'Todes', las lenguas del Estado y control del poder: detrás de la bronca Cervantes vs RAE
Las palabras de Luis García Montero contra Santiago Muñoz Machado han destapado una discusión de carácter político. Varios académicos acusan al Gobierno de querer controlar la RAE
Los últimos días han reflejado un cruento desencuentro entre el Instituto Cervantes y la Real Academia Española a raíz de las palabras que Luis García Montero, director del primero, lanzó contra Santiago Muñoz Machado, presidente de la segunda, la semana pasada. Aquel dijo que "la RAE está en manos de un catedrático de Derecho Administrativo experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias y eso, personalmente, también crea distancias". Por su parte, la institución emitió horas después un comunicado en el que manifestaba "su absoluta repulsa por las incomprensibles manifestaciones del señor García Montero, por completo desafortunadas e inoportunas en la víspera del comienzo del X CILE". Y subrayaba que García Montero "ofende a la RAE y a la Asociación de Academias de la Lengua la agresión a su director y presidente, que ha desarrollado una labor extraordinaria en los siete años que lleva al frente de ambas instituciones". Y sí, todo ocurrió solo horas antes de viajar todos a Perú al X Congreso Internacional de la Lengua Española. El marco perfecto.
La pregunta era, evidentemente, qué había pasado ahí porque no es habitual este encontronazo que había provocado el Cervantes. Y, lo cierto es que, en última instancia, lo que hay detrás es una bronca mucho más áspera y de carácter eminentemente político, según han señalado académicos como Arturo Pérez-Reverte y Juan Luis Cebrián. Preguntado al respecto por este periódico, Exteriores, sin embargo, ha guardado silencio.
Lo que es evidente desde hace tiempo es que el Gobierno de Pedro Sánchez y varios de sus socios políticos consideran que la Real Academia Española (en cuyos 46 sillones solo se sientan en la actualidad ocho mujeres) no sigue los tiempos actuales. Al Ejecutivo progresista le molesta el rechazo de la institución a abrazar el lenguaje inclusivo. Como ya ocurrió cuando la entonces ministra de Igualdad, Carmen Calvo, encargó el informe para adaptar la Constitución a este lenguaje y recibió un no rotundo por parte de la academia. Le incomoda que los académicos y académicas hayan manifestado en repetidas ocasiones que el uso del masculino genérico es una característica inherente e inclusiva del idioma español, que el uso de esa fórmula no supone para nada una discriminación sexista y que el empleo de expresiones como todos, todas y todes supone una alteración de la morfología del castellano y un gasto de tiempo inútil.
Al Gobierno le incomoda el rechazo de la RAE al lenguaje inclusivo, como ya hiciera con el informe de Calvo para adaptar la Constitución
Y al Ejecutivo también se le atraganta que la RAE no defienda las lenguas cooficiales del Estado con la misma pasión y vehemencia con la que lo hace el Cervantes. “Nosotros, por la definición del instituto, nos sentimos vinculados con la diversidad de las lenguas del Estado, y no comprendemos la cerrazón de lo que es reconocer una riqueza”, aseguró García Montero el jueves de la semana pasada, en el desayuno con periodistas en el que abrió la caja de los truenos y cargó contra la RAE.
Santiago Muñoz Machado y Luis García Montero llegaron a sus respectivos cargos prácticamente al mismo tiempo, ambos en 2018. Pero de manera muy distinta. García Montero se convirtió en presidente del Instituto Cervantes, es verdad que como sus antecesores en ese puesto, al ser nombrado por el Gobierno; en su caso, por el ejecutivo de Pedro Sánchez. Otros han sido nombrados por otros Gobiernos. Muñoz Machado, sin embargo, fue elegido director de la RAE por el pleno de la Academia, imponiéndose finalmente a rivales como el periodista Juan Luis Cebrián, fundador y exdirector del periódico El País, y el filólogo y catedrático de Lengua española José Antonio Pascual.
Muñoz Machado fue reelegido en 2022 para capitanear la RAE. Y, dado que los estatutos de la Academia establecen que los mandatos de los directores tienen una temporalidad de cuatro años, el año que viene tendrán que convocarse nuevas elecciones. Muñoz Machado podría volver a presentarse dado que, aunque la normativa contempla que los puestos de los miembros de la Junta de Gobierno de la RAE solo son prorrogables una vez, en el caso del director es posible optar excepcionalmente a un tercer mandato. Sin embargo, todo parece indicar que Muñoz Machado, que el próximo mes de julio cumplirá 77 años, parece decidido a no repetir.
Según todos los indicios, el candidato con más papeletas para sustituir a Muñoz Machado al frente de la RAE sería Juan Luis Cebrián, quien desde 1996 ocupa el sillón V, y hay todo un grupo de académicos que estaría moviendo los hilos para esta elección. Y eso es algo que no le hace mucha gracia al Gobierno de Pedro Sánchez. Al fin y al cabo el veterano periodista, de 80 años, no solo está en contra del lenguaje inclusivo (“El uso del masculino genérico no tiene que ver con el machismo ni es un signo sexista sino un recurso que responde a la economía del lenguaje”, escribía ya en 2018 en El País) sino que también se ha convertido en azote del actual ejecutivo. Desde su columna en The Objetive, un medio de comunicación profundamente crítico con el Gobierno con el que Cebrián colabora desde marzo de 2024, el académico ha sido inmisericorde en sus ataques a Sánchez.
