La película para entender cómo Francisco llegó a ser Papa: está en Netflix y se ve de una sentada

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Pocos lo saben, pero una de las escenas más insólitas de la historia reciente de la Iglesia católica ocurrió el 11 de febrero de 2013, cuando Benedicto XVI renunció al papado. No pasaba algo así desde hacía casi seis siglos. Un mes después, en el Cónclave celebrado en el Vaticano, un cardenal argentino con bajo perfil internacional fue elegido como su sucesor. Así nació el Papa Francisco. Si eres de los que, con la muerte del pontífice, quiere saber todo lo que encierra el Vaticano hay una película que lo explica y está en Netflix: Los dos Papas.

La cinta retrata con maestría el diálogo privado entre Benedicto XVI y Jorge Mario Bergoglio, el entonces arzobispo de Buenos Aires. Dirigida por Fernando Meirelles (Ciudad de Dios), la película dramatiza lo que bien pudo haber sido una conversación clave para el destino de la Iglesia. Aunque toma licencias narrativas, permite al espectador asomarse a los dilemas internos que enfrentaron ambos líderes.

Jonathan Pryce y Anthony Hopkins deslumbran en pantalla al dar vida al Papa Francisco y a Benedicto XVI, respectivamente. Sus interpretaciones fueron tan aplaudidas que ambos fueron nominados al Oscar, junto con el guion adaptado de Anthony McCarten. Más allá de su parecido físico con los personajes, los actores logran transmitir con humanidad los matices ideológicos y personales de los dos pontífices.

Lo más interesante es cómo la película humaniza a Bergoglio, mostrando episodios poco conocidos de su vida. Desde su juventud como jesuita en Argentina hasta su breve compromiso sentimental en la adolescencia, pasando por su relación con la dictadura de Videla, todo ello aparece tratado con sensibilidad, aunque no sin polémica. La versión molesta a sectores eclesiásticos, especialmente por su retrato del vínculo con el régimen militar.

A pesar de las críticas, el filme logró conectar con el público porque supo transformar un hecho aparentemente lejano en una historia cercana. Ver a dos Papas tan distintos en carácter, cultura y visión compartiendo confidencias y dudas es, a la vez, conmovedor y revelador. Ese contraste entre lo humano y lo divino, lo político y lo espiritual, es el motor de una película que se ve de una sentada y deja huella.

Ahora que el Papa Francisco nos ha dejado, se vuelve inevitable para muchos volver a esta producción de 2019 para comprender mejor quién fue, cómo llegó al trono de San Pedro y por qué su figura, más allá de los dogmas, marcó una nueva etapa en la historia del Vaticano.