han hecho que dicha obra se haya reivindicado en un pedestal a medio camino entre el ‘placer culpable’ y el cine de culto. El título, por si alguien no lo ha descubierto aún, era Showgirls.

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