Un grupo de científicos de la Universidad de Cádiz descubre un dolmen de más de 5.000 años en Málaga
El monumento funerario, localizado en la localidad malagueña de Teba, conserva ajuares de marfil, ámbar y conchas marinas, y revela la complejidad de las redes prehistóricas en el sur peninsular
Dolmen de más de 5.000 años en Teba, Málaga (Universidad de Cádiz)
El hallazgo de un dolmen en el corazón de Andalucía está ayudando a reconstruir las creencias y costumbres funerarias de las comunidades que habitaron el sur de la península hace más de cinco milenios. El yacimiento, de extraordinaria conservación, ofrece nuevas claves sobre las formas de vida del III milenio a.C. y la complejidad cultural de aquellas sociedades.
El descubrimiento ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Cádiz, que han excavado el denominado Dolmen I de la necrópolis de La Lentejuela, situado en el municipio de Teba (Málaga). La estructura, de trece metros de longitud, está compuesta por grandes losas de piedra y presenta una compartimentación interna compleja, con varias cámaras funerarias. Según uno de los líderes de la investigación, el profesor Serafín Becerra, "podemos estar hablando de uno de los dólmenes más monumentales y completos de toda Andalucía".
El grupo de investigación Thalassa de la UCA ha descubierto en Teba (Málaga) un dolmen de más de 5.000 años, uno de los más monumentales y mejor conservados de Andalucía.@ConoceTebapic.twitter.com/C7rbJpqym1
Durante las campañas de excavación, el equipo ha documentado ajuares elaborados en marfil, ámbar, sílex y conchas marinas, materiales de procedencia diversa que reflejan los contactos entre distintas comunidades del sur peninsular. Entre los objetos más destacados se encuentran puntas de flecha, láminas de gran formato y una alabarda excepcional, halladas junto a los restos óseos de varios individuos. El profesor Eduardo Vijande, codirector del proyecto, ha explicado que "el auténtico potencial de esta estructura es su extraordinario estado de conservación, que nos permitirá conocer con gran detalle los modos de vida y las creencias de estas comunidades".
Un monumento cubierto por un túmulo
La publicación especializada Popular Mechanicsamplía que el dolmen estaba cubierto por grandes losas horizontales, sobre las que se construyó un túmulo artificial de arena y pequeñas piedras, según señaló Vijande. Este detalle confirma que la estructura fue cuidadosamente diseñada para perdurar, con una arquitectura megalítica propia de las comunidades agrícolas y ganaderas de la Edad del Cobre.
Por su parte, el profesor Juan Jesús Cantillo, también de la Universidad de Cádiz, ha destacado la relevancia simbólica de los materiales encontrados: "la presencia de conchas marinas en un territorio de interior refleja la importancia del mar como elemento de prestigio y la existencia de redes de intercambio a larga distancia", afirma. Este aspecto sitúa al dolmen de Teba dentro de un contexto de conexiones culturales amplias, comparable al de otros enclaves europeos.
El proyecto, titulado Monumentalidad, tiempo y sociedad. El fenómeno megalítico en la necrópolis de La Lentejuela, ha sido autorizado por la Junta de Andalucía y cuenta con financiación del Ayuntamiento de Teba, así como con la colaboración de la Fundación Palarq y el apoyo logístico de la Universidad de Cádiz. Además, funciona como espacio formativo para estudiantes del Grado de Historia, que participan en las excavaciones.
El hallazgo de un dolmen en el corazón de Andalucía está ayudando a reconstruir las creencias y costumbres funerarias de las comunidades que habitaron el sur de la península hace más de cinco milenios. El yacimiento, de extraordinaria conservación, ofrece nuevas claves sobre las formas de vida del III milenio a.C. y la complejidad cultural de aquellas sociedades.