El enigma de Bashiri: la momia de 2.300 años que guarda un secreto intacto
La momia de Bashiri sigue envuelta en un misterio que nadie se atreve a desvelar. Su inusual técnica de embalsamamiento y los intrincados patrones de sus vendajes desafían a los expertos a descubrir su historia sin comprometer su conservación.
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La arqueología sigue desvelando secretos del antiguo Egipto, pero algunos hallazgos desafían cualquier intento de estudio convencional. La momia de Bashiri, descubierta hace más de un siglo en el Valle de los Reyes, se ha convertido en un enigma para los especialistas. Su técnica de embalsamamiento es única, con vendajes que forman patrones geométricos similares a las pirámides, lo que refuerza la hipótesis de que perteneció a una figura influyente de la sociedad ptolemaica.
El método empleado en la envoltura de este cuerpo momificado no tiene precedentes en el registro arqueológico. Las telas, dispuestas con extrema precisión, han generado un relieve en el rostro que recuerda a las estructuras piramidales. Sin embargo, y a pesar del interés que hay en su estudio, los expertos han decidido no retirar los vendajes para evitar la pérdida irreversible de este testimonio único de la momificación egipcia.
Bashiri mummy is the only mummy from which scientists did not dare and refused to remove the linen because there is no human being or technology in the entire world that can return it as it was. Discovered in 1919 by Howard Carter in the Valley of the Kings #Egypt @stelle_lune pic.twitter.com/RBUkGvlDeS
— Miguel Calabria (@MiguelCalabria3) January 31, 2025
Ante la imposibilidad de intervenir físicamente, los investigadores han recurrido a tecnologías avanzadas como la tomografía computarizada y las radiografías. Gracias a estos análisis, se ha determinado que la momia pertenece a un hombre de aproximadamente 167 centímetros de altura, cuya vida transcurrió entre los siglos III y II a.C. Además, se han identificado diversos amuletos y elementos decorativos que refuerzan la teoría de su alto estatus.
Pistas en su envoltura
Las representaciones halladas en la vestimenta de la momia ofrecen valiosas pistas sobre su identidad. Se han identificado escenas donde aparecen Isis, Neftis y los cuatro hijos de Horus, figuras esenciales en el tránsito hacia el Más Allá. Asimismo, la presencia de Anubis en los pies sugiere que el individuo contaba con un estatus privilegiado en la sociedad egipcia.
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El enigma continúa
Uno de los mayores enigmas es su nombre. Dentro de la tumba donde se hallaron los restos se descubrió una inscripción deteriorada que menciona las palabras "Bashiri" o "Neno", aunque los egiptólogos no han logrado confirmar cuál es el nombre real del difunto. La falta de más inscripciones o referencias ha mantenido la incertidumbre en torno a su verdadera identidad.
Los especialistas continúan estudiando la momia mediante técnicas no invasivas con la esperanza de obtener más información sin comprometer su conservación. Hasta el momento, Bashiri sigue envuelto en incógnitas, siendo uno de los ejemplos más fascinantes del refinamiento alcanzado por la momificación en el Egipto ptolemaico.
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