La redención de Karla Sofía Gascón en la gala de los Goya: "El perdón es necesario"
El mundo del cine quiso arropar a la actriz española tras la oleada de críticas por sus tuits. Sin embargo, sobre el escenario solo se acordaron de ella los representantes de 'Emilia Pérez' en España y C.Tangana
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Karla Sofía Gascón llegaba a la gala de los Goya completamente desahuciada. De hecho, estaba, pero en ausencia. Era elefante en la habitación, el Pepe el Romano de La Casa de Bernarda Alba, el pensamiento obsesivo que no se va, pero del que nadie habla. Gascón estaba en su semana de Vía Crucis y los premios podrían ser el posible monte del Calvario donde ser finalmente crucificada. Así, al menos, lo había decidido Hollywood.
Pero algo empezó a cambiar en la alfombra roja cuando muchos de los invitados criticaron con dureza el "linchamiento" que estaba sufriendo la actriz desde que una periodista canadiense destapara tuits antiguos tildados de racistas. No obstante, durante la ceremonia solo hubo dos alusiones a ella, y solo una fue explícita.
"Claramente, se ha equivocado, pero lo que está ocurriendo es un linchamiento. Se ha equivocado y ha pedido perdón y ha vuelto a pedir perdón. La gente cambia, yo empecé en televisión, luego estudié dirección y ahora trabajo en el cine. Se puede cambiar. Yo misma he podido cometer errores en el pasado. Todo el mundo se equivoca", manifestó en la alfombra roja Mabel Lozano, que estaba nominada al Goya a Mejor cortometraje de animación por Lola, Lolita, Lolaza.
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También la actriz Emma Vilasarau, nominada a Mejor actriz protagonista por Casa en llamas (se lo arrebató Carolina Yuste) señaló al ser preguntada que la controversia que ha rodeado a Gascón podía estar motivada por el hecho de ser "mujer y trans". Y se mostró indignada: "Con qué rapidez suben a alguien porque era lo más y con qué rapidez se la cargan. Es como que no importa nada de lo que hiciera, importa el último tuit".
Por su parte, Aitana Sánchez-Gijón, que recogía el Goya de Honor por toda su trayectoria, no ocultaba que todo lo que estaba ocurriendo en las redes sociales, además de los movimientos de Netflix (que la ha apartado de toda promoción) tampoco eran justificables: "El trabajo de Karla Sofía era tan bueno antes como ahora y está recibiendo una oleada desmedida y destructora, como ocurre en el mundo de las redes... No deseo ni su aniquilación ni la venganza. Ha sufrido bastante, ha pedido disculpas y hay que dejarla en paz", sostuvo al solicitarle una opinión al respecto.
El perdón de C.Tangana
Parece, sin embargo, que no es fácil hacer un comentario de motu proprio y sin preguntas de por medio. Durante la gala solo hubo dos menciones a la actriz, si bien muy reseñables y que hicieron estallar los aplausos. La primera, la de los distribuidores de Emilia Pérez en España al recoger el Goya a mejor película europea. En primer lugar, se acordaron de ella por estar nominada a mejor actriz en los próximos Oscar. Y fueron los únicos que lo hicieron sobre el escenario. Y, en segundo lugar, resaltaron: "Ante el odio y el escarnio, más cine y más cultura". El público aplaudió cuando escuchó su nombre y tras estas palabras de apoyo de los distribuidores.
Sin embargo, quien estuvo directo sin citarla fue Antón Álvarez, C.Tangana, cuando subió al escenario para recibir el Goya al mejor documental por La guitarra flamenca de Yerai Cortés. "Quiero hablar sobre la comprensión y sobre el perdón. Yo me equivoco constantemente y pido perdón constantemente. Y vosotros también. Seamos comprensivos: cuanto mayor es el error, más necesitamos el perdón de los demás". Ya antes, a su paso por la alfombra roja, C. Tangana se pronunció sobre la cancelación de Karla Sofía Gascón, que ha sido completamente apartada de la promoción de la película Emilia Pérez de cara a los Oscar. "Apetece darle un abrazo", señaló el músico y cineasta al ser preguntado sobre la controversia en torno a la actriz: "Independientemente de las opiniones, a mí me da un poco de penilla, porque la chica ahora mismo debe estar, yo me imagino, queriendo meter la cabeza bajo tierra", comentó.
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El mundo del cine, aun condenando los tuits antiguos de Karla Sofía —no pocos señalaron también que no los comparten— quiso frenar la oleada brutal que hasta Antonio Banderas llegó a describir como "transfobia". Sin embargo, no hicieron lo mismo ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que también acudieron a la gala.
El primero esquivó la controversia al manifestar que "desgraciadamente, estamos en un momento muy preocupante en cuanto a los discursos de representantes políticos y algunos presidentes. En este sentido, solamente quiero poner de relieve los principios y valores que defiende este Gobierno. Y quiero poner en valor que son la diversidad, la tolerancia y el respeto". El segundo ni siquiera quiso hablar de la actriz española. Ya lo había dicho hace solo tres días: "Tengo que lamentar sus 'tuits'. No representan a la sociedad española y lo digo de forma apenada porque esta era una candidatura muy importante para el país".
Karla Sofía Gascón llegaba a la gala de los Goya completamente desahuciada. De hecho, estaba, pero en ausencia. Era elefante en la habitación, el Pepe el Romano de La Casa de Bernarda Alba, el pensamiento obsesivo que no se va, pero del que nadie habla. Gascón estaba en su semana de Vía Crucis y los premios podrían ser el posible monte del Calvario donde ser finalmente crucificada. Así, al menos, lo había decidido Hollywood.