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Anagrama y Luisgé Martín defienden el libro sobre Bretón: "Ni justifica ni exculpa el crimen"
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Anagrama y Luisgé Martín defienden el libro sobre Bretón: "Ni justifica ni exculpa el crimen"

La editorial emite un comunicado en el que resaltan que "el autor y la editorial están en su derecho de publicar esta obra" y el propio escritor reflexiona sobre cómo un libro despierta tanto odio público entre personas que no lo han leído

Foto: José Bretón durante su juicio en 2013. (EFE/Rafa Alcaide)
José Bretón durante su juicio en 2013. (EFE/Rafa Alcaide)

Después de paralizar su distribución y de analizar el caso con sus servicios jurídicos, la editorial Anagrama ha enviado esta mañana un comunicado en el que defiende el libro El odio de Luisgé Martín y resalta que "tanto el autor como la editorial están en su derecho de publicar esta obra", aunque esperarán a lo que "las resoluciones judiciales indiquen". El miércoles, Ruth Ortiz, la madre de los niños asesinados por su padre, José Bretón, sobre el que indaga este libro de Martín con una entrevista en la cárcel e intercambio de cartas, pidió a la justicia que paralizase la distribución del libro por el daño que le causaba. También se sumó ayer a esta petición la Fiscalía de Menores para analizar si había una vulneración de los derechos del honor y la intimidad de los niños.

Por su parte, el TSJCat ha expuesto acerca del escrito presentado por la Fiscalía para la paralización de la publicación del libro que el juzgado de guardia donde se presentó tuvo que dar traslado del escrito al decanato para su reparto en la jurisdicción civil, dado que la fiscalía no indicaba la comisión de ningún delito sino la protección de un derecho. Asimismo, el TSJCat ha confirmado que el escrito ha recaído en el juzgado de primera instancia número 39 de Barcelona.

Este es el comunicado íntegro de Anagrama:

"Desde Anagrama somos plenamente conscientes de la monstruosidad de los crímenes cometidos por José Bretón y comprendemos la sensibilidad que puede suscitar la exploración de la condición del asesino que aborda el escritor Luisgé Martín en El odio.

La literatura trata desde siempre realidades complejas y dolorosas, también crímenes que han marcado a sociedades enteras. Desde Emmanuel Carrère o Truman Capote, y tantos otros, los escritores pueden trabajar con materiales difíciles y controvertidos. La obra de Luisgé Martín intenta dilucidar una violencia extrema, las condiciones en las que se produce y las implicaciones filosóficas y éticas de la crueldad como una pulsión en lo humano, explorando cómo la sociedad y la psicología individual convergen en actos que desafían la moral.

El tratamiento literario de El odio se aleja y rechaza cualquier intención que no sea la de presentar al lector la maldad del asesino sin justificar ni exculpar el crimen, sino al contrario, mostrando su horror.

Reafirmamos nuestro compromiso con la responsabilidad editorial y la libertad de expresión, sabiendo que ambas deben convivir. En este sentido, entendemos que la literatura puede y debe abordar estos temas sin dejar de lado la complejidad que representan, como hace Luisgé en El odio.

La Constitución reconoce el derecho fundamental a la creación literaria. Por ello, Anagrama considera que tanto el autor como la editorial están en su derecho de publicar esta obra, pero esperaremos a lo que las resoluciones judiciales indiquen".

Por su parte Luisgé Martín también ha emitido su propio comunicado que también reproducimos aquí íntegramente:

"Empecé a escribir El odio porque era incapaz de entender que alguien pudiera matar a sus propios hijos. La violencia está a nuestro alrededor y a menudo dentro de nosotros, vivimos en un mundo cada vez más convulsionado y colérico, pero hay un cierto tipo de violencia que no puede ser explicado de ninguna manera. La violencia vicaria es probablemente la más incomprensible de todas.

Yo, como la mayoría de los escritores que conozco, escribo para entender el mundo; para dar orden a lo que solo es caos; para sujetarme a alguna certeza en medio de las arenas movedizas; para buscar respuestas a mis propios demonios y a los demonios de la sociedad en la que vivo. De ese modo llegué al crimen de José Bretón, que contiene todos los paradigmas del Mal con mayúscula y que se convirtió, en 2011, en un símbolo de la violencia machista en España.

"Empecé a escribir 'El odio' porque era incapaz de entender que alguien pudiera matar a sus propios hijos"

En 1965, Truman Capote publicó A sangre fría, la crónica de un crimen abominable cuyos autores —de uno de los cuales se había enamorado Capote— estaban en el corredor de la muerte. En 2000, Emmanuel Carrère publicó El adversario, un retrato de Jean-Claude Romand, que había asesinado a sus dos hijos, a su esposa y a sus propios padres. Carrère visitó en la cárcel y mantuvo correspondencia durante años con Romand, que en 2019 salió de prisión después de cumplir su condena. Y en 2020, Nicola Lagioia, con las mismas herramientas narrativas, desmenuzó un crimen atroz que sacudió Italia en 2016. Son tres obras maestras. Antes y después ha habido cientos o miles de libros semejantes.

No me comparo literariamente con esos autores —ojalá pudiera hacerlo—, pero sí comparo mi propósito con los suyos. Indagar sobre el odio, sobre la brutalidad de la naturaleza humana, sobre la crueldad, sobre las estructuras sociales que sostienen esa violencia inacabable. Eso es, en buena medida, la historia de la literatura.

"'El odio', en mi humilde opinión, sirve para mostrar los laberintos de la infamia y de la vileza de un asesino. Nada más. Y nada menos"

El odio está escrito con el mayor respeto hacia las víctimas. El libro puede provocar dolor al reabrir heridas, pero no más que otros libros que se han publicado sobre los hechos o que la serie audiovisual Bretón, la mirada del Diablo, emitida en 2023. El odio no da voz a José Bretón: se la quita, niega su explicación de los hechos, le enfrenta con sus contradicciones. El odio, en mi humilde opinión, sirve para mostrar los laberintos de la infamia y de la vileza de un asesino. Nada más. Y nada menos.

Merece una reflexión, por último, que un libro como El odio, que pocas personas han leído aún, despierte el odio público que ha despertado entre los que no lo han leído. Es tristemente coherente con el tipo de sociedad hacia la que caminamos, en la que el resentimiento preventivo sustituye al pensamiento crítico".

Después de paralizar su distribución y de analizar el caso con sus servicios jurídicos, la editorial Anagrama ha enviado esta mañana un comunicado en el que defiende el libro El odio de Luisgé Martín y resalta que "tanto el autor como la editorial están en su derecho de publicar esta obra", aunque esperarán a lo que "las resoluciones judiciales indiquen". El miércoles, Ruth Ortiz, la madre de los niños asesinados por su padre, José Bretón, sobre el que indaga este libro de Martín con una entrevista en la cárcel e intercambio de cartas, pidió a la justicia que paralizase la distribución del libro por el daño que le causaba. También se sumó ayer a esta petición la Fiscalía de Menores para analizar si había una vulneración de los derechos del honor y la intimidad de los niños.

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