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Se acabó: Andy y Lucas culminan su divorcio con un concierto de despedida en Vistalegre
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Se acabó: Andy y Lucas culminan su divorcio con un concierto de despedida en Vistalegre

Más de 20 años después de su debut, los gaditanos Andy y Lucas ponen punto final a su historia en el Palacio de Vistalegre. Rumores, reproches y una gira interminable... El dúo firma su particular separación

Foto: Un momento del concierto este viernes de Andy y Lucas con el que el duo se despide definitivamente de los escenarios. (EFE / Juanjo Martín)
Un momento del concierto este viernes de Andy y Lucas con el que el duo se despide definitivamente de los escenarios. (EFE / Juanjo Martín)

No caían mal Andy y Lucas. Quizá parecían un poco canis, pero era la época ("deja a los chavalotes, déjalos que caminen como ellos camelen"). Lo petaban en los dosmiles en formato Mp3. Flamenquito, Arnettes, oros, mullet y –como Dios manda– el calcetín por encima del chándal. Pero sería injusto adjudicarles a Andy y Lucas este sanbenito; son, lo que se diría, canción popular.

En Radiolé y más en Cadena Dial pegaban fuerte Diego Torres (Color Esperanza), Álex Ubago (Aunque no te pueda ver), La Oreja de Van Gogh (20 de enero), UPA Dance (Sámbame), David Civera (Bye, Bye), Jarabe de Palo (Bonito), Alejandro Sanz (No es lo mismo), El Canto del Loco (La madre de José)... Y entre la irrupción del reggaeton y Operación Triunfo, ahí estaban Son de amores y Tanto la quería, de dos chavales de 21 años que montaban la de Dios es Cristo en un concierto de algún lugar del extrarradio.

Pero cuando Andrés Morales Troncoso (Andy) y Simón Lucas González Gómez (Lucas) anunciaron que se tomarían un tiempo, nadie podía imaginar que el "romance" que se había extendido durante algo más de dos décadas iba a terminar desembocando en un proceso de "divorcio" que ha tenido en vilo a las atribuladas seguidoras, pendientes de un tour de despedida (Nuestros últimos acordes) de nunca acabar. Con la cancelación del concierto de La Coruña (5 de octubre), la última fecha, la de Madrid en el Palacio de Vistalegre (10 de octubre), quedaba en vilo. ¿Qué está pasando con Andy y Lucas?

Las cinco fases del duelo

Uno se imagina a Andy y Lucas como Paco Martínez Soria y Florinda Chico en El alegre divorciado, cuando el matrimonio, de viaje en México, se pone a discutir a propósito de estos menesteres conyugales: "¡Llevo muchos años aguantándote y ya me he cansado!". Algo así ha debido de suceder entre Andy y Lucas. El dúo gaditano reveló (más bien Lucas) en noviembre de 2023 en El Hormiguero que dejaría la música tras una última gira. Desde entonces, los días finales de esta historia se han escrito siguiendo los preceptos del duelo amoroso. Hablaron de tomarse un tiempo y van a terminar en los juzgados.

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-NEGACIÓN: Aunque ambos insistieron al principio que el motivo por el que hacían este paréntesis era la enfermedad de Lucas (cardiopatía isquémica), mantuvieron la esperanza de recomponer el dúo dentro de un tiempo. De hecho, en mayo de 2024 declararon que podrían volver "si todo vuelve a sus cauces" tras la mejoría del cantante.

Hasta ahora el dúo ha intentado mostrar normalidad, encubriendo mediante desmentidos los rumores de pelea. Lucas, de hecho, negaría rotundamente también las noticias de un enfrentamiento reciente, calificándolas de "un bulo total". Incluso aseguró públicamente que "no es así que esté enfadado con mi compañero". Negaba incluso la separación, aunque parcialmente, porque en la mencionada entrevista con Pablo Motos Andy era rotundo en su respuesta mientras que a Lucas se le escapó que era una separación. Similar situación de vacile en la réplica se produjo en el ten con ten con Poty Castillo en el podcast Show Business Plus.

-IRA: Comenzaron entonces las recriminaciones públicas. Lucas cargó contra Andy acusándolo en Me quedo conmigo de no tener disciplina. Andy, dolido por esas críticas, respondió con indirectas en Instagram, publicando mensajes como "No gastes energía probando nada, el tiempo siempre pone la verdad donde todos puedan verla".

