Una inspección en una vivienda antigua de Maine ha revelado un hallazgo extraordinario: un retrato atribuido a Rembrandt van Rijn, maestro del barroco neerlandés, oculto durante décadas en un desván. El cuadro llamó la atención de un tasador por su estilo y técnica, lo que llevó a consultar a especialistas. Tras varias verificaciones, expertos concluyeron que se trataba de una obra del siglo XVII. La autenticación confirmó su autoría y su elevado valor histórico y artístico.
La pintura, de pequeño formato, había permanecido en manos de una misma familia estadounidense desde los años sesenta. Aunque en su día fue prestada a museos, nunca se había atribuido oficialmente a Rembrandt. Su redescubrimiento provocó gran expectación en el mercado del arte. La casa de subastas Bonhams Skinner, encargada de su venta, describió el evento como uno de los más importantes de su historia reciente.
El subastador Kaja Veilleux fotografiado con el retrato del siglo XVII, que descubrió durante una visita domiciliaria de rutina a una propiedad privada en Camden, Maine. (Galería de subastas de Thomaston Place)
El retrato fue vendido en Boston por 14,4 millones de dólares, una cifra muy superior al millón de euros inicialmente previsto. La puja atrajo a coleccionistas e instituciones internacionales. El nuevo propietario, cuya identidad no ha sido desvelada, ha manifestado su intención de conservar la obra en condiciones museísticas. Se espera que investigadores puedan estudiar la pieza en profundidad en los próximos años.
Expertos han subrayado el valor de este hallazgo para el conocimiento del legado de Rembrandt, cuya obra sigue siendo objeto de estudio. Este descubrimiento también plantea interrogantes sobre otras posibles piezas aun sin identificar. La pintura refuerza el papel del azar en la recuperación del patrimonio artístico. Su aparición ha despertado un renovado interés por la autenticación de obras atribuidas al pintor.
Una inspección en una vivienda antigua de Maine ha revelado un hallazgo extraordinario: un retrato atribuido a Rembrandt van Rijn, maestro del barroco neerlandés, oculto durante décadas en un desván. El cuadro llamó la atención de un tasador por su estilo y técnica, lo que llevó a consultar a especialistas. Tras varias verificaciones, expertos concluyeron que se trataba de una obra del siglo XVII. La autenticación confirmó su autoría y su elevado valor histórico y artístico.
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