J.K. Franko: "La izquierda nos defiende pero cree que no sabemos pensar por nosotros mismos"
Hablamos con el escritor sobre su nueva novela ('Hasta que tu muerte nos separe'), Trump y Biden, la cancelación del libro de Luisgé Martín sobre el caso Bretón o el GRAPO, entre otras
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El bar del lujoso hotel en el que nos reciben el escritor J.K. Franko y su mujer, Raquel Cordón, parece el sueño de cualquier amante del cine noir. Un viaje en el tiempo muy apropiado para aquel que guste de esos clásicos donde hay gánsteres y mujeres fatales, lo que no está muy alejado en realidad del género que el propio escritor cultiva.
Igual que la localización de su thriller, Franko tampoco es un escritor común. Titulado en Filosofía, tuvo una prestigiosa carrera como abogado hasta que decidió dejarlo todo para dedicarse a la escritura. "Es un poco deprimente que lo plantees así", se ríe. "Pensándolo bien, de abogado cobraba mejor, ahora no tengo jubilación como tal". Su mujer, Raquel Cordón, además de ser la primera lectora de sus borradores ("soy muy crítica", confiesa, su marido la corrige: "Es muy honesta") es hija del empresario Publio Cordón (asesinado por la banda terrorista GRAPO en los 90), tienen tres hijos y viven en Texas.
De hecho, gracias a su suegra, Pilar Muro, los libros de Franko (los tres anteriores son
Raquel Cordón es siempre la primera lectora de sus borradores. "Soy muy crítica". "Es muy honesta", corrige su marido
La publicación de su novela coincidió con las elecciones en Estados Unidos y la victoria de Donald Trump. "América es complicada" reflexiona. "Y aquí se trataba, simplemente, de otras elecciones más. Desde Obama, el país ha ido separándose y la gente yendo a los extremos. Quedaba un grupo en el centro, los independientes que decidían las elecciones repartidos en cuatro o cinco estados (en Texas tu voto no importa porque es un estado republicano), y ahí fue la clave: todos esos estados que viraron y se han convertido en republicanos. Había una instatisfacción general con la imigración. Biden se gastó tres millones de dólares (lo que disparó la inflación) y además se escondía, no hablaba. Todo el país se preguntaba quién estaba gobernando. Luego llegó Kamala y más de lo mismo, lo han hecho muy mal".
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— Pero Trump parece saber moverse bien en la incertidumbre. ¿Eso es una ventaja hoy en día en un mundo tan convulso?
— Lo de Nixon fue parecido. Trump, al venir del mundo de los negocios, falló mucho en su primer mandato porque no sabía cómo funcionaba el sistema. Pero esos cuatro años fuera del gobierno le han servido. Ahora está más organizado, sabe qué errores cometió, lo ha dicho en campaña, y se ha rodeado de personas para no repetirlos. Lo que ha dicho que iba a hacer, lo está haciendo. Biden prometió condonar la deuda estudiantil y no lo consiguió. Trump está haciendo lo que dijo que haría, y eso nadie lo puede negar, que es un hombre de palabra (se ríe). Ha entrado como un toro en una tienda de cristales —en español, como un elefante en una cacharrería—, tiene una forma muy poco política de expresarse. Biden hizo lo correcto, lo diplomático… y acabamos con la salida catastrófica de Afganistán y dos guerras: Ucrania e Israel. ¿Qué prefieres, buenas formas o buenos resultados?
"Biden hizo lo correcto, lo diplomático… y acabamos con la salida catastrófica de Afganistán y dos guerras: Ucrania e Israel"
J.K. Franko nació en San Antonio, pero lleva viviendo en Texas 25 años junto a su mujer (de ahí la idea de situar la novela en la América profunda), "conozco muy bien la cultura tejana y está muy ligada con el momento político actual", señala. Él también se ha dado cuenta del auge de la novela negra, el true crime y los pódcast de asesinatos. "Todo va en oleadas", dice. "Durante años no hubo películas del oeste, luego volvieron, lo mismo pasa con los zombis o los aliens. La gente se cansa de lo mismo, prueba otra cosa y luego vuelve".
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— Supongo que habrás oído acerca de la reciente polémica en España sobre El odio, el libro de Luisgé Martín sobre el caso Bretón. Se ha comparado con A sangre fría. ¿Tienes una postura al respecto?
— Bueno, soy anticensura. El problema con la censura es que, una vez que empiezas, cambias la definición de "extremo" hasta que censuras todo lo que molesta. Lo vimos con Biden, con el covid: empezaron censurando desinformación, acabaron censurando a sus opositores. En España, no sé cómo será, pero en EEUU la izquierda defiende al individuo… y luego dice que el individuo no es capaz de pensar por sí mismo. Si el caso pasó, el que quiera leerlo que lo lea. ¿Vamos a dejar de escribir sobre la Segunda Guerra Mundial porque murió mucha gente?
Sobre la polémica con el libro de Bretón: "¿Vamos a dejar de escribir sobre la Segunda Guerra Mundial porque murió mucha gente?"
Hasta que tu muerte nos separe está dedicado a Pilar Muro, la suegra de Franko. "Es una mujer motivada, que es capaz de todo. Lo digo en el libro: no hay un hombre ni tan inteligente ni tan fuerte como para que pueda superar a una mujer motivada", señala. ¿Ha pensado en escribir acerca del GRAPO, teniendo tan cerca la historia de su mujer y su familia? "He hablado con mi suegra y lo tengo pendiente. Ahora tengo pendiente un libro en inglés que sale en marzo o abril: Cartas de amor. Luego otro en octubre o noviembre: Navidades en Madrid, una novela más divertida que transcurre aquí", "más divertida, pero seguro que alguien muere" se ríe su mujer.
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"Después volveré al universo de la trilogía, pero ahora que han sacado a Camarada Arenas de la cárcel el libro está pensado. Lo que pasa es que estoy terminando mi doctorado en literatura ahora y en Cartas de amor propongo un nuevo movimiento: el nuevo romanticismo. En EEUU, los críticos en los años 60 decidieron que el autor no importaba. Ahora eso está cambiando: volvemos a poner en el centro lo que quiere comunicar el autor. Este libro será una exploración de eso", señala.
¿Se puede enseñar a escribir? El escritor cree que sí: "Como se puede enseñar a cantar, a pintar, a bailar… Tienes que tener base y muchas ganas. Todo se puede enseñar, ¿quién nació escribiendo? Hay genios, claro, como Sánchez que es un genio político (y nadie le enseñó)", bromea. "Yo empecé dejando seis libros sin terminar. Los llamo “mis abortos literarios”. El primer borrador siempre es malo. El décimo borrador es el primero que puedes enseñar. El vigésimo, quizá, ya vale la pena".
El bar del lujoso hotel en el que nos reciben el escritor J.K. Franko y su mujer, Raquel Cordón, parece el sueño de cualquier amante del cine noir. Un viaje en el tiempo muy apropiado para aquel que guste de esos clásicos donde hay gánsteres y mujeres fatales, lo que no está muy alejado en realidad del género que el propio escritor cultiva.