"Necesitamos 1,5 millones de euros más para hacer el festival que queremos"

Ya estamos aquí otra vez. El viernes arranca la nueva edición del festival de cine de San Sebastián, uno de lasonce muestrascinematográficas de categoría A delmundo. Queda lo suficientemente poco para empezar como para que su director, José Luis Rebordinos (San Sebastián, 1961), suene excitado al otro lado del teléfono. No obstante, la entrevista debe echar primero la vistahacia atrás. Es justo empezar hablando de la edición del año pasado, cuando Argo (Ben Affleck, 2012) pasó por el festival, seis meses antes de llevarse el Oscar a la mejor película. Aunque Argo se había visto antes en Toronto, San Sebastián se llevó parte del crédito como plataforma de lanzamiento de la meteórica carrera del filme. Un estatus codiciado en un contexto de competencia feroz entre festivales: entre septiembre y noviembre se disputan Toronto, Venecia, San Sebastián, Londres y Roma, que aspiran a estrenar elmismo tipo de filmes."Argo nos reivindicó como premiere europea de las películas que pueden marcar el año. Nos interesa seguir reforzando la fórmula de estreno americano en Toronto, estreno europeo en San Sebastián", confiesa Rebordinos.

Resumiendo: si no puedes con tu enemigo, únete a él. Pocos dudan ya que Toronto se ha convertido en el festival más importante (y con más recursos) detrás de Cannes. Y que a Venecia, que transcurre en las mismas fechas de finales de agosto/principios de septiembre, le está haciendo polvo, como ha vuelto a demostrar el reciente estreno en Torontode uno de los filmes del año, Doce años de esclavitud (Steve McQueen, 2013), cuyo terreno natural hasta hace poco tiempo era Venecia.Todo pese a que Toronto es sobre todo unmercado y no tiene competición oficial. Lapelículas que pasan por allí puedencompetir en San Sebastián y Venecia (las secciones oficiales de las muestras de categoría A tienen que ser estrenos competitivos mundiales).El problema es que Hollywood empezó hace unos años a pensar que era más económico y efectivo estrenar en Toronto que en Venecia. Ante este panorama, la lógica de Rebordinos es la siguiente: ¿Por qué no aprovechar el impulso de Toronto en lugar de remar contra una corriente imparable? "Si durante la primera parte del año nadie puede competir con Cannes, durante la segunda nadie puede competir ahora con Toronto.Todos los interesados en vender una película miran primero hacia Toronto y luego hacia el resto de festivales. Es muy difícil tirar adelante si pretendes mantener la exclusividad y no poner ninguna película que haya pasado por Toronto. Lo lógico es compartir. Que la prensa europea que no va a Toronto, que es mucha, se centre en el estreno del filme en San Sebastián", aclara.

El presupuesto de San Sebastián en 2013 ronda los 7,2 millones de euros, 200.000 euros menos que en 2012. Una rebaja causada por la caída de las aportaciones institucionales: 400.000 euros menos

Se trata de hacer de la necesidad virtud. Aunque quisiera, San Sebastián no podría competir con Toronto. Ni siquiera con Berlín o Venecia, dado el abismo económico que les separa. El presupuesto de San Sebastián en 2013 ronda los 7,2 millones de euros, 200.000menos que en 2012. Una rebaja causada por la caída de las aportaciones institucionales: 400.000 euros menos. La aportación pública (Ayuntamiento, Diputación, Gobierno vasco y Ministerio de Cultura) supone un poco más de la mitad del presupuesto. Los patrocinios privados, que han crecido un 10% en los dos últimos años, aportan el resto. Un informe reciente sobre el impacto económico del festival elaborado por la consultoría Ikertalde señalaba que San Sebastián genera un retorno directo de ingresos públicos vía impuestos de 4,6 millones de euros, cifra superior a su subvención total. Su impacto económico indirecto superaría los 27 millones de euros. Tan evidente es que San Sebastián esun buen negocio para la ciudad como quelleva muchos años sufriendopara mantener su financiación.

En 2008, primer año del crash financiero, el presupuesto era de 7,7 millones de euros. "El gran problema económico de San Sebastián va más allá de la crisis, aunque la recesión haya dificultado mucho el acceso a financiación tanto públicacomo privada. El gran problema, como digo, es que entre la edición cincuenta y la sesenta (2003/2012) se congeló el presupuesto pese a que el IPC subió un 24% esos años. Perdimos, por tanto, un 24% de capacidad de gasto. Sé de sobra que en el actual contexto económico es muy difícil conseguir dinero, pero a medio plazo tendríamos que alcanzarun presupuesto de entre 8,5 y 9 millones de euros para hacer el festival que queremos. No se trata de ninguna locura. No pedimos equipararnos a Venecia (12,5 millones de euros) o Berlín (18 millones de euros) porque no tendría sentido, sino contar con el dinero suficiente para acceder alas películas y a las estrellas adecuadas a nuestro tamaño", aclara Rebordinosen un intento de poner precio al estatus que reivindica para el festival: "El más pequeño de los grandes tras Cannes, Berlín y Venecia". Un posición amenazada ahora por muestras como Londres o Roma.

Por si toda esta competencia no fuera suficiente para ponerle a uno nervioso, San Sebastián se enfrenta este año a un enemigo inesperado: San Sebastián. Como lo oyen. En 2012 el festival celebró su sesenta cumpleaños e hizo un esfuerzo extra de gestión para atraer a unas cuantas estrellas de Hollywood. El aniversario lo requería. Este año, conrecorte de presupuesto incluido, la edición será necesariamente más austera en glamour, aunque pisarán su alfombra rojaestrellas como Hugh Jackman, que recibirá el premio Donostia.

"Será una edición más modesta que la del aniversario respecto al glamour, aunque habrá suficiente", advierte Rebordinos, que demuestra un seguridad total respecto a la oferta más importante de todas: la de la calidad cinematográfica. "La sección oficial es muy buena", zanja. Que se abra el telón, pues.