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Carmen Maura y Hugh Jackman contra la resaca glamurosa

El festival español de referencia en el extranjero trata de sobrevivir al aniversario de 2012 y a los ajustes presupuestarios proyectando 200 películas

Foto: Un operario coloca el cartel del filme de De la Iglesia horas antes de la inauguración (EFE)
Un operario coloca el cartel del filme de De la Iglesia horas antes de la inauguración (EFE)

Se abre el telón. El festival de San Sebastián arranca en unas horas con el estreno de Futbolín (Juan José Campanella, 2013) y con el objetivo declarado de superar la resaca de los festejos del año pasado, cuando cumplió sesenta años como muestra cinematográfica de referencia. Una edición, la de 2012, que no sólo contó con la visita de muchas estrellas de Hollywood (John Travolta, Ben Affleck, Susan Sarandon, Richard Gere, Penélope Cruz, Dustin Hoffman), sino con la película que luego triunfaría en los Oscar (Argo). Este año el festival será necesariamente más austero, en parte por la caída de las aportaciones públicas en 400.000 euros, en segundo lugar porque la competencia festivalera aprieta, y porque el aniversario ya pasó. Habrá necesariamente menos glamour que en 2012. Queda por ver si habrá mejores películas.

"El gran problema es que entre la edición cincuenta y la sesenta (2003/2012) se congeló el presupuesto pese a que el IPC subió un 24% esos años. Sé de sobra que en el actual contexto económico es muy difícil conseguir dinero, pero a medio plazo tendríamos que alcanzar un presupuesto de entre 8,5 y 9 millones de euros para hacer el festival que queremos", dijo hace unos días José Luis Rebordinos, director de San Sebastián. El presupuesto actual es de 7,2 millones, cifra que contrasta con los 12,5 millones de euros de Venecia y los 18 millones de Berlín. De Toronto y Cannes, ya ni hablamos. San Sebastián tendrá que apretar los dientes los próximos años si no quiere que la competencia que viene por detrás (Londres, Roma) le coma terreno como festival de categoría A.

El primer día de venta anticipada de entradas se vendieron 56.000 boletos, un 10% más que en 2012

Las primeras cifras de esta edición son buenas. El primer día de venta anticipada de entradas se vendieron 56.000 boletos, un 10% más que en 2012. El año pasado el festival tuvo 157.000 espectadores. En 2013 se esperan cerca de 1.000 periodistas para cubrir 200 películas de 40 países diferentes. Carmen Maura y Hugh Jackman se llevarán sendos premios Donostia.

En cuanto arranque la competición, el hombre más poderoso del festival pasará a ser el gran director estadounidense Todd Haynes (Velvet Goldmine, I´m not There), presidente del jurado de la competición. Haynes será el encargado principal de dilucidar qué películas se llevarán el gato al agua. He aquí un repaso rápido a las claves cinematográficas de esta edición.

El desembarco español

De entre todas las películas españolas que se verán en las diversas secciones hay dos que levantarán más ruido que el resto. Las brujas de Zugarramurdi, de Aléx de la Iglesia, y Caníbal, de Manuel Martín Cuenca. La primera, que se verá en la sección oficial fuera de competición, es un regreso al De la Iglesia gamberro y extravagante, ese que suele gustar mucho en el extranjero, como ha vuelto a demostrar su reciente premio en Toronto.

La segunda es la gran apuesta española para el palmarés. Tras ser preseleccionada a los Oscar, el filme de Martín Cuenca sobre un caníbal granadino está obligado a demostrar si está listo para competir en las grandes ligas. Su protagonista, Antonio de la Torre, también aspira a todo.

Dos películas españolas más competirán por hacerse un hueco en el palmarés: La herida, del debutante Fernando Franco, y Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba.

Villeneuve por partida doble

El director canadiense Denis Villeneuve, nominado al Oscar por Incendies (2010), vuelve a la carga por partida de doble. En un año ha rodado dos películas, que llegan lanzadas a San Sebastián. Prisioneros, que se estrenará el 11 de octubre en España, cuenta la historia de un padre (Hugh Jackman) dispuesto a todo para proteger a su familia. Se verá fuera de competición y su proyección servirá para entregar el Donostia a su protagonista.

Enemy es una coproducción de Canadá-España protagonizada por Jake Gyllenhaal. Basada es una novela de José Saramago (El hombre duplicado, 2002), Enemy es un cinta de género en la que se cruzan suspense, drama y género. Competirá por la Concha de Oro. Ojo a Villeneuve, que viene a por todas.

Los tapados

En todos los festivales compiten un par de películas que dan la campanada. Cintas pequeñas que no se ven venir y acaban tomando el palmarés al asalto. ¿Quién ejercerá de tapado en la competición en San Sebastián? Ahí va nuestra apuesta: Club Sandwich, del mexicano Fernando Eimbcke, director de dos notables películas agridulces sobre la adolescencia: Temporada de patos (2004) y Lago Tahoe (2008).

También tendrá su oportunidad una mujer acostumbrada a ser premiada en festivales: la directora bosnia Jasmila Zbanic, que presenta For Those Who Can Tell No Tales.

Perlas de otros festivales

Quizás la sección más esperada por el público que asiste al festival. Películas que ya han pasado por otros festivales, que levantaron expectación y que aún no se han estrenado en España. Se verán títulos que pueden marcar el año cinematográfico como Gravity, de Alfonso Cuarón, el minimalista paseo espacial de George Clooney y Sandra Bullock que asombró en Venecia. The Wind Rises, de Hayao Miyazaki, que podría suponer el adiós al cine del maestro de la animación japonesa. Un toque de violencia, de Jia Zhangke, uno de los directores chinos más importantes del siglo XXI. The Zero Theorem, de Terry Gilliam, vuelta de tuerca a los universos fantásticos del heterodoxo autor de Brazil (1985). Like Father, Like Son, de Hirokazu Kore-eda, cineasta japonés de referencia gracias a títulos incontestables como Nadie sabe (2004). O Dallas Buyers Club, protagonizada por un irreconocible Matthew McConaughey. Que empiece la función...

Se abre el telón. El festival de San Sebastián arranca en unas horas con el estreno de Futbolín (Juan José Campanella, 2013) y con el objetivo declarado de superar la resaca de los festejos del año pasado, cuando cumplió sesenta años como muestra cinematográfica de referencia. Una edición, la de 2012, que no sólo contó con la visita de muchas estrellas de Hollywood (John Travolta, Ben Affleck, Susan Sarandon, Richard Gere, Penélope Cruz, Dustin Hoffman), sino con la película que luego triunfaría en los Oscar (Argo). Este año el festival será necesariamente más austero, en parte por la caída de las aportaciones públicas en 400.000 euros, en segundo lugar porque la competencia festivalera aprieta, y porque el aniversario ya pasó. Habrá necesariamente menos glamour que en 2012. Queda por ver si habrá mejores películas.

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