Polémica por las fiestas con música y bebida en las noches del museo del Prado: "Parece un after"

Aunque no es la primera vez que el Museo del Prado abre por la noche (desde 2023, en colaboración con Samsung, decidió apostar por el proyecto llamado "El Prado de noche" con la idea de ofrecer propuestas innovadoras, y el primer sábado de cada mes la pinacoteca se abría de 20:30 a 23:30 para enseñar distintas salas del museo, una idea que continuó en 2024 y parece que seguirá la misma senda este año), los últimos días se han filtrado unos vídeos que han provocado la indignación de más de una persona.

En las imágenes grabadas se puede ver a un gran grupo de gente en la Sala de las musas del Museo. Algunas personas parecen hacer cola para ver otra sala, mientras que una amplia mayoría se encuentra junto a una mesa alta, disfrutando de comida y bebida. Suena, además, música, por lo que algunos internautas lo han comparado con un after.

Desde el museo defienden que el nivel de vibraciones provocado por los altavoces no supone un riesgo para las obras

El Museo del Prado siempre ha defendido la propuesta, asegurando que es un éxito: "El Museo del Prado recibe más de 1.700 visitantes en su primera noche de apertura esta temporada", señalaban hace un año. El Historiador de Arte, Miguel Falomir, también aplaudía la idea: "Abrirlo el primer sábado por la noche de cada mes es un éxito, con un público nacional e inmigrante que acude en familia y por primera vez".

Sin embargo, no todo el mundo opina igual, y la parte de la música (que proviene de un DJ de Radio 3) no ha entusiasmado, así como el hecho de que se pueda beber o disfrutar de un cóctel mientras se observan los cuadros. "Nos invitaron a una noche en el Museo del Prado y excepto que puedes pulular por el museo con poca gente no he entendido la discoteca con pinchadiscos incluida y música a todo trapo en una de las salas. Si quisiera ir de discoteca no iría a un museo", señalaba un internauta en Twitter (X). "Esperaba otra cosa, no convertir el Museo en un after", indicaba otra persona.

Así mismo, y más allá de la polémica entre clasicismo y modernidad, la preocupación principal de muchas personas es que los cuadros puedan resultar dañados debido a que haya personas comiendo y bebiendo en las salas. Desde el Museo, sin embargo, garantizan que no corren ningún peligro y se encuentran completamente a salvo. También han indicado que el nivel de vibraciones provocado por los altavoces está regulado y no supone un riesgo para las obras de la Sala de las musas, donde se encuentran, además de las propias musas, varios retratos ecuestres e incluso dos cuadros de Rubens y otro de Bourdon del siglo XVII.