¿Está perdiendo hablantes nativos el catalán? (No lo sabemos porque no hay datos oficiales)
En su futuro tenemos un escenario continuista en el que el catalán sigue siendo lengua cooficial con fuerte presencia en la escuela y la cultura, pero sin llegar a generar monolingüismo
El Estatuto de Autonomía de Cataluña contiene una exigencia difícilmente conciliable: preserva y garantiza el derecho a la llamada disponibilidad lingüística. El derecho a ser atendido en catalán en un establecimiento choca con el derecho a utilizar libremente la lengua que se considere más adecuada. ¿Qué es eso de que nos digan cómo tenemos que hablar? Las lenguas tienen sus códigos, y estos son inviolables.
La discriminación lingüística denunciada por un concejal de ERC, tras negarse un establecimiento a atender en catalán a su pareja, no constituye el modo más eficaz de promover el catalán. ¿Se está volviendo antipática la lengua autonómica por falta de tacto al inyectarlo allí donde encaja y también donde va forzado?
Quienes residen en Cataluña son catalanes, del mismo modo que los de la Comunidad de Madrid, procedentes de tan diversos orígenes, son madrileños. Los catalanes hablan español: el 99,6% lo entiende, el 99,2% lo habla, el 97,5% lo lee y el 94,5% lo escribe (Enquesta d’usos lingüístics de la població, 2023). Son porcentajes que bien podrían obtenerse para el uso del español en la Comunidad de Madrid.
Buena parte de estos habitantes de Cataluña hablan también catalán. Unos porque lo han heredado en familia, otros porque lo han aprendido en la escuela. Entre los escolarizados, unos son nativos de catalán y otros nativos de castellano. Como los segundos, que son mayoría, no pueden estudiar en su lengua materna, que es lo que preferirían, los llamaré cordialmente, y con una chispa de humor para distinguirlos, hablantes de catalán añadido. También entran en este grupo los nativos de otras lenguas, como el árabe, el rumano o el chino... que, dicho sea de paso, preferirían aprender castellano.
¿Cuántos son los nativos de catalán y cuántos los añadidos? No lo sabemos porque no se dice. Se oculta con eufemismos como lengua inicial
¿Cuántos son los nativos de catalán y cuántos los añadidos? No lo sabemos porque no se dice. Se oculta con eufemismos como lengua inicial, habitual o de identificación. Sumados unos y otros, estos son los porcentajes oficiales de conocimiento terminada la enseñanza obligatoria: el 93% de la población de más de 15 años entiende el catalán, el 80% lo sabe hablar, el 84% lo sabe leer, y el 66% lo sabe escribir. Todos, nativos e invitados libres y forzosos, van en el mismo saco. ¿A nadie se le ocurre decir que para los nativos el catalán es natural y espontáneo, pero no para los nativos de español? Y como ambos se divierten en la discoteca, la lengua que les sirve es, sin más remilgos, el castellano. ¿En qué lengua hablarán a sus hijos los matrimonios que se han conocido en español?
Demos un paso más. Una cosa es hablar catalán y otra sentir la necesidad de hablarlo, aunque se sepa. Según datos de 2023, el 24% de los catalanes habla solo castellano en toda situación. El 33% habla casi siempre castellano y esporádicamente catalán. El 43% habla casi siempre catalán y esporádicamente castellano. Deducimos, pues falta un dato importante, que el 0% habla solo catalán en toda situación, porque este porcentaje, tan relevante, no se ofrece.
La relevancia
La vitalidad de una lengua se mide por el número absoluto de hablantes, por las funciones sociales y culturales, por la transmisión intergeneracional; en su progresión y continuidad tiene un valor decisivo la riqueza en hablantes monolingües, salvo en lenguas como el neerlandés, el sueco o el noruego, que han hecho del ambilingüismo su modus vivendi, una vez aceptada la eficacia del inglés para el desarrollo cultural.
Se suele estimar que el catalán cuenta con 9,5 millones de hablantes. En relación con las lenguas del mundo, en mi Diccionario Espasa de las Lenguas ocupaba el puesto 62º, un lugar privilegiado. Si contamos las funciones sociales y culturales, cubre totalmente las primeras; pero durante tres siglos las funciones culturales quedaron reservadas al castellano, porque el catalán vivió su época de decadencia (siglos XVII al XVIII), si bien nunca dejó de escribirse del todo, pues hubo producción literaria, aunque menor, y algunos textos administrativos, jurídicos y eclesiásticos. Las autoridades académicas realizan serios esfuerzos por recuperar la dimensión cultural del catalán, pero eso es algo que depende más de los hablantes que de los impulsos institucionales.
