Este experto en cómics te explica por qué las historias de Astérix y Tintín siguen triunfando
Son personajes que sobreviven a sus autores y siguen siendo relevantes y alcanzando grandes tiradas de venta, incluso cuando son otros los que los dibujan
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F56a%2Fdca%2Fc5b%2F56adcac5bd6c211e1a6f8f6b29614df1.jpg)
El próximo 23 de octubre saldrá a la venta un nuevo tomo de Astérix y Obélix en el que visitarán Lusitania (o Portugal para nosotros). En su periplo anterior (Astérix tras las huellas del grifo, de 2021) se adentraban en las estepas nevadas de las tierras sármatas. Ahora viajarán al extremo suroeste del Imperio romano de la mano de Fabcaro, que firma su segundo guion con Didier Conrad (a cargo del dibujo). Si hacemos un recuento de los tomos, René Goscinny y Albert Uderzo comenzaron sus andanzas en 1966 con Astérix el galo e hicieron juntos 26. A la muerte de Goscinny, Uderzo hizo siete en solitario. Después, continuó con el testigo Didier Conrad en 2013 junto a Jean-Yves Ferri, y ahora le acompaña Fabcaro.
Algo muy similar sucede con Spirou y Fantasio, creada en 1938 por Rob-Vel y que todavía a día de hoy continúa editándose, habiendo pasado por distintas manos (en septiembre de 2023 se vieron envueltos en una polémica por racismo por unas viñetas) Esa polémica recuerda a su vez e irremediablemente a la de Tintín en el Congo: en 2007 la Comisión por la Igualdad Racial del Reino Unido había pedido que fuera retirado de las librerías, en 2012 volvió a pedirse que se retirara por violar las leyes contra el racismo y, finalmente, el año pasado armó bastante revuelo porque se reeditaba de la mano de la editorial Moulinsart-Casterman. Escrito en 1946 e hijo de su época, Tintín sigue levantando ampollas, lo que también se puede leer de una manera más optimista: sigue siendo relevante.
Antonio Altarriba es catedrático de literatura francesa en la Universidad del País Vasco, ensayista y novelista. De cómics sabe todo lo que puede saber un guionista de historietas que ha escrito muchas (la última, la aclamada El cielo en la cabeza, con dibujos de Sergio García y editada por Norma Editorial en 2023). Participó en 1989 en la producción de la serie documental Cómic: Noveno arte y en 1993 en la organización de la exposición Made in Tintín en 1992. En 2010 recibió el Premio Nacional del Cómic por El arte de volar. Hablamos con él para entender mejor este fenómeno.
Mortimer alcanza tiradas de 300.000 o 400.000 ejemplares, Corto Maltés puede superar el medio millón
"Yo los llamo personajes zombie. Personajes que sobreviven incluso cuando sus autores han muerto", señala Altarriba en conversación con El Confidencial. "Creo que es un fenómeno bastante importante que está sucediendo en la actualidad. Si miramos el mercado europeo (especialmente el francófono, que es el más relevante de Europa) este tipo de personajes que han sobrevivido a sus creadores (Astérix, Tintín, Spirou) son siempre los mejores situados en el ránking de ventas. No estamos hablando de cifras pequeñas ni mucho menos. Por ponerte algún ejemplo: Mortimer alcanza tiradas de 300.000 o 400.000 ejemplares, Corto Maltés puede superar el medio millón, llegando incluso a 600.000 o 700.000. El tirón sigue siendo muy fuerte".
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F0e4%2F0dd%2Fe76%2F0e40dde765ae228f1ace49b5027e6097.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F0e4%2F0dd%2Fe76%2F0e40dde765ae228f1ace49b5027e6097.jpg)
"Se explica de dos maneras", reflexiona el autor. "Por un lado, está la propia reivindicación de los autores originales, quienes crearon no solo personajes, sino mundos completos alrededor de ellos que les permiten seguir siendo relevantes incluso décadas después. Muchos lectores que descubrieron estas historias en su infancia, ahora con 60 o 70 años, siguen reconociendo los rasgos de los personajes que les fascinaban. Por otro lado, también han sabido modernizarse y conectar con nuevos lectores. Un caso destacado de esta segunda vida es The Spirit —historieta creada por Will Esner en la década de los 40 en Estados Unidos, policíaca—, que sigue explotándose con éxito. Creo que es un fenómeno poco estudiado, pero muy significativo tanto a nivel editorial como artístico".