Andy no hablaba o se limitaba a las citas en las redes sociales, era prudente, pero no así su partenaire, entregado a la polémica. Sin ir más lejos, Mariano Díaz (telonero de Andy y Lucas), ha mencionado el "trato vejatorio" que recibían los músicos por parte de Lucas: "Flipé en colores, los portazos que pegaba en la puerta, cómo trataba a los músicos...".

A esto se suman los dimes y diretes con un antiguo promotor del dúo, que reclamaba 360.000 euros, correspondiente a sus honorarios por los más de 30 conciertos que cerró con ellos. Lucas, indignado, respondía a la prensa: "¡¿Qué deuda tengo yo?! ¡Si yo soy millonario! ¡¿A mí qué cojones me estás contando de deuda?! ¡Si he vendido tres millones de discos! […] Es un sinvergüenza, se ha inventado todo […] Es un discotequero, un caradura, jovencito, comercial de la noche, un sinvergüenza".

placeholder Andy y Lucas durante su concierto de despedida. EFE / Juanjo Martín
Andy y Lucas durante su concierto de despedida. EFE / Juanjo Martín

-NEGOCIACIÓN: En esta fase aparecieron los gestos de arreglo o futuro incierto, más si cabe cuando salió a la luz la relación contractual que hay entre los dos, como que Andy trabajaba para Lucas, que controlaba –con la empresa Lugon Producciones S.L.todo lo que tenía que ver comercialmente con el grupo, incluso los cachés. "¿Jefe de Andy? Me da como vergüenza ajena, por favor. Si saben ya que llevamos tantos años juntos, ¿cómo voy a ser yo el jefe de Andy? Somos compañeros. Y lo que él opine va a misa y lo que yo opine va a misa también. Somos Andy y Lucas. Yo no soy nada sin él y él no es nada sin mí", contaba Lucas en la entrevista concedida al programa de Mediaset.

Sin embargo, el músico confirmaba que "en el papel, él es el empresario": "Yo soy el que firmo, el que lleva el contrato... Si te pones, sí; podría ser el jefe de toda la gira. Pero me pongo en el lugar de Andy: '¿Para eso he quedado yo? ¿Para que tú seas el jefe? ¿Entonces yo qué pinto aquí?' No, pisha, no". Excusatio non petita, accusatio manifesta.

-TRISTEZA: El dolor personal afloró en las confesiones de ambos. Andy admitió haberlo pasado muy mal durante la gira, en concreto desde mayo: "Sentía que estábamos forzando la situación". Y añadió además que "personalmente habría suspendido la gira" ante tanto desgaste. Lucas, por su parte, reconoció sin rodeos que el período le resultó "muy duro" al tratar su problema de salud y encajar la pérdida de su hermano mayor, Pedro, el pasado 5 de marzo.

Quienes más han sentido este parón (primero) y despedida (después) han sido los fans, entre la pena y la decepción. "Estoy triste desde anoche que escuché la noticia. Tenía 17 años cuando en la radio escuché Son de amores. Así comenzó una andadura junto a vosotros. Entre conciertos y firmas de discos he podido conocer a personas maravillosas que me llevo conmigo", publicaba en un post una seguidora valenciana.

Pero en el anuncio del concierto del día 10 de octubre que el grupo ha publicado en sus redes sociales, algunos comentarios han sido más críticos: "El último dicen... Y llevan dos años diciendo lo mismo", "Ojalá nunca se arrastraran, pero es su decisión. Siempre escucharemos a este dúo clásico de España", "Han engañado tantas veces, que llevan meses intentando vender las entradas para el supuesto último concierto. Se van a comer las entradas con papas"...

-ACEPTACIÓN: Finalmente, cada uno ha ido mirando hacia adelante. Andy confesó que ahora sí se ve preparado para encarar una carrera en solitario: "Antes no me veía preparado para ir solo, pero ahora sí… creo que este es mi momento". Lucas, que respondía, contaba se centrará en su academia musical en Yuncos, Toledo (dice que cuenta con más de 200 alumnos): "En su carrera [la de Andy] en solitario le deseo lo mejor, que lo quiero muchísimo y él lo sabe… Ya me he quedado tranquilo".