El candidato con más papeletas para sustituir a Muñoz Machado al frente de la RAE sería Juan Luis Cebrián, quien desde 1996 ocupa el sillón V
“Quien hoy nos preside posee las mañas de un tahúr pero también es un idiota, que solo aspira al poder por ambición personal, sin ningún proyecto político”, sentenció Cebrián, negro sobre blanco, en un artículo que publicó el pasado mes de marzo. Con respecto a la reciente trifulca también escribió: "Frente a la insensatez, la voracidad y el arbitrismo de quienes gobiernan, la RAE ha mantenido siempre un comportamiento insobornable".
Más allá de las desavenencias personales y conceptuales entre Muñoz Machado y García Montero, que sin duda existen, lo que la guerra entre el Cervantes y la RAE subyace es, según manifestó Pérez-Reverte, es el deseo del Ejecutivo de controlar esa institución. El escritor y académico Arturo Pérez-Reverte en su cuenta de Twitter acusó sin ambages a Exteriores de pretender “colonizar” la RAE a través del “mediocre y paniaguado director del Cervantes”.
“Es sencillo de explicar: la incompetencia de los sucesivos ministros de Exteriores, en especial del último, nos ha hecho perder la América hispana. El único vínculo de prestigio diplomático que aún se mantiene con ella, gracias a la RAE, es la lengua española”, comenzaba diciendo el post de Reverte. “Exteriores, a través de su mediocre y paniaguado director del Cervantes (criatura de Albares) pretende meter mano ahí también; colonizar el ámbito natural de la RAE abriéndose paso a codazos para protagonizar la fotografía. Y a ser posible, de cara al futuro próximo, prepararse para controlar también la Academia, si se le permite hacerlo. O sea, ponerla a su servicio y contaminarla como han hecho con todas las instituciones españolas. Lo que se traduce, en el caso que nos ocupa, de una siniestra mezcla de egos revueltos y mala fe”, remataba.
Y aún ha sido más duro en sus críticas contra García Montero el escritor y académico Álvaro Pombo, galardonado con el premio Cervantes 2024, el más importante de la Letras en español. “Tiene vocación de burócrata, como la mayor parte de comunistas que yo conozco”, se descolgaba contra el director del Instituto Cervantes en un artículo en ABC. “Es un poeta menor, agradablemente menor, pero faltón; chiquito, pero faltón”, añadía. Desde Arequipa (Perú), García Montero respondió a estas palabras manifestando que “las diferencias que haya las podremos conversar una vez acabado el congreso, en España, incluida la preparación de la sucesión del director de la RAE”.
Desde el Ministerio de Cultura, Ernest Urtasun sí ha dado su apoyo al director del Cervantes. Anoche desde Arequipa manifestó que el Ministerio está "plenamente implicado" y "muy satisfecho" en cómo funciona el organismo público que depende de Exteriores.
Por su parte, la ASALE, la Asocación de Academias de Lengua Española, ha remitido esta madrugada (hora española) un comunicado en el que apoya la gestión de Muñoz Machado:
"La ASALE quiere reconocer, muy especialmente, el firme liderazgo intelectual y cultural que desarrolla nuestro presidente, el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, que está impulsando nuestra organización y trabajo común con acciones panhispánicas muy variadas, enriquecedoras e innovadoras. La ASALE respalda unánimemente su iniciativa y comparte su programa de actuación tanto en el ámbito institucional como en los numerosos proyectos que desarrollamos mancomunadamente al servicio de las necesidades de los hispanohablantes de todo el mundo en el complejo tiempo actual."
Vienen meses movidos para las instituciones que supuestamente velan y protegen la lengua española. A finales de 2026 habrá elecciones para presidente de la RAE y los distintos grupos se están posicionando entre los que defienden la continuidad de la política actual sobre lenguaje inclusivo y lenguas del Estado... Y un posible cambio en la dirección.
Los últimos días han reflejado un cruento desencuentro entre el Instituto Cervantes y la Real Academia Española a raíz de las palabras que Luis García Montero, director del primero, lanzó contra Santiago Muñoz Machado, presidente de la segunda, la semana pasada. Aquel dijo que "la RAE está en manos de un catedrático de Derecho Administrativo experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias y eso, personalmente, también crea distancias". Por su parte, la institución emitió horas después un comunicado en el que manifestaba "su absoluta repulsa por las incomprensibles manifestaciones del señor García Montero, por completo desafortunadas e inoportunas en la víspera del comienzo del X CILE". Y subrayaba que García Montero "ofende a la RAE y a la Asociación de Academias de la Lengua la agresión a su director y presidente, que ha desarrollado una labor extraordinaria en los siete años que lleva al frente de ambas instituciones". Y sí, todo ocurrió solo horas antes de viajar todos a Perú al X Congreso Internacional de la Lengua Española. El marco perfecto.