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Reinas lesbianas y reyes viciosos: las series de época dan un giro pop y grosero y funcionan
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Reinas lesbianas y reyes viciosos: las series de época dan un giro pop y grosero y funcionan

'La vida (breve)' es un retrato muy gamberro del reinado de Luis I de España; 'La reina serpiente' nos muestra a una Catalina de Médici punk; y 'The Great' a una salvaje Catalina La Grande. Y los asesores históricos las aprueban

Foto: Alicia Armenteros como Luisa Isabel de Orleans (centro) y Carlos Scholz como Luis I de España vestidos de Ana Locking en 'La vida (breve)', divertidísima, irreverente y genial (Movistar +)
Alicia Armenteros como Luisa Isabel de Orleans (centro) y Carlos Scholz como Luis I de España vestidos de Ana Locking en 'La vida (breve)', divertidísima, irreverente y genial (Movistar +)
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Felipe V fue un rey que veía sapos. También fue un rey que mantuvo relaciones sexuales con su primera mujer, María Luisa Gabriela de Saboya -la Saboyana-, incluso estando ella moribunda. Su hijo Luis I, que murió con apenas 17 años de viruela y tras seis meses de reinado, andaba loco por perder la virginidad por palacio mientras su sirviente le recogía los excrementos del orinal tras las deposiciones. La mujer del pobre Luis, la francesa Luisa Isabel de Orleans, se acostaba con su criada y caminaba medio desnuda por los aposentos reales. E Isabel de Farnesio, la segunda esposa de Felipe V, mascullaba un desagradable ¡qué puto frío! mientras paseaba por el Palacio de la Granja de San Ildefonso -que ella y su marido habían mandado construir en 1721- y maquinaba cómo acabar con la monarquía francesa para colocarse ellos y abandonar “el agujero infecto” -Farnesio dixit- que era España.

Todas estas escenas ocurren en la fantástica serie La vida (breve), creada por Adolfo Valor y Cristóbal Garrido y que se puede ver en Movistar +. Es una auténtica gamberrada, sí, tiene muchísimas licencias, también, pero a la vez cuenta con un rigor histórico fundamental, según reconoce a este periódico Eduardo Juárez, cronista oficial del Real Sitio de San Ildefonso, doctor en Historia de la Universidad Carlos III y el asesor histórico de esta miniserie que muestra que, una vez más, cuando se hace bien, la Historia se puede contar de muchas maneras. Y ser también un poquito desvergonzado.

"Lo que me parece fatal es que se intente recrear una realidad histórica en una serie porque eso es imposible. Si lo hacen así, siempre van a cagarla"

“La serie funciona porque genera un contexto en el siglo XXI en torno a lo que ocurrió. Es una recreación completamente presentista por los diálogos, por la forma de hablar, de comportarse, pero en el trasfondo hay un hecho histórico que es constatable, que está claramente definido y por eso te permite generar una ficción muy divertida, que además está muy bien ambientada”, señala Juárez en conversación telefónica insistiendo en que le parecen “genial” las licencias que pueda haber. “Es que lo que me parece fatal es que se intente recrear una realidad histórica en una serie porque eso es imposible. Si lo hacen así, siempre van a cagarla. Es mucho mejor hacer una interpretación de la historia, una ficción histórica que puede llevar a la persona que la está viendo a buscar más información sobre los personajes o los hechos históricos. Ese, desde luego, ha sido siempre mi objetivo”, abunda.

Chabacanos y soeces

La vida (breve) narra los seis meses de reinado de Luis I (Carlos Scholz) en 1724, apenas un paréntesis en la Historia, un rey del que solo hay dos cuadros y uno de ellos aparece en familia (se pueden ver en el Museo del Prado). Pero son seis meses muy intensos ya que dan pie para contar por qué abdica Felipe V (Javier Gutiérrez), cómo era este rey, cómo era su mujer, la ambiciosa Isabel de Farnesio (Leonor Watling), cómo fue ese matrimonio con Luisa Isabel de Orleans (Alicia Armenteros), que era apenas una adolescente de 15 de años, y cómo se va gestando el reinado borbónico con la construcción del Palacio de la Granja que era el Versalles que deseaba el francés Felipe (a quien no le gustaba nada el Alcázar de Madrid).