Pero el daño ya está hecho. El entorno de Andy ha declarado que quería salir de ahí, que no lo estaba pasando bien. A partir de ahora, el futuro de ambos, aunque malaventurado, va a estar cubierto por la alargada sombra de Andy y Lucas, no ya por las canciones, sino –pese a todo– por las salidas de tono de Lucas y las huellas que el tiempo —y la vida— han dejado en su rostro, tan marcadas como las del propio dúo, cuyo distanciamiento es de tal magnitud que ya solo hablan entre ellos a través de sus abogados.

(El 14 de julio de este año, Lucas dio de alta la sociedad limitada Escuela de Música Multifuncional Son de Amores, cuatro meses después de inscribir en el Registro Mercantil de Toledo Los Pipicaca Sociedad Limitada, empresa de contrataciones y producciones de actuaciones artísticas; management, representación y promoción de artistas; gestión, administración, producción, edición, explotación, promoción de obras audiovisuales, edición musical y diseño gráfico.)

¿Seguirá funcionando el microondas?

Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), en España se registraron un total de 82.991 divorcios (además de 3.604 separaciones) en 2024, un 8,2% más que el año anterior, con una media de duración de los matrimonios de 16,6 años. Sin embargo, la cifra se encuadra dentro de las más bajas, pues en 2012 hubo un total de 110.764 disoluciones matrimoniales, muy por debajo de las 137.044 registradas en 2005, cuando Andy y Lucas se encontraba en pleno ascenso tras la publicación de sus dos primeros discos: Andy & Lucas y Desde mi barrio.

Ya empieza a ser tradición que alguien del público haya preparado una sorpresa sobre el escenario para pedirle la mano a su pareja durante el espectáculo. Pero no deja de ser irónico que haya sucedido en conciertos de Andy y Lucas, visto ahora con el tiempo.

¿Se acabarán divorciando Verónica y Francisco José? Lucas, "de Andy y Lucas", les había enviado un vídeo deseándoles lo mejor en la preboda, pues el bueno de Francisco José había hincado rodilla ante Verónica en abril de 2018, el mismo día que ella cumplía años, en un concierto. Fran y Vero se habían visto en la firma de discos de Andy y Lucas en Málaga. Él aseguraba que estaban predestinados a conocerse. A ella un día le dio un arrebato y le dejó en la mano un papelito con un número de teléfono y un nombre: "Vero". Él lo guarda todavía en la cartera. O lo guardaba. Quién sabe. No obstante Lucas, "de Andy y Lucas", les había deseado suerte.

(Verónica, que cuenta con 35 años, acaba de echar el cierre a su restaurante. Francisco, a sus 37, sigue dedicándose al camión).

¿Seguirá funcionando el microondas que le regalaron a Vero y Fran en 2014, cuando se "arrejuntaron"? ¿Y qué será de aquella chica que no sabía dónde meterse cuando su novio se le declaró en un concierto de La Coruña? ¿Qué será de Suleima? La subieron al escenario en octubre del 2024 (en Telde) para cantar Echándote de menos con sus ídolos.

placeholder Andy y Lucas en 2012, cuando interpretaron un himno para promover la paz en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.  EFE/David Valenzuela
Andy y Lucas en 2012, cuando interpretaron un himno para promover la paz en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. EFE/David Valenzuela

Suleima iba por el concierto, pero se quedó por el baile agarrado con Lucas, quien luego se arrodilló ante ella para preparle el terreno al novio, de nombre Javito, que ya encaraba la tarima vestido de chándal y oro, nervioso, guardando en las espaldas una pequeña caja de color blanco. "Anda, casi ná, pisha. Qué peazo...", exclamaba Lucas observando a Javier ponerle el anillo a su flamante prometida, que había estado soñando con Andy y Lucas desde los 12 años. "Uh... Esta noche toca, ¿eh? Esta noche...". Un fenómeno Javito.

(En el vídeo original se puede escuchar a alguien comentar: "en un mes, mes y medio... están separados". ¿Se estaba refiriendo a Suleima y Javito o a Andy y Lucas?)

