El estudio de ADN de tumbas irlandesas neolíticas reescribe la historia
Un hallazgo genético desmonta la idea de una élite hereditaria en las tumbas megalíticas y apunta a una sociedad más compleja y diversa
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Un reciente estudio de ADN ha desafiado la creencia de que las tumbas neolíticas de Irlanda, como las de Newgrange en Brú na Bóinne, estaban reservadas exclusivamente para una élite gobernante. Investigadores analizaron el ADN de 55 esqueletos de hace 5.000 años y descubrieron que estas tumbas eran utilizadas por comunidades más amplias, no solo por linajes reales.
Durante el período neolítico en Irlanda (aproximadamente 3900–2500 a.C.), se construyeron monumentos megalíticos que servían como lugares de entierro y posiblemente para rituales y ceremonias. Aunque se pensaba que estas estructuras eran para una élite, el análisis genético mostró que la mayoría de los individuos enterrados no estaban estrechamente relacionados, lo que sugiere un uso comunitario de las tumbas.
El estudio también señala que, aunque se encontraron casos de relaciones incestuosas en algunas tumbas, como en Newgrange, estos eran excepciones y no la norma. Esto indica que, si bien existían prácticas elitistas, las tumbas eran accesibles para una variedad más amplia de personas dentro de la comunidad.
Las tumbas no eran exclusivamente para familias reales, sino que servían como lugares de reunión y enterramiento para comunidades enteras
Estas conclusiones sugieren que las tumbas de pasaje no eran exclusivamente para familias reales, sino que servían como lugares de reunión y enterramiento para comunidades enteras. Esto refleja una sociedad donde las estructuras sociales eran más inclusivas y menos jerárquicas de lo que se pensaba anteriormente.
Además, el estudio destaca que la construcción de estas tumbas coincidió con un cambio cultural significativo, alejándose de prácticas de entierro más simples hacia monumentos más elaborados. Esto podría reflejar una evolución en las creencias y prácticas sociales de las comunidades neolíticas en Irlanda.
La investigación proporciona una nueva perspectiva sobre las tumbas neolíticas irlandesas, mostrando que eran espacios compartidos por comunidades y no exclusivamente por élites gobernantes. Esto ofrece una visión más compleja y rica de las sociedades prehistóricas en Irlanda.
Un reciente estudio de ADN ha desafiado la creencia de que las tumbas neolíticas de Irlanda, como las de Newgrange en Brú na Bóinne, estaban reservadas exclusivamente para una élite gobernante. Investigadores analizaron el ADN de 55 esqueletos de hace 5.000 años y descubrieron que estas tumbas eran utilizadas por comunidades más amplias, no solo por linajes reales.