Es noticia
El cine pone la verdad por delante
  1. Cultura
  2. Cine
Toronto, venecia y el nuevo boom del documental

El cine pone la verdad por delante

El León de Oro de la Mostra a un documental vuelve a poner en boga un género eclipsado históricamente por las ficciones, pero que ha encontrado su público

Foto: Fotograma del filme ganador en la Mostra
Fotograma del filme ganador en la Mostra

Ya fue noticia que la Mostra de Venecia incluyera dos documentales en su sección oficial a competición: The Unknow Know, del estadounidense Errol Morris, y Sacro GRA, del italiano Francesco Rosi. No es normal ver documentales compitiendo en igualdad de condiciones con la ficción en Cannes, Berlín y Venecia. Todavía más sorprendente aún (por su falta de precedentes) fue que Sacro GRA, que sigue las peripecias de varias personas que viven o trabajan en el entorno de la autopista que circunvala Roma, se llevara el León de Oro. A esto hay que sumarle que en la sección oficial también se pudieron ver, aunque fuera de competición, los últimos trabajos de tres nombres de referencia del documental contemporáneo: el chino Wang Bing (Til Madness Do Us Part) y los estadounidenses Alex Gibney (The Armstrong Lie) y Frederick Wiseman (At Berkeley), padre del documental americano moderno. Como si tras varios booms recientes del documental, hubiera llegado la hora de que compita a la par con la ficción.

En realidad, como recuerda el crítico Gonzalo de Pedro, el género ya vivió un boom festivalero cuando Fahrenheit 9/11, de Michael Moore, ganó la Palma de Oro en Cannes en 2004, además de convertirse en el documental más lucrativo de la historia. "Más que una tendencia se trata de momentos coyunturales en los que el maisntream festivalero se acuerda del documental", valora De Pedro, antiguo programador del Punto de Vista, festival de documentales de referencia europea.

No obstante, De Pedro sí cree que nuestra percepción sobre el género está cambiando. "Lo innegable que las antiguas diferencias entre documental y ficción empiezan a verse como absurdas desde hace unos años. El espectador, los críticos y los grandes festivales empezaron a no diferenciar entre géneros. El documental se ha legitimado de algún modo. Esa es la principal lección que podemos sacar del palmarés de la Mostra, aunque festivales de prestigio como Bafici o Locarno, que también es de categoría A, hace años que incorporaron los documentales a sus competiciones".

De Pedro también analiza la nueva legitimidad del documental en contexto histórico. "El documental es un género que ha seguido una historia paralela a la ficción... hasta que hace relativamente poco tiempo comenzarona cruzarse con asiduidad.El crucepermitió al género ir más allá del tradicional documental periodístico y televisivo para adentrarse en la experimentación y las derivas artísticas. Ya no necesitaba ser objetivo. Es lo que hace unos años se denominó documental de autor. El caso es que, desde entonces, el género empezó a juzgarse con más respeto y en igualdad de condiciones con las ficciones".

Se acaban de estrenar en España tres documentales que han dado que hablar, algo extraño por las dificultades que encuentra el género para llegar a la gran pantalla

Curiosamente el palmarés de la Mostra ha coincidido con el estreno en los cines españoles de tres documentales que han dado que hablar los últimos meses, algo extraño por las dificultades que encuentra el género para llegar a la gran pantalla. Tres estrenos -Arraianos, El espíritu del 45 y The Act of Killing- que ilustran también las diversas corrientes que lo atraviesan. El espíritu del 45, documental del director británico Ken Loach sobre la pérdida del sentido comunitario en la era thatcherista/neoliberal, representaría su tendencia más periodística. El documental como reportaje de denuncia de la realidad.

Arraianos y The Act of Killing, por contra, formarían parte de lo que se conoce como documental creativo (a grandes rasgos: el equivalente al cine de autor en los mundos de ficción).The Act of Killing, dirigida por Joshua Oppenheimer, se estrenó la semana pasada y ya es una de las cintas shock del año: o los escuadrones de la muerte de la Indonesia anticomunista de los sesenta recreando teatralmente sus crímenes. "No he visto una película tan potente, surrealista y terrorífica en la última década", ha resumido Werner Herzog sobre un filme que se alzó con dos premios en la última edición del festival Documenta Madrid.