¿Y María, que dijo "sí, quiero" en el entonces WiZink Center ante miles de personas? "María, tu pedida se va a hacer viral antes que el concierto, María...". Lucas, de "Andy y Lucas", tenía soltura en estas lides, mientras Andy, que se mantenía discreto, hacía algún chascarrillo o comentario. (Supuestamente, Andy no podía interactuar sin el "permiso" de Lucas).

Un fugaz momento

El pasado lunes 29 de septiembre, la agencia Borsania, encargada de la gestión de comunicación del último show de Andy y Lucas (el de Vistalegre, en Madrid), convocaba a los medios a las siete de la tarde del mismo día 10 de octubre, dos horas y media antes del concierto, para organizar un encuentro con el dúo y los invitados en el photocall. ¿Asistirían y hablarían los dos juntos o lo harían por separado, cruzándose puyas delante de las cámaras y los micros, como hicieron Txus di Fellatio y José Andrea (Mägo de Oz) cuando llegaron al aeropuerto de Monterrey (México) en 2011?

Pues ni una cosa ni la otra, porque la fugaz aparición de Andy y Lucas ha dejado con hambre a la prensa del corazón, dominante en el photocall. "Estamos súper nostálgicos, con mucho sentimiento, y estamos agradecidos por la afluencia, porque hayáis venido", declaraba Lucas. "Sé que hay entre los periodistas algún seguidor nuestro y queremos brindar con ustedes por el escaparate que nos habéis dado durante todo este tiempo en vuestros medios y en vuestras cadenas. Andy y yo hemos sido lo más amable posible, hemos intentado ser un dúo de ejemplo. Disfrutad del concierto", continuaba ante la estupefación de los artistas de canutazo, que estirando el brazo (con el micro) han visto cómo su ilusión por rascar unas palabras se desvanecía, pues Lucas ya lo advertía: "No nos preguntéis sobre 'eso', porque estaréis estropeando el concierto... y ustedes no querrán que nosotros vayamos a vuestra boda a estropearla, ¿no? Espero que entiendan que no haremos declaraciones. Os queremos mucho. No os podemos decir otra cosa".

placeholder Andy y Lucas, durante el photocall previo a su concierto de despedida. EFE
Andy y Lucas, durante el photocall previo a su concierto de despedida. EFE

Y se acabó lo que se daba. Hay quien cree que han sido fríos y que no se han mirado a los ojos. Es más, Andy no ha dicho ni mú. En un minuto escaso, han resuelto la comparecencia y el posado, y se han marchado hacia los camerinos rodeados de una nube de seguridad.

Por la "alfombra verde" han desfilado los invitados que han sido citados para cantar con Andy y Lucas: María Pelaé y Nolasco, pero no El Arrebato, que ha sido baja de última hora. El resto de nombres corresponde a la fauna y flora del "cotilleo" y el reality, el animalario de lo que llaman "celebrity": Nieves Herrero, Rosario Mohedano, Emma García, Laura Cuevas, Omar Suárez, Rocío Flores...

Fuera, en los aledaños, el público que aguarda a entrar en el coso carabanchelero se confunde con los clientes del supermercado de los bajos. Pasa un coche de los municipales y a una ambulancia no le permiten hacer una maniobra para acceder al parking. Y entre el ruido del tráfico se puede oír una canción del dúo (Silencio) que uno de los bares de la zona ha puesto en alto muy oportunamente: "...Cuando decías que me querías... Cuando decías que me soñabas... Era mentira...".

¿Es el final de Andy y Lucas un divorcio? Para la periodista Nieves Herrero, la situación se le asemeja más a una separación: "Yo creo que pueden retomar la amistad en cualquier momento aunque sus caminos se hayan separado", cuenta a El Confidencial. "Creo que han tenido más relación entre ellos que con algunos de los familiares. Han recorrido España, han viajado desde el instituto... Yo me pongo en su situación, pensando en que me he enfadado con uno de mis hermanos, y hacemos las paces rapidísimo. Los finales en las parejas son complicados de gestionar, pero una vez que pasa el momento duro y difícil, creo que vuelves a coger el teléfono a la otra persona".

María Pelaé piensa que, más que un divorcio, es una relación abierta: "Muchas veces se ponen los cuernos, pero lo mismo lo han hablado antes, así que si todo esá hablado, bendito sea". En cuanto a Nolasco, otro de los invitados, la relación de Andy y Lucas le ha resultado larga "con unos hijos (las canciones) maravillosos": "Quien pueda tirar la primera piedra, que la tire. Yo todavía no he tenido una relación que haya durado más de cuatro años, así que 20 años me parecen una auténtica pasada".