Novela gráfica vs. cómic
¿Tiene sentido esa distinción o, como algunos dicen, es pretenciosa? "Hay muchas diferencias dentro del sector", señala Altarriba. "Todo genera debates y posturas enfrentadas. Se le puede llamar tebeo, historieta, cómic o novela gráfica, pero en el mundo todo parte de la pulsión humana de contar historias en imágenes. Eso ha existido desde tiempos prehistóricos, antes de escribir ya dibujábamos escenas cotidianas en las paredes. Lo que vivimos es solo una evolución más dentro de la tradición ya existente de representar en frisos, retablos, vitrales o tapices".
"Podríamos decir que ahora mismo estamos en la fase de la novela gráfica, aunque algunos consideran el término pretencioso no es más que una evolución del lenguaje. Un informe reciente señala que el promedio de páginas de los cómics publicados en España es de 165, lo que quiere decir que hemos pasado del cuadernillo de seis, ocho o diez páginas a formatos más largos, con tapa dura y dimensiones variables. Estamos ya más cerca de la extensión de una novela. Pero más allá del nombre, todos los formatos parten de lo mismo, al final cuando a la historieta se la empezó a llamar cómic también hubo resistencia".
"Un cómic de 150 páginas puede llevar más de un año de trabajo y, si solo vende 500 ejemplares, los derechos de autor no llegan ni a 1.000 euros"
Contábamos en este periódico hace un mes que a finales de enero el mundo del cómic sufrió un duro golpe cuando El Catálogo del Cómic (ECC), la segunda mayor editora de tebeos de España, se anunció en concurso de acreedores (tenía la licencia para editar Batman, Superman y otros del universo DC, por lo que se veía como una apuesta segura). ¿Significa eso que el sector del cómic peligra?
"En los últimos años, el cómic ha ganado reconocimiento cultural y ha ampliado su mercado", señala Altarriba. "En 2024 se publicaron en España más de 5.000 títulos. Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, hemos visto una ligera disminución en comparación con 2023. Creo que esto responde a un ajuste del mercado. En los últimos años se publicaron demasiados títulos, muchos de ellos con mercados muy reducidos, y eso no era sostenible. En Francia, el promedio de ventas por título oscila entre 2.000 y 5.000 ejemplares, con al menos 40 o 50 títulos que superan los 100.000 ejemplares al año. En España, en cambio, vender 3.000 o 5.000 ejemplares ya se considera un éxito".
"El principal problema es que las tiradas son pequeñas y los autores ganan muy poco. Un cómic de 150 o 160 páginas puede llevar más de un año de trabajo y, si solo vende 500 ejemplares, los derechos de autor no llegan ni a 1.000 euros. Esto hace que muchos autores lo intenten una o dos veces, pero terminen abandonando porque no les compensa económicamente. Por eso, la ligera caída en la producción de títulos no me preocupa. No es que el cómic haya tocado techo y ahora estemos en declive, sino que el mercado se está ajustando. Necesitamos menos títulos, pero con mayores tiradas y mejores oportunidades comerciales para los autores"; zanja.
El próximo 23 de octubre saldrá a la venta un nuevo tomo de Astérix y Obélix en el que visitarán Lusitania (o Portugal para nosotros). En su periplo anterior (Astérix tras las huellas del grifo, de 2021) se adentraban en las estepas nevadas de las tierras sármatas. Ahora viajarán al extremo suroeste del Imperio romano de la mano de Fabcaro, que firma su segundo guion con Didier Conrad (a cargo del dibujo). Si hacemos un recuento de los tomos, René Goscinny y Albert Uderzo comenzaron sus andanzas en 1966 con Astérix el galo e hicieron juntos 26. A la muerte de Goscinny, Uderzo hizo siete en solitario. Después, continuó con el testigo Didier Conrad en 2013 junto a Jean-Yves Ferri, y ahora le acompaña Fabcaro.