Arraianos, por su parte, es una de las cintas fetiches del cine alternativo español contemporáneo. El documental de Eloy Enciso, que tuvo un estreno simultáneo el viernes (cines, internet y DVD), entró el año pasado en la sección oficial del prestigioso Festival de Locarno. Desde entonces no ha dejado de crecer el murmullo sobre un filme que viaja al corazón de un bosque en la frontera de Galicia y Portugal para adaptar libremente un texto (O bosque) del dramaturgo gallego Jenaro Marinhas del Valle.

Más buenas noticias recientes. A falta de un calendario continuado de estrenos en salas comerciales, la Cineteca de Madrid se ha convertido en el espacio de referencia del género. El cine, instalado en el Matadero, centra su programación semanal en el estreno de documentales.Mikel Olaciregui, co-director de Cineteca y antiguo director del Festival de San Sebastián (2001/2010), valora así el palmarés de la Mostra: "Creo que en los festivales grandes siempre hemos considerado que un documental competía en igualdad de condiciones con la ficción, que se trata de géneros parejos en términos de calidad, aunque en el terreno práctico no sea así, no hay más que ver las carreras comerciales de cada uno. No obstante, el premio en la Mostra es un indicador más de la pujanza del documental. También una señal de cierta renovación en los festivales".

Otro asunto, como dice Olaciregui, son los escasos estrenos comerciales. Por cada documental que llega a la gran pantalla se estrenan "50 o 100 películas de ficción", según Olaciregui. Esta carencia justificaría por sí sola la existencia de un proyecto público como el de Cineteca, que actúa como un "factor corrector" de la cartelera. Con éxito. Cineteca ha presentado esta semana su programación de otoño resaltando sus buenas cifras de asistencia en la primera mitad del año. "La conjunción entre una línea de programación fiel a un criterio específico y una política de precios populares nos ha permitido alcanzar un porcentaje medio de ocupación de las salas del 41,09 %, muy por encima de las salas comerciales al uso", afirmó Vicente Mozo, co-director de Cineteca.

"Ha sido una sorpresa muy agradable. El año pasado, cuando nos hicimos cargo de la gestión de Cineteca, parecía una misión imposible aumentar el público de una sala de documentales en un contexto de crisis de asistencia a los cines. Pero pasó", cuenta Olaciregui, que cree que una de las claves está en la combinación de programación y comunicación. "Apostamos por una programación abierta dirigida a públicos diversos, desde un perfil poco aficionado al documental pero conectado a los temas que tratan las cintas, a los seguidores más exigentes del género".

Ahora Cineteca quiere crecer buscando "alianzas con otros centros culturales para ampliar el alcance de sus estrenos", adelanta Olaciregui.

Al fondo, el gran éxito del género en 2013, Searching for Sugar Man, presentado en Cineteca el pasado mes de febrero con la presencia de su director, Malik Bendjelloul. Desde entonces la película sobre el ascenso-caída-ascenso del Dylan Chicano (Sixto Rodríguez) se ha convertido en el mayor fenómeno boca/oreja del año. Lo nunca visto tratándose de un documental que llegó a la cartelera de puntillas. A finales de agosto cumplió seis meses en cartelera con una recaudación cercana a los 800.000 euros. Un hito para un género que quiere hacer boom definitivamente.

Ya fue noticia que la Mostra de Venecia incluyera dos documentales en su sección oficial a competición: The Unknow Know, del estadounidense Errol Morris, y Sacro GRA, del italiano Francesco Rosi. No es normal ver documentales compitiendo en igualdad de condiciones con la ficción en Cannes, Berlín y Venecia. Todavía más sorprendente aún (por su falta de precedentes) fue que Sacro GRA, que sigue las peripecias de varias personas que viven o trabajan en el entorno de la autopista que circunvala Roma, se llevara el León de Oro. A esto hay que sumarle que en la sección oficial también se pudieron ver, aunque fuera de competición, los últimos trabajos de tres nombres de referencia del documental contemporáneo: el chino Wang Bing (Til Madness Do Us Part) y los estadounidenses Alex Gibney (The Armstrong Lie) y Frederick Wiseman (At Berkeley), padre del documental americano moderno. Como si tras varios booms recientes del documental, hubiera llegado la hora de que compita a la par con la ficción.

Documental
El redactor recomienda