Descubren los restos del lugar en el que Jesús pudo ser crucificado
Los investigadores ahora están esperando la finalización de las pruebas de datación por radiocarbono para confirmar el hallazgo
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Los datos de las últimas semanas han generado sorpresa en los expertos. En el complejo del Santo Sepulcro de Jerusalén, un equipo de investigadores de la Universidad La Sapienza de Roma están llevando a cabo una excavación bajo el pavimento. La evidencia arqueobotánica parece señalar algo increíble: la existencia de un antiguo jardín en el lugar vinculado a la crucifixión y el entierro de Jesucristo, lo que coincide con los textos evangélicos de la tradición cristiana.
"Estamos estudiando el contexto en que la tradición sitúa el viaje al Calvario y la sepultura de Jesús", explica en Il Messagero la profesora Francesca Romana Stasolla, que dirige el proyecto. "Es precisamente aquí donde han vuelto a aparecer pruebas arqueológicas de la existencia de zonas cultivadas. Estamos llevando a cabo una investigación de carácter puramente científico, aunque en un contexto de fuerte valor religioso. Los datos que surgen es que las excavaciones bajo el suelo han sacado a la luz restos de semillas y piedras de vides y olivos datados en el siglo I d.C., lo que confirmaría, en concreto, el pasaje del Evangelio de San Juan".
El texto alude precisamente a la presencia de huertos cultivados en la zona donde tuvo lugar la Pasión de Cristo y dice "en el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no habían puesto a nadie. Allí pusieron a Jesús". Las investigaciones arqueológicas han encontrado evidencia vegetal y, según recalca Stasolla, el Evangelio menciona una zona verde entre la zona del Calvario y el sepulcro. "Existía una cantera, activa desde la Edad del Hierro, con una parte que se utilizaba para fines agrícolas y otras zonas, cercanas, para fines funerarios. Ahora está claro que la parte destinada a la agricultura se extendía cerca de la venerada tumba. Una combinación de pistas estratégicas para reconstruir el paisaje de hace dos mil años. La sorpresa fue descubrir pequeños hallazgos vegetales, incluyendo polen y otros materiales botánicos, de inestimable valor para la interpretación histórica".
Hay restos de semillas y piedras de vides y olivos datados en el siglo I d.C., lo que confirmaría, en concreto, el pasaje del Evangelio de San Juan
Los análisis han demostrado además que los hallazgos son anteriores al siglo II d.C. Podrían remontarse aproximadamente a la época de la crucifixión de Jesús, que tradicionalmente se cree que ocurrió en la primavera del año 33 d.C. “Se trata de terrenos ajardinados que coexistían con el área funeraria y la venerada tumba del Santo Sepulcro”, señala Stasolla. Los investigadores ahora están esperando la finalización de las pruebas de datación por radiocarbono para confirmar su descubrimiento.
Desde 2022, La Sapienza se dedica a rastrear los subterráneos de la Basílica (el objetivo inicial era rastrear los testimonios más antiguos vinculados al culto a Jesús en ese lugar). La actual Basílica del Santo Sepulcro fue construida sobre estructuras anteriores. La intervención de Constantino fue fundamental: quiso erigirlo sobre un templo dedicado a la diosa Venus en el 335 d.C. Los arqueólogos creen que el primer emperador cristiano probablemente tenía una idea clara de dónde estaba enterrado Jesús y construyó la iglesia para custodiar y proteger su tumba.
Los datos de las últimas semanas han generado sorpresa en los expertos. En el complejo del Santo Sepulcro de Jerusalén, un equipo de investigadores de la Universidad La Sapienza de Roma están llevando a cabo una excavación bajo el pavimento. La evidencia arqueobotánica parece señalar algo increíble: la existencia de un antiguo jardín en el lugar vinculado a la crucifixión y el entierro de Jesucristo, lo que coincide con los textos evangélicos de la tradición cristiana.