Y no, no son personajes que se definan por su delicadeza rococó. No caminan levitando ni hablan con exagerada pedantería. Tanto los creadores como su asesor histórico les han imprimido un carácter muchísimo más humano. “Aquí son, en muchos aspectos, chabacanos, estúpidos, ignorantes, egoístas, viciosos… Pero es que eso es muy real. ¿Tú crees que esta gente estaba siempre respetando el protocolo y eran todos unos buenos cristianos que cumplían con la norma? Pero si eran todos unos perturbados… Y esa es la realidad de cómo somos los seres humanos”, señala Juárez. “O si no piensa en muchos políticos y la imagen que han dado y lo que luego son…”, añade.

placeholder Javier Gutiérrez y Leonor Watling son Felipe V e Isabel de Farnesio en 'La vida breve'. (Movistar )
Javier Gutiérrez y Leonor Watling son Felipe V e Isabel de Farnesio en 'La vida breve'. (Movistar )

Por eso para el historiador las licencias combinadas con el rigor histórico dan en el clavo. Para empezar, en esta historia la estructura nuclear no es ninguna invención. “No, aquí el corazón central de la serie, que es la abdicación de Felipe V e Isabel de Farnesio con un objetivo esencial de asaltar el trono de Francia es riguroso. También el personaje de Luis, muy inexperto y muy idealista, con todos esos intentos de reformas y con los problemas que tuvo con la reina, que era una niña. Y que se ha dicho en los libros que era una demente, pero es que tenía 15 años y le querían aplicar el protocolo Borgoñón, que se aplicaba a la corte española, que era el más estricto de toda Europa. Y claro, la chica no lo aceptaba”, manifiesta Juárez. En el guion de la serie se salva bastante a Luisa Isabel de Orleans. Y, de hecho, hay un momento en el que el personaje se pregunta cómo es posible que haya habido tantas reinas locas y tantos reyes sabios, bien amados, prudentes y honrados. “Entonces tendréis que reinar vosotros”, le sugiere a Felipe V.

En cuanto a las licencias, para Juárez entran dentro de lo posible. Que Felipe V veía alucinaciones está datado y comprobado. “Y sus perturbaciones, por lo que que intentara también follarse el cuadro de la reina María Luisa no es descabellado”, comenta el historiador. Así como la relación lésbica de Luisa de Orleans. “Hay cartas entre Felipe V y Luis I en la que este le dice a su padre que su mujer tiene una relación con una cortesana”.

"Hay cartas entre Felipe V y Luis I en la que este le dice a su padre que su mujer tiene una relación con una cortesana"

Después hay otras cuestiones de datos y personajes que no cuadran y que están tomadas con más ligereza, pero con las que tampoco hay que llevarse las manos a la cabeza, según Juárez. Por ejemplo, el castrato Farinelli no llega a la corte de Felipe V hasta 1737, pero en la serie ya anda por aquí en 1724. “En 1724, Farinelli ya era famosísimo, por cual perfectamente podía haber venido”, comenta el historiador a quien también le parece bien que le hayan dado un toque de drag queen a un tipo “que en realidad era bastante serio, soso y le gustaban las mujeres”. Por otro lado, el embajador francés es durante los seis capítulos el duque de Saint Simón, aunque lo cierto es que solo lo fue hasta 1723. En 1724 ya no estaba. El cardenal Alberoni tampoco estaba ya en 1724 puesto que lo había desterrado Felipe V. Se le había ocurrido invadir otra vez Inglaterra. “Otro que estaba como una cabra”, asume Juárez para quien, “es verdad, aparecen cosas que no ocurrieron y que los creadores han decidido que ocurran, pero a mí me parece muy bien porque tampoco desvirtúan de una forma enorme el discurso histórico”.

Defensa del patrimonio histórico español

Además, una serie como La vida (breve) también pone en valor otros asuntos como el patrimonio histórico español. Toda la historia se ha grabado en palacios reales, no en platós. Aparece La Granja, el palacio de Aranjuez y se recrean el Palacio del Buen Retiro y el Alcázar, dos lugares que ya no existen, pero que son los que más habitó la familia de Felipe V. “Son cosas que aquí no hacemos nunca porque Patrimonio Nacional pone unas trabas enormes. La verdad es que aquí hubo que trabajar mucho para que dejaran rodar. Por eso, vamos a reivindicar el uso de nuestros espacios”, comenta Juárez.

