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estreno de 'cruce de caminos', con ryan gosling

Tragedia griega en tres actos

La última película del director de 'Blue Valentine' vuelve a contar con Gosling como protagonista de un drama con Bradley Cooper y Eva Mendes

Foto: Escena de 'Cruce de caminos'
Escena de 'Cruce de caminos'

Bendito Ryan Gosling. Quien pueda decir que ha sobrevivido a presentar programas de Disney Channel y a protagonizar adaptaciones de novelas de Nicholas Sparks que levante la mano. Por si fuera poco Gosling se ha convertido en actor fetiche de directores prometedores que han dado el salto definitivo al tenerlo a él como protagonista. Le pasó a Ryan Fleck con Half Nelson (única nominación al Oscar para el actor), a Nicolas Winding Refn con Drive, y a Derek Cianfrance con Blue Valentine.

Esta última joyita, estrenada en España con casi tres años de retraso (¡Viva la distribución!), supuso uno de los mejores retratos sobre el fin del amor visto en mucho tiempo y auparon a su autor a esa categoría tan difusa de: director a seguir.

Ahora llega su nueva película, Cruce de Caminos (una nueva gran traducción del original The place beyond the pines), su prueba de fuego. El resultado, un drama con tintes de tragedia griega que se va desinflando por momentos.

En ella Gosling es lo mejor de la función, y eso que al ver los primeros minutos es inevitable pensar, ya está haciendo el mismo personaje que en sus últimas cinco películas. Ese hombre hierático y hermético que no expresa sus sentimientos. Sin embargo según avanza su historia el actor llena de matices a este motorista y termina dando un recital que lo vuelve a confirmar como uno de los actores con más futuro del momento.

Ryan Gosling en 'Cruce de caminos'Conviene contar poco del argumento de Cruce de Caminos. Basta con decir que habla de un conductor de motocicletas de feria que de la noche a la mañana se encuentra con que ha sido padre fruto de una relación de una noche. Saber más sería destrozar el gran acierto de Cianfrance, que a la hora de película da un golpe sobre la mesa y cambia las normas del juego en un giro de guión sorprendente y arriesgado.

A partir de ese momento comienza otra película unida a la anterior por el sentimiento de culpabilidad que arrastra siempre a sus personajes. Pero lo que en su primer fragmento suena honesto y va acompañado de un estilo propio (genial plano secuencia que abre la película) se hace pesado y reiterativo en el segundo, comandado por un Bradley Cooper que flojea en las escenas dramáticas. El guión quiere hablarnos de muchas cosas en muy poco tiempo, corrupción, paternidades mal entendidas, culpa, redención… y al final no acaba por centrarse.

El realizador vuelve a realizar otra artimaña para poder contar su tercer acto, en el que confluirán los dos anteriores. Para llegar a él tiene que recurrir a un truco del destino tan forzado que te saca de la historia y acabas desvinculándote de los personajes.

Un drama en tres tiempos que comienza como un terremoto y termina como un ligero zapateo.

A Cianfrance le ha salido un guión excesivo, caprichoso, descompensado y con demasiadas pretensiones, algo que no puede compensar con su talento en la puesta en escena y una primera hora con la que sí que realmente logra enganchar y conmover.

Puede que sea la gran ambición de este autor lo que ha hecho que Cruce de Caminos termine convertida en una pequeña decepción. Algo que intentará compensar con su siguiente e interesante proyecto Metalhead, la historia de un batería de heavy metal que tendrá que aprender a vivir en un mundo de silencio cuando exploten sus tímpanos. Esta vez sin su actor fetiche como respaldo económico, estaremos esperando.

Cruce de caminos

Director: Derek Cianfrance

Género: Drama

País: EEUU

Duración: 140 minutos

Reparto: Ryan Gosling, Bradley Cooper, Eva Mendes, Ray Liotta, Rose Byrne

Bendito Ryan Gosling. Quien pueda decir que ha sobrevivido a presentar programas de Disney Channel y a protagonizar adaptaciones de novelas de Nicholas Sparks que levante la mano. Por si fuera poco Gosling se ha convertido en actor fetiche de directores prometedores que han dado el salto definitivo al tenerlo a él como protagonista. Le pasó a Ryan Fleck con Half Nelson (única nominación al Oscar para el actor), a Nicolas Winding Refn con Drive, y a Derek Cianfrance con Blue Valentine.

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