El experto en migración que critica las políticas de Trump, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales
El sociólogo y profesor de la Universidad de Princeton Douglas S. Massey rechaza de manera tajante el cierre de fronteras y las deportaciones masivas y apuesta porque se invierta en los países de origen
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El sociólogo y profesor de la Universidad de Princeton Douglas S. Massey ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales. Con una visión profundamente humanista, Massey (Olympia, Washington, 1952) ha dedicado su vida a desentrañar los misterios de la migración, especialmente la de México hacia Estados Unidos. Sus investigaciones, que combinan una rigurosa metodología con una profunda conciencia social, han hecho de él uno de los mayores expertos en los movimientos migratorios contemporáneos.
"A partir de la concepción del hombre como 'una especie migratoria' y a través de una destacada trayectoria investigadora, Douglas Massey ha realizado aportaciones fundamentales a la comprensión de las migraciones internacionales y sus consecuencias en la segregación urbana y la estratificación social, procesos acentuados por las dinámicas globalizadoras. Con amplio impacto en el conjunto de las ciencias sociales, Massey ha construido un modelo teórico del más exigente rigor académico, que nos permite interpretar las sociedades contemporáneas —en las que las migraciones han devenido un factor estructural—, con una mirada sosegada, racional y empática", señala en su acta el jurado del premio.
Massey ha combatido las falsas creencias y estereotipos que rodean a los inmigrantes mexicanos, insistiendo por ejemplo en que no es verdad que sean una carga para la sociedad estadounidense o que se trate de personas violentas que no logran integrarse. Sus estudios revelan que la inmigración no es un fenómeno aislado ni individual, sino que está profundamente relacionado con las desigualdades económicas estructurales. En ese contexto, considera la inmigración como un "mecanismo de supervivencia" y no ha dudado en criticar con contundencia las políticas de Donald Trump.
“Las políticas que se basan en la criminalización de los inmigrantes no solo son ineficaces, sino que son profundamente deshumanizantes. La migración no es un crimen; es una respuesta a circunstancias socioeconómicas mucho más complejas”, señalaba en una entrevista al The New York Times.
"Las políticas que se basan en la criminalización de los inmigrantes no solo son ineficaces, sino que son profundamente deshumanizantes"
Massey rechaza de plano las políticas de cierre de fronteras y deportaciones masivas, asegurando que no sólo son ineficaces, sino que además tienen graves consecuencias sociales y económicas tanto para los inmigrantes como para los países de acogida. Para él, la migración no es un fenómeno que se pueda "detener" con barreras físicas, sino una consecuencia inevitable de las desigualdades globales, de las crisis económicas y de la violencia. “La construcción de un muro no va a detener la migración. Las personas no migran solo porque hay una frontera por cruzar; migran por razones profundas relacionadas con la economía y la violencia en sus países de origen”, aseguraba ya en 2002 en
Soluciones
Pero Massey no se queda solo en la mera crítica, también ha tratado de ofrecer soluciones. Defiende en ese sentido un enfoque más humano, integral y realista de las políticas de inmigración, en lugar de que estén dominadas por medidas punitivas y restrictivas. Apuesta, por ejemplo, porque se pongan en marcha medidas que ayuden a reducir la pobreza y mejoren las oportunidades laborales y educativas en los países de origen. De esta manera, argumenta, se reduciría la necesidad de emigrar, lo que disminuiría los flujos migratorios a largo plazo.
“La migración internacional es un fenómeno impulsado principalmente por factores económicos y sociales, no por un deseo de violar leyes. La política debe centrarse en crear oportunidades de desarrollo en los países de origen, no en tratar de detener a los migrantes en su camino”, sostiene.
"La política debe centrarse en crear oportunidades de desarrollo en los países de origen, no en detenerles en su camino"
También aboga por que se pongan en marcha canales migratorios legales para aquellos que deseen emigrar, de modo que no tengan que hacerlo a través de rutas peligrosas y recurriendo en muchos casos a la ayuda de traficantes de personas. El sistema actual de inmigración, según Massey, obliga a muchos inmigrantes a recurrir a métodos ilegales o a quedarse en el país de manera indocumentada. Su idea es que hay que encaminarse hacia un sistema más eficiente y accesible, con procedimientos simplificados y mayor transparencia, que permita que más personas puedan ingresar legalmente al país para trabajar, estudiar o reunirse con sus familias.
Massey también ha estudiado la segregación racial, revelando que sigue siendo un factor determinante en la perpetuación de la pobreza y la falta de movilidad social, particularmente en las comunidades afroamericanas y latinas.
El sociólogo y profesor de la Universidad de Princeton Douglas S. Massey ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales. Con una visión profundamente humanista, Massey (Olympia, Washington, 1952) ha dedicado su vida a desentrañar los misterios de la migración, especialmente la de México hacia Estados Unidos. Sus investigaciones, que combinan una rigurosa metodología con una profunda conciencia social, han hecho de él uno de los mayores expertos en los movimientos migratorios contemporáneos.