Y no hay que olvidar tampoco el vestuario, el maquillaje o la música (excepto alguna canción de ritmos actuales) que están completamente inspirados en la época a partir de lienzos de Van Loo y Ranc, entre otros. Precisamente, el Museo del Prado ha hecho varios vídeos para redes sociales en los que cuenta quiénes fueron todos estos personajes, sus historias y vivencias en relación a los cuadros que están colgados en sus paredes. Otra clase de Historia… con elementos del siglo XXI (y que acumulan miles de visitas).

Tendencia actual

La vida (breve) es una serie que se une a una tendencia que podemos ver en otros productos audiovisuales de cariz histórico. Si una de las pioneras fue Sofia Coppola con María Antonieta en 2006 donde podíamos ver a Kirsten Dunst corriendo por Versalles mientras sonaban The Strokes o New Order, ahora se ha dado un salto hacia la canallesca, el lenguaje procaz y las insinuaciones más o menos soeces de todos estos personajes históricos.

Ahí está La reina serpiente, sobre Catalina de Médici, la italiana que acabó reinando en Francia y que explica muy bien las guerras de religión en la Francia del siglo XVI. Creada en 2022 por Justin Haythe, novelista y guionista de EEUU, en cuyos haberes se encuentra el extraordinario guión de Revolutionary Road (basado en la triste y hermosa novela de Richard Yates), dispone de un elenco espectacular liderado por Samantha Morton. Y no se corta ni un pelo en meter por ahí a Patti Smith o PJ Harvey. Sus dos temporadas, con mucha mala baba e irreverencia histórica, se pueden ver en Movistar +.

placeholder Un momento de la primera temporada de la serie 'La reina serpiente'.
Un momento de la primera temporada de la serie 'La reina serpiente'.

Lo mismo ocurre con The Great, sobre Catalina la Grande de Rusia, la mujer más poderosa de todo el siglo XVIII. Creada en 2020 por Toni McNamara (el guionista y dramaturgo australiano que está detrás de los guiones de La Favorita y Poor Things, de Lanthimos) y con Elle Fanning y Nicholas Hoult en los papeles principales, cuenta la juventud de Catalina y cómo llegó a convertirse en la zarina que después fue con mucho humor y burla. Quizá como hay que tomarse aquellos tiempos (y decisiones políticas). Sus tres temporadas están en Prime.

"Si quieres aprender Historia, vente a mis clases en la universidad; si quieres divertirte, estas series están muy bien"

“Con los personajes históricos femeninos hay que hacerlo así, porque las mujeres que han sido protagonistas de la Historia siempre aparecen como las espectadoras. Hay que hacer este tipo de locuras acerca de lo que fue y dejó de ser. Yo lo que digo es que si quieres aprender Historia, vente a mis clases en la universidad, te matriculas y cursas el grado correspondiente. Ahora, si lo que quieres es divertirte pues todas estas series están muy bien”, remata Juárez.

Y sí, con una serie hemos venido a divertirnos.

Felipe V fue un rey que veía sapos. También fue un rey que mantuvo relaciones sexuales con su primera mujer, María Luisa Gabriela de Saboya -la Saboyana-, incluso estando ella moribunda. Su hijo Luis I, que murió con apenas 17 años de viruela y tras seis meses de reinado, andaba loco por perder la virginidad por palacio mientras su sirviente le recogía los excrementos del orinal tras las deposiciones. La mujer del pobre Luis, la francesa Luisa Isabel de Orleans, se acostaba con su criada y caminaba medio desnuda por los aposentos reales. E Isabel de Farnesio, la segunda esposa de Felipe V, mascullaba un desagradable ¡qué puto frío! mientras paseaba por el Palacio de la Granja de San Ildefonso -que ella y su marido habían mandado construir en 1721- y maquinaba cómo acabar con la monarquía francesa para colocarse ellos y abandonar “el agujero infecto” -Farnesio dixit- que era España.

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