Encuentros en la tercera fase

Si en la cara oculta del escenario todo está a punto, venga las cinco notas: Mi-Re-Do-Do-Sol. Con este guiño a la película Encuentros en la tercera fase (una referencia compleja para ser Andy y Lucas) y tras una cuenta atrás, daba comienzo el show de despedida, que arrancaba con el tema Toda la noche, "un homenaje a la música disco de los 80" que más bien parecía de Luis Miguel por el sonido de la banda y en concreto por el bajo de Manuel Nieto. "Buenas y nostálgicas noches, Madrid", saludaba Lucas sin quitarse las gafas de sol.

"Ahora que solamente estamos tú y yo..." Cantaba Andy, pero era el público más audible dada la emoción que desprendían coreando Quiéreme, la segunda de la noche, que pasó como un huracán emocional por la pista. En honor a la verdad, y obviando el desarrollo de los acontecimientos, parecía que lo comentado anteriormente (polémicas, "divorcios", columpiadas...) nunca hubiera existido. Así, es de suponer, que vive mejor el fandom de Andy y Lucas: en un sueño adolescente, solo que en esta ocasión, al despertar, es posible que arrastren una ligera resaca.

Pero sí, ha sido sobrecogedor vivir el espectáculo. Si en el photocall hacía frío, bajo los focos era evidente que el amor quemaba. "Bueno, llegó el día y la hora. Buenas y nostálgicas noches, Madrid. ¿Cómo estáis? ¿Bien?", repetía Lucas, que invitaba a subir al escenario a algunos de los asistentes para ser "una estrella del pop" con Andy y Lucas. Después de Tanto la quería, más adelante, subieron unos afortunados con pancarta, pero hasta entonces tocaba seguir con el medley (Llévatela y El ritmo de María), adornado con las llamas saliendo del escenario. Lucas pedía palmas, pero el fuego pedía cuernos "jebis".

placeholder Concierto de despedida de Andy y Lucas en Vistalegre. EFE
Concierto de despedida de Andy y Lucas en Vistalegre. EFE

Lucas se volvía a dirigir al respetable: "Ahora nos vamos a teletransportar al año 2004. Nosotros en esta bonita carrera hemos hecho amistades, pero sobre todo una, que es la que viene aquí ahora". Entonces subía con ellos Nolasco para compartir la canción Por ella (curiosamente, el músico sevillano cantó La llama del amor con Andy y Lucas en el álbum 20 años en más de 20 canciones). "Antes de irme, me gustaría darle las gracias a mis dos grandísimos amigos, que son leyenda de la música de este país", finalizaba Nolasco.

Lucas se imaginaba que estaba en Wembley. O eso es lo que decía al volver a pedir palmas llegado a Quiero ser tu sueño, uno de los –llamados– hits de la brigada flamenquita, animada por toda una banda de músicos que para sí la quisieran otros.

Seres de luz

Suena la guitarra de Manuel "El Pelu" Monje, sobrino de Camarón, y el escenario se queda huérfano del dúo al dar comienzo una versión de Como el agua. Y tras el breve interludio, un solo de batería secundado por los graves del bajo, que hacían retumbar las estatuas taurinas del acceso sur de la plaza de toros de Vistalegre. Un poco de pop, un tanto de flamenco, y algo de rock and roll.

Y entre tanto, ¿qué estarían haciendo Andy y Lucas en el camerino? Pues debían estar cambiándose de atuendo, porque Andy ha reaparecido de blanco, él solo, repartiendo recuerdos a los amigos, familiares y público: "Este es el último. Ha llegado el final... Y... bueno...". Andy se estaba rompiendo. No era para menos. "Antes de presentar el tema (Abuelo) con el que continuamos, quería daros a todos las gracias por todos los mensajes que he recibido hoy y todos los días". Suspiros de piano, aplausos sentidos... y una lágrima en memoria de los que ya se han ido. "Andy es un ser de luz", comenta una chica en la primera fila, también con la voz quebrada, a punto de entonar Y en tu ventana, en honor a las mujeres, "lo más bonito que Dios ha puesto en el cielo", añadía Lucas para rematar. "Y el que no esté a gusto con ella, que se divorcie".