En cuanto al progreso de la transmisión intergeneracional, no lo sabemos. No hay cifras.
Evolución del ambilingüismo
Cuando una comunidad de hablantes, entra en el proceso de añadir otra lengua a la propia, la más débil tiende a perder terreno. Para no confundir con los hablantes bilingües que aprenden otra lengua y la utilizan de vez en cuando con diversos fines, llamaremos ambilingües a los que a diario utilizan dos lenguas con igual destreza.
En Cataluña encontramos hablantes ambilingües y hablantes monolingües de castellano. En las lenguas del ambilingüismo los hablantes van pasando a monolingües de la lengua fuerte en los cambios generacionales. El proceso puede ser lento, pero ineludible. Las leyes evolutivas de las lenguas impiden la inversión, salvo en situaciones de dudoso éxito como las del gaélico en Irlanda, maorí en Nueva Zelanda o el hebreo moderno, pero eso lo dejaremos para otro artículo. Los casos a los que a veces se acude como revitalización lingüística están envueltos en idealismo. El euskera no logra estar presente de manera notoria en la calle. Aunque el uso del hebreo es pleno, carece prácticamente de hablantes monolingües (por lo general niños antes de escolarizar) porque se sirven del inglés en el desarrollo cultural. No se conocen vueltas al monolingüismo de lenguas afianzadas en su condición de lengua débil del ambilingüismo.
Lenguas como el sueco, noruego, hindi, árabe o tamil utilizan el inglés sin renunciar a su lengua propia, para ensanchar su horizonte comunicativo, de la misma manera que el tártaro y el uzbeco recurrieron al ruso; y el bretón al francés; y el veneciano al italiano y las lenguas de España al español. Es una evolución natural.
El futuro del catalán
En la enseñanza, la cultura y la administración autonómica, el catalán está presente, pero mucho menos en la justicia, en los grandes medios de comunicación estatales, en las relaciones internacionales y en la voluntad de más de la mitad de los hablantes. Allí donde no está es porque no es necesario. Para acceder a estudios superiores, empleo o administración central, el conocimiento del español o del francés es indispensable. La televisión, cine, música y plataformas digitales están dominadas por el español. El flujo constante de inmigración interna y externa introduce nuevos grupos que adoptan el español, con lógica evidente, como lengua principal.
Para que una lengua adquiera independencia funcional, necesita un desarrollo que iguale a la lengua fuerte.
Ni el español amenaza por sí mismo al catalán, ni el catalán puede imponerse allí donde no nace de modo espontáneo.
En su futuro tenemos un escenario continuista en el que el catalán sigue siendo lengua cooficial con fuerte presencia en la escuela y la cultura, pero sin llegar a generar monolingüismo. En un escenario de revitalización fuerte, con más políticas lingüísticas y apoyo social, el catalán podría aumentar su peso, pero siempre en un marco de ambilingüismo. El tercer escenario plantea un debilitamiento del catalán si baja la transmisión familiar. Pero se carece de datos concluyentes. ¿Podría ser que no quieran que se sepa que está perdiendo hablantes como lengua nativa?
El catalán avanza entre la naturalidad y el empeño, entre la lengua heredada y la aprendida. Su porvenir no depende tanto de las leyes como de la estima. Las lenguas no se sostienen en la obligación de aprenderlas, sino en el placer de utilizarlas. Ni el español amenaza por sí mismo al catalán, ni el catalán puede imponerse allí donde no nace de modo espontáneo.
*Rafael del Moral es sociolingüista experto en lenguas del mundo y autor de la 'Enciclopedia de las lenguas', 'Breve historia de las lenguas', 'Historia de las lenguas hispánicas' y' Las batallas de la eñe', así como de numerosos artículos en revistas especializadas.
El Estatuto de Autonomía de Cataluña contiene una exigencia difícilmente conciliable: preserva y garantiza el derecho a la llamada disponibilidad lingüística. El derecho a ser atendido en catalán en un establecimiento choca con el derecho a utilizar libremente la lengua que se considere más adecuada. ¿Qué es eso de que nos digan cómo tenemos que hablar? Las lenguas tienen sus códigos, y estos son inviolables.