Pierre Lemaitre: "La izquierda francesa es muy 'snob', si un escritor tiene éxito le considera mediocre"
El autor francés, que ha vendido millones de libros en todo el mundo, publica 'Un futuro prometedor', la séptima entrega de su proyecto para narrar en diez libros la historia del siglo XX
“Para mí un solomillo de vaca a la plancha, por favor”. Pierre Lemaitre (París, 1951) no lo duda, quiere carne, carne, carne. “Es que mi mujer es vegetariana, ahora más bien vegana, y tengo que aprovechar cuando como fuera de casa para comer carne”, explica.
Su mujer, como bien saben todos los lectores de este aplaudido escritor francés, no es otra que Pascaline, a quien están dedicados varios de sus libros, con quien Lemaitre se casó cuando tenía 50 años, quien le animó a publicar con 55 años su primera novela,
Pero a Lemaitre nunca se le ha subido a la cabeza el éxito. Seguramente porque, como él mismo señala, se convirtió en un autor superventas a una edad en la que la mayoría de la gente está a punto de jubilarse, siendo ya un hombre maduro, vivido, con experiencia.
Desde hace más de una década, este escritor se encuentra enfrascado en un proyecto colosal: escribir diez libros sobre el siglo XX, una historia subjetiva sobre el periodo que abarca desde la Primera Guerra Mundial hasta la caída en 1989 del Muro de Berlín. Ese hercúleo trabajo arrancó en 2013 con Nos vemos allá arriba, que solo en Francia vendió más de dos millones de ejemplares y que inauguró Los hijos del desastre, su trilogía sobre las secuelas de la Primera Guerra Mundial y la evolución de la sociedad francesa en el periodo de entreguerras. Y a esa trilogía le sigue Los años gloriosos, una saga protagonizada por el clan familiar de los Pelletier, a quien Lemaitre ya ha dedicado los volúmenes
“Es un proyecto largo, difícil de llevar a cabo. Cuando a un colega escritor le conté mi idea de escribir unos 10 libros sobre este siglo, partiendo en 1920 y terminando en los años 90, me dijo: ‘¡Eso nunca funcionará! ¡No se te ocurra hacerlo! Es algo que todo el mundo ha intentado, pero no funciona”. Desde entonces, le envío numerado cada libro que sale de este proyecto: número 1, número 2, número 3, número 4… Y se los seguiré mandando hasta que tenga el décimo”.
Lemaitre se ríe entre dientes mientras le hinca el cuchillo a su bistec y se le pone cara de pillo. “Me gusta picar a la gente”, admite.
Dice que ya sean novelas históricas que thrillers, las herramientas que utiliza para contar sus historias son siempre las mismas. “La trama y los personajes cambian, pero la modalidad narrativa es siempre la misma”. Admite, eso sí, que en la novela policíaca las restricciones son mayores, porque todo tiene que cuadrar al milímetro. “Cuando escribes novela histórica, te sientes más libre, hay menos restricciones”, confiesa.
"La clave de la literatura es el dilema moral. Escribimos sobre fracasos, caídas y problemas de elección moral"
Los dilemas morales son una constante en los libros de Lemaitre, sen del género que sean. “Porque, en el fondo, el punto clave de la literatura es ese dilema moral. En el género literario que sea, escribimos sobre fracasos, sobre caídas y sobre problemas de elección moral”.
“¿Y de dónde saca usted los dilemas morales que plantea en sus novelas?”, le preguntamos. “Si supiera de dónde salen no se lo diría, porque valdría oro. No hay una fórmula. A veces el dilema moral te hace crear al personaje, a veces tienes un personaje y descubres su dilema moral. A veces arrancas una novela con una figura abstracta: recuerdo que una vez quería escribir una novela y la imagen recurrente que me venía a la cabeza era la de una espiral. Las fuentes de lo que llamamos inspiración son múltiples, la creación literaria es un acto mágico”.
Entre plato y plato, resulta inevitable no preguntarle a Pierre Lemaire, un escritor que en numerosas ocasiones se ha declarado abiertamente de izquierdas, por la posibilidad de que el Frente Nacional de Marine Le Pen se alce con la victoria en las elecciones presidenciales francesas de 2027. “Es muy posible que así sea. Por dos razones, una interna y otra externa. El factor externo es que la extrema derecha está ganando en todos lados, progresivamente. Ha ganado en Estados Unidos, lo que parecía impensable. Y el factor interno es que, en el fondo, en Francia se ha hecho todo para que ocurra lo que probablemente va a ocurrir. No se ha hecho con la intención de que llegue al poder la extrema derecha, pero se ha hecho, y como consecuencia, es muy posible que la extrema derecha llegue al Palacio del Elíseo”, declara.
"Si mañana la extrema derecha sucede a Emmanuel Macron, gran parte de la responsabilidad será del propio Macron"
Considera Lemaitre que a un político se le debe de juzgar tanto por lo que hace como por quién le sucede, porque está convencido de que un dirigente, con sus políticas y decisiones, allana el camino a aquel que llegará después. Los demócratas norteamericanos fracasaron, y por eso llegó Trump. El hecho de que François Hollande fuera una persona mediocre, un político mediocre, tuvo como consecuencia la llegada a la presidencia de Francia de Emmanuel Macron, alguien que parecía brillante con respecto a Hollande. Y si mañana la extrema derecha sucede a Emmanuel Macron, gran parte de la responsabilidad será del propio Macron. Porque Macron ha contribuido a desesperar a la gente, y muchas de las personas a las que ha desesperado votarán por la extrema derecha”.
Llegamos a los postres, y Lemaitre nos confiesa que, a pesar de ser de izquierdas, recibe mucho mejor trato por parte de los periódicos de derechas. "La izquierda francesa es muy snob, no puede soportar que un escritor tenga éxito, consideran que ser popular equivale a ser mediocre. Sin embargo, los periódicos de derechas, e incluso alguno de extrema derecha, me tratan bien y me han dedicado críticas elogiosas”, concluye. Siempre con su sonrisa pícara.
“Para mí un solomillo de vaca a la plancha, por favor”. Pierre Lemaitre (París, 1951) no lo duda, quiere carne, carne, carne. “Es que mi mujer es vegetariana, ahora más bien vegana, y tengo que aprovechar cuando como fuera de casa para comer carne”, explica.