Abajo luces y arriba los teléfonos móviles con la linterna encendida. Un cielo de estrellas que se movía en mareas a merced de Lucas, el director de orquesta de este firmamento urbano: "...Sería capaz de bajarle una estrella...", cantaban ambos en el turno de Pasarán, rubricado con el canto sureño de la corista, siendo el instante la antesala de Echándote de menos, con una invitada (Nerea) que estaba formando parte del show solo por haber aceptado la invitación de subir a la tarima con Andy y con Lucas. "Y ahora, ¿quién quiere una camiseta?" Y salaos los dos, se prestaron a dispararlas con un cañón (¿es que nadie va a pensar en Maude Flanders?).

Supieron Andy y Lucas mantener el tipo. Si a la mitad del concierto se habían ganado hasta al más escéptico, lo que prosiguió ameritaba de jolgorio, lásers y más llamaradas (con Celos). "Que no se acabe nunca", se escuchó por la pista.

¡Vamos, que nos vamos, niño!

El volumen había subido. Era innegable. Como también era evidente que se estaban puliendo el cancionero de la noche en un tris, atacando canciones de dos en dos. Sirva de ejemplo la combinación de Tú lo que buscas es un novio y Carita morena, garganta a garganta con María Pelaé que, como Nolasco, ya había participado en el mencionado álbum 20 años en más de 20 canciones, solo que María sí estaba repitiendo canción.

Lloraba a moco tendido una mujer. De hecho, estaría abriendo el grifo todo lo que le dio de sí el cuerpo, desde Mírame a la cara hasta el tema que da título a esta gira: Nuestros últimos acordes, una pieza "loleable" con un requiebro hacia el buscado "olé". Se podía aquí mascar ya la despedida, aunque todavía quedaban cuatro cortes más, entre ellos Son de amores.

La traca final. Chispas y confeti. "¡Otra! ¡Otra! ¡Otra!", animaba Lucas yéndose a negro. El bis estaba cantado, pero era de recibo forzar un poco el deseo antes de cerrar del todo el recital con De qué me vale, Me estoy volviendo loco y Tanto la quería, acompañado de un vídeo que los seguidores han regalado al dúo y unas sentidas palabras de agradecimiento por parte de Andy: "Todo aquel que me conoce sabe que hablar en público no es mi fuerte, no me acostumbro a todo esto (a pesar de los años). Os tengo mucho respeto, como tiene que ser, y siempre es Lucas el que..." Pero le interrumpieron coreando su nombre al unísono. "Un momento... Me cuesta abrirme de esta manera. Muchísimas gracias. Ya no podrán decir 'qué larga es la gira de Andy y Lucas', porque ustedes han sido el colofón". Y otra vez a llorar, porque Lucas se ha unido al discurso con la voz quebrada también: "Esto es una celebración de la música, la amistad y de todo lo que he logrado contigo".

Andy y Lucas han salido por la puerta grande (literalmente). Se han venido arriba

Se acababa de llenar el escenario –con la gente que había subido levantando sus pancartas y la crew al completo– cuando Andy y Lucas se abrazaron con sinceridad, tal vez por primera vez desde hacía mucho tiempo. No son hermanos, pero como si lo fueran, aunque ahora mismo no estén pensando en sentarse a cenar en Nochebuena.

Ha terminado la fiesta ("¡vamos, que nos vamos, niño!") y Andy y Lucas han salido por la puerta grande (literalmente). Se han venido arriba. Pero cuidado con beber habiendo abrazado la ruptura sentimental recientemente, pues es posible que los efluvios del alcohol provoquen una retahíla de mensajes de Whatsapp de los que luego arrepentirse con las claritas del amanecer.

No caían mal Andy y Lucas. Quizá parecían un poco canis, pero era la época ("deja a los chavalotes, déjalos que caminen como ellos camelen"). Lo petaban en los dosmiles en formato Mp3. Flamenquito, Arnettes, oros, mullet y –como Dios manda– el calcetín por encima del chándal. Pero sería injusto adjudicarles a Andy y Lucas este sanbenito; son, lo que se diría, canción popular.

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