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Silla eléctrica para fans del heavy metal
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atom agoyan presenta 'condenados' en san sebastián

Silla eléctrica para fans del heavy metal

Atom Egoyan presenta su filme judicial sobre el célebre caso de tres chicos de West Memphis acusados de matar niños mediante rituales satánicos

Foto: Escena de 'Condenados', de Atom Egoyan
Escena de 'Condenados', de Atom Egoyan

Las cosas como son. Si a Elvis Presley, que no dejaba de ser un pueblerino blanco inofensivo, se le acusó en su día de tocar la música del diablo, ¿qué podemos decir de esos chavales que van por ahí vestidos de negro, hablando de brujería, luciendo colgantes satánicos y tocando una infernal música trash metal. Pues que cualquiera día podrían beberse la sangre de nuestros hijos. En efecto, uno empieza a calentarse la cabeza con estas paranoias y acaba mandando a unos adolescentes góticos a la silla eléctrica... A quién todo esto le parezca un chiste, quizás sea porque no conoce la historia de los Tres de West Menphis, llevada ahora al cine por Atom Egoyan en Condenados, presentada en la competición donostiarra sin la presencia de sus dos actores principales: Colin Firth y Reese Witherspoon.

En 1994, tres adolescentes de West Memphis (Arkansas) fueron acusados del asesinato de tres niños del pueblo y condenados a muerte, uno, y cadena perpetua, los otros dos. Durante el juicio se afirmó que se había tratado de un ritual satánico. La condena se apoyó en unas pruebas que tenían más agujeros que un queso de Gruyère. Tras aparecer nuevas pruebas y pactar un acuerdo con la Fiscalía, los tres chicos fueron liberados en 2011, aunque su condena no ha sido revocada.

placeholder Escena de 'Condenados' de Atom Egoyan

“Se trata de un caso exhaustivamente documentado. Existen hasta páginas webs dedicadas en exclusividad a reproducir los informes policiales o las actas del juicio. Es casi kafkiano en el sentido de que puedes documentarte hasta el infinito… sin llegar a conocer la verdad. Parece que nunca sabremos con exactitud qué ocurrió. En la escena del crimen nunca apareció ni sangre, ni huellas, ni rastros de ADN. Es como si fuera un cuento de terror mitológico. Lo interesante para mí era esa mezcla entre malvada y misteriosa”, explicó Egoyan durante la presentación del filme.

No se trata de un caso cualquiera. La campaña en favor de la liberación de los Tres de West Memphis movilizó a buena parte de la cultura musical estadounidense. Cuatro documentales y tres libros han puesto en duda las pruebas presentadas durante el juicio. El grupo Metálica cedió canciones para uno de las documentales por primera vez en su carrera. Músicos como Chuck D (Public Enemy), Ice-T, Henry Rollins e Iggy Pop también grabaron un disco benéfico para financiar la defensa de los acusados.

La creencia generalizada es que la policía, desbordada por el brutal asesinato de tres niños y la consiguiente conmoción social, procedió a condenar a los sospechosos habituales del pueblo: tres adolescentes inadaptados, gamberros, de los que hacen pellas, uno de los cuales se divertía oyendo música rara y jugando a la brujería. Todo en el contexto de un lugar enclavado en pleno Cinturón bíblico estadounidense, esa amplia zona del sur del país donde uno puede sentirse un paria social si no le atrae el cristianismo evangélico. Y si escucha la música del diablo, ya ni hablamos.

Atom Egoyan“Ahora aceptamos la música de grupos como Slayer como si fuera algo normal y hasta rutinario. Pero entonces, algunas personas creían que estaba conectada con grupos de adoradores del demonio”, aclaró Egoyan.

El director canadiense también explicó por qué este caso llama tanto la atención, dado que existen decenas de asesinatos infantiles similares en EEUU. “Me atrajo porque es muy misterioso. Casi imposible de resolver. Es el crimen más molesto que conozco. El resultado de algo muy calculado: esos niños atados y sumergidos bajo el río. Cuando fui a ver la escena del crimen fue peor todavía porque ni siquiera sucedió en el interior del bosque. Resulta difícil de creer que nadie hubiera visto o oído algo. Es un crimen sin explicación lógica. Una comunidad siempre tiende a buscar un culpable cuando ocurre un crimen así. La película trata precisamente sobre cómo podemos vivir con la duda. Cuando no existe un culpable claro que nos sirva de terapia para el dolor por la pérdida”, explicó.

Pese a su singularidad, Egoyan sí vio una relación histórica entre este caso y otros. “Las cazas de brujas vienen sucediendo en EEUU desde la época de las brujas de Salem (1692). Esto fue una caza de brujas moderna”, aclaró.

Condenados, que se estrenará en España en 2014, recrea el caso de un modo errático a causa de las dudas Egoyan. Como si el director no se decidiera a centrarse entre el dolor de una comunidad tras una pérdida terrible (que ya trató antes en la estupenda El dulce porvenir, 1997), hacer una película de tribunales o desmontar los puntos débiles del caso. Es una pena porque el largometraje presentaba al menos una novedad interesante: el primer intento de Reese Witherspoon, reina de la comedia teen gracias a títulos estupendos como Una rubia muy legal y Election, para convertirse en una actriz dramática de peso. “Intentamos que Witherspoon pareciera lo menos glamurosa posible”, contó Egoyan sobre la transformación física de este icono de Hollywood.

La cinta de Egoyan no parece tener muchas posibilidades de colarse en el palmarés. No obstante, a falta de un día de competición, ninguna película ha alcanzado aún el consenso crítico necesario para considerarla favorita. Puede pasar cualquier cosa.

Las cosas como son. Si a Elvis Presley, que no dejaba de ser un pueblerino blanco inofensivo, se le acusó en su día de tocar la música del diablo, ¿qué podemos decir de esos chavales que van por ahí vestidos de negro, hablando de brujería, luciendo colgantes satánicos y tocando una infernal música trash metal. Pues que cualquiera día podrían beberse la sangre de nuestros hijos. En efecto, uno empieza a calentarse la cabeza con estas paranoias y acaba mandando a unos adolescentes góticos a la silla eléctrica... A quién todo esto le parezca un chiste, quizás sea porque no conoce la historia de los Tres de West Menphis, llevada ahora al cine por Atom Egoyan en Condenados, presentada en la competición donostiarra sin la presencia de sus dos actores principales: Colin Firth y Reese Witherspoon.

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