El periodista Benjamín G. Rosado gana el Biblioteca Breve 2025 con una novela de aventuras
'El vuelo del hombre' consigue un galardón dotado con 30.000 euros. Es la ópera prima de Rosado y el jurado la ha premiado por ser "una investigación literaria sorprendente sobre el poder de la ficción". Le han comparado con Auster y Bolaños
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El periodista Benjamin G. Rosado (Ávila, 1985) ha ganado el premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral con su primera novela El vuelo del hombre, una historia de aventuras que el jurado ha definido como “una investigación literaria sorprendente sobre el poder de la ficción para transformar la realidad”. Según este acta, está escrita “por un gran fabulador en la mejor tradición de narradores como Auster o Bolaños”. Ahí es nada. El galardón está dotado con 30.000 euros.
La novela desvela los caminos que recorre Diego Marín, un filólogo encargado de investigar el lenguaje que consigue un enorme éxito con su primera novela sobre un piloto de avión que recorre distintos países latinoamericanos. El fulgor de las luces de neón es tal que le deja en el dique seco (también se inmiscuye por ahí una historia de amor) si bien puede instalarse con comodidad en Nueva York. Tendrá que redimirse con otra genial historia: en la selva colombiana fallece un piloto en el mismo punto que fallecía el protagonista de su gran novela… y además tiene el mismo nombre. Ahí estará su segunda novela.
El vuelo del hombre es una novela de avatares, acontecimientos reales (como el 11 S, la crisis económica de 2008…), de historias de personajes reales… Como ha dicho el propio Rosado, “cuando acabé de escribirla, pensé que el género en el que mejor encajaba era la novela bizantina de aventuras, con su protagonista viajando en busca del amor ideal y superando una serie de pruebas”.
El periodista ha contado que todo surgió una mañana en el periódico cuando leyó la noticia de un grupo de investigadores británicos que habían conseguido aislar el gen responsable del lenguaje. “Jamás me habría planteado escribir una novela en términos científicos, pero me pareció tremendamente sugestiva la hipótesis que planteaban, la del lenguaje primitivo de los primeros humanos como una forma de imitación del canto de los pájaros. Había un gran potencial literario”. Precisamente, la novela también tiene varias apuntes a Noam Chomsky y sus descubrimientos sobre las estructuras innatas para el desarrollo de la lengua.
Voz nueva y personal
En la rueda de prensa que ha tenido lugar en el Teatre del Liceu de Barcelona -curiosamente Rosado es periodista especializado en música clásica- el jurado ha querido destacar la capacidad de fabular del autor. De hecho, Jesús Carrasco, ganador el año pasado de este galardón con Elogio de las manos, ha manifestado que la trama “es un viaje por un libro frondoso y tienes la sensación que has viajado por rincones que se pueden recordar”. Para la librera Almudena Amador, “es muy borgiana, llena de referencias literarias, muy original y con una estructura peculiar, llena de intrahistorias que dan mucho gozo y redondean la lectura”. Borges se suma a las referencias de Auster y Bolaños.
Para el escritor y editor Pere Gimferrer, “es una nueva, personal y distinta voz y con dotes muy importantes”, mientras que el escritor Miguel Ángel Hernández resaltó que le había “cautivado el mundo literario que despliega, con todos los referentes e historias que te llevan a otras historias”.
Negro literario
Al recoger el galardón en una hermosa sala rodeada de espejos y en cuya pared se podía leer la frase “el arte no tiene patria”, Rosado ha recordado su pasión por la música clásica y las veces que ha estado en el Liceu, pero también en el Teatro Real de Madrid donde de niño cantó en el coro de la ópera La Boheme. O cómo en el mismo Liceu vio Las bodas de Fígaro en la que el amor se impone a toda lógica. Una similitud que estableció con el hecho de haber ganado el Biblioteca Breve con su primera novela: “Esto solo puede pertenecer al género de la duda con respecto a cualquier parecido con la realidad”.
Rosado también ha rememorado cómo empezó a escribir esta novela, un esbozo con 22 años (se llamaba Ciudad café, como la novela con la que consigue un gran éxito Diego Marín), hasta que entró en el mundillo del periodismo -”no por vocación sino por necesidad”- . Pero llegó un año en el que decidió tomarse un año sabático y viajó a Valparaíso (ahí comienza la peripecia de su personaje Diego Marín) donde comenzó un sin fin de aventuras, de la Patagonia donde vivió en una cabaña, a las aguas del Atlántico donde navegó con un rompehielos de la armada chilena y tuvo que enfrentarse a olas de 20 metros. También avistó osos por EEUU. “Viví muchas aventuras, pero mi libro no va de eso, no me gusta escribir sobre mí mismo. Tengo profundo respeto por el lector, mi vida no le interesa a nadie”.
Y después se retrotrayó a su infancia, a los 7 años, cuando se madre le enseñó a usar “su cabecita” de forma provechosa. Y cuando su padre “me enseñó a expresarme con propiedad”. De hecho, comentaban libros juntos en un Vips.
Rosado ha trabajado durante años como periodista -profesión en la que sigue-, pero también ha ejercido como “negro literario” para terceros, una actividad que le ha servido para escribir ahora una novela. “Me ayudó a meterme un libro en mi cabeza, a coger la distancia. Como periodista tengo claro la extensión de un reportaje, pero con la novela era un salto al vacío. La experiencia como negro literario me ayudado mucho para escribir esto”.
Por último comentó que no sabía muy bien cómo había conseguido tiempo para escribirla entre su trabajo y su familia (tiene dos niños). “Necesito un estado mental para escribir u me cuesta encontrar espacio. He tenido que hacer malabarismos, acostarme a las cuatro de la mañana y encontrar en ese insomnio un cierto encanto. Pero encerrarte a escribir duele porque te estás perdiendo cosas”, ha zanjado.
El periodista Benjamin G. Rosado (Ávila, 1985) ha ganado el premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral con su primera novela El vuelo del hombre, una historia de aventuras que el jurado ha definido como “una investigación literaria sorprendente sobre el poder de la ficción para transformar la realidad”. Según este acta, está escrita “por un gran fabulador en la mejor tradición de narradores como Auster o Bolaños”. Ahí es nada. El galardón está dotado con 30.000 euros.