Una urna etrusca con el rostro de Medusa desconcierta a los arqueólogos en Italia

En un yacimiento cercano a Perugia, un grupo de arqueólogos del equipo del Ipogeo dei Volumni ha dado con un hallazgo casi extraordinario: una urna funeraria etrusca del siglo III a. C. adornada con un rostro de Medusa, tallado en travertino y, lo más desconcertante de todo, totalmente sellada y sin ningún resto humano en su interior.

El descubrimiento tuvo lugar durante trabajos de restauración en una tumba hipogea perteneciente a la antigua familia aristocrática Acsi, en la necrópolis de Palazzone. Los operarios identificaron la urna entre escombros y restos arquitectónicos antiguos, y comprobaron que sus sellos no habían sido alterados, informa Corriere della Sera.

El frontal del sarcófago presenta una cabeza de Medusa con rasgos intensos, enmarcada por una inscripción en lengua etrusca. También se observan motivos ornamentales de corte simbólico —discos sagrados, decoraciones florales y símbolos rituales— que apuntan al alto estatus social de quien fuese objeto de la sepultura.

La ausencia del cuerpo interior, pese al sellado, ha desconcertado al equipo: no se hallaron huesos ni restos óseos ni cenizas, ni señales de una apertura posterior. Entre las hipótesis que ya circulan figura la posibilidad de que se trate de un cenotafio, una tumba simbólica erigida en memoria de alguien cuyo cuerpo nunca fue depositado allí.

Silvia Rossi, directora del proceso de restauración, sostiene que el rostro de la Gorgona no sería mero adorno, sino parte integrante del ritual funerario: su presencia habría servido para proteger al difunto de espíritus malignos. La urna, una vez concluidos los estudios, será trasladada al Museo Arqueológico Nacional de Umbría para su exposición.

El rostro de la Gorgona no sería mero adorno: su presencia habría servido para proteger al difunto de espíritus malignos

Para entender el contexto de la pieza se apunta a la necropoli del Palazzone como uno de los enclaves más ricos en testimonios etruscos del área del Perugino, con tumbas aristocráticas ya documentadas en el pasado. El hallazgo vuelve a poner de relieve la complejidad de los rituales funerarios etruscos, entre lo simbólico, lo religioso y lo conmemorativo.