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Esta galardonada arquitecta china aplica la acupuntura a la construcción de edificios
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Esta galardonada arquitecta china aplica la acupuntura a la construcción de edificios

Al igual que la milenaria práctica de la medicina tradicional china, la arquitecta Xu Tiantian, especializada en zonas rurales, busca el mayor impacto con la menor intervención. El 16 de febrero estará en el Hay Forum de Sevilla

Foto: Xu Tiantian, arquitecta china especializada en zonas rurales.
Xu Tiantian, arquitecta china especializada en zonas rurales.

Todo el mundo habla de ciudades, y con razón: según la ONU, en el 2050 el 68% de la población mundial vivirá en ciudades. Pero, a pesar del imparable crecimiento de los centros urbanos, millones y millones de personas seguirán viviendo en las próximas décadas en zonas rurales.

La arquitecta china Xu Tiantian (Fujian, 1975) ha decidido nadar a contracorriente y especializarse en zonas rurales. Al frente del estudio DnA Design and Architecture, ha participado amplia y activamente en el proceso de revitalización de la China rural. Y lo ha hecho —lo sigue haciendo— con un enfoque nuevo: la "acupuntura arquitectónica" que, como esa milenaria práctica de la medicina tradicional china, busca el máximo resultado con la mínima intervención, sanar, restableciendo el equilibrio perdido.

Licenciada en Arquitectura por la Universidad china de Tsinghua y con máster en la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard, Tiantian ha recibido numerosos premios por sus proyectos, incluido el Premio de Arquitectura WA China en 2006 y 2008, el Premio a Arquitectos Emergentes de la Architectural League de Nueva York en 2008, el Premio Design Vanguard en 2009 de Architecture Record, el Premio Moira Gemmill para Arquitectas Emergentes en 2019 y el Premio Global de Arquitectura Sostenible en 2023, entre otros. En 2020, fue nombrada Miembro de Honor del Instituto Americano de Arquitectos.

El próximo 15 de febrero, Xu Tiantian estará en España para participar en el Hay Fórum Sevilla, el festival de ideas que dirige la infatigable Sheila Cremaschi y que este año celebra su tercera edición en la ciudad hispalense. Allí, desglosará su concepto de la arquitectura, del que nos adelanta algunas nociones.

PREGUNTA. La arquitectura hoy se enfrenta a nuevos desafíos y urgencias. ¿Cómo cree que debería cambiar nuestra manera de pensar la arquitectura, de concebirla?

RESPUESTA. Sin duda, estamos en un momento de cambio profundo. La visión tradicional de la arquitectura, centrada únicamente en la construcción de edificios, ya no es suficiente. Hoy en día debemos de abrir la arquitectura a la naturaleza, a la sociedad, y entenderla como parte de las dinámicas ecológicas, sociales y económicas. La arquitectura no puede seguir siendo un ejercicio aislado. El proceso de diseño tiene que evolucionar: ya no basta con diseñar edificios desde un despacho. La arquitectura es un trabajo que debe involucrar a las comunidades y a profesionales de diferentes disciplinas. Los arquitectos hoy en día tenemos que desempeñar múltiples papeles: debemos ser ecólogos, educadores y facilitadores. Es un desafío, pero también una oportunidad.

P. Su estudio de arquitectura está especializado en áreas rurales, algo que resulta muy interesante dado que la mayoría de los arquitectos se enfocan en la arquitectura urbana.

R. Muchas veces olvidamos que, aunque las ciudades concentran gran parte de la población mundial, millones de personas siguen viviendo en áreas rurales. El crecimiento de las zonas urbanas es inevitable, sí, pero no podemos abandonar a las comunidades rurales. Además, hay mucho que podemos aprender de ellas para mejorar nuestros entornos urbanos. Para mí, lo rural y lo urbano no deben dividirse; deben complementarse.

P. La pandemia trajo consigo un auge importante del teletrabajo. ¿Ha cambiado a partir del coronavirus la dinámica entre áreas urbanas y áreas rurales?

R. Definitivamente sí. Es una tendencia fascinante porque muestra cómo la tecnología ha cambiado nuestras dinámicas. Ya no se trata solo de gente dejando el campo y trasladándose a vivir a las ciudades; ahora también vemos el movimiento a la inversa. Esto abre nuevas oportunidades para las áreas rurales, especialmente a aquellas con infraestructuras y acceso a internet, lo que permite que haya más personas que vivan y trabajen allí.

placeholder Hall de entrada del Memorial Wangjing. (Cedida)
Hall de entrada del Memorial Wangjing. (Cedida)

P. Su concepción de la arquitectura está muy relacionada con la acupuntura. ¿Me lo explica?

R. Claro. La acupuntura es un tratamiento que identifica y aborda problemas específicos del cuerpo de manera localizada. Mi enfoque arquitectónico funciona de manera similar: se trata de intervenciones mínimas que tienen un impacto máximo. Por ejemplo, en las comunidades rurales, identificamos las necesidades específicas y diseñamos soluciones que respeten su contexto, historia y cultura. No se trata de grandes operaciones disruptivas, sino de implementar mejoras que realmente transformen y "liberen la energía bloqueada", como hace la acupuntura.

P. ¿Y si me da un ejemplo práctico?

R. Nosotros llevamos trabajando ocho años en el condado de Songyang (en la zona este de China) y hemos hecho intervenciones en diferentes aldeas. Cada intervención ha sido distinta: en una renovamos una fábrica de tofu; en otra, una planta de producción de azúcar y en otra convertimos un puente abandonado en un espacio público. Hicimos cada proyecto basado en las necesidades de cada lugar y en su herencia cultural.

placeholder La fábrica de tofu en la aldea Caizhai diseñada por el estudio de Tiantian Xu. (Cedida)
La fábrica de tofu en la aldea Caizhai diseñada por el estudio de Tiantian Xu. (Cedida)

P. Las raíces, las tradiciones y la historia cultural de cada lugar son muy importantes en su concepción de la arquitectura, ¿verdad?

R. Son fundamentales, porque representan el alma de un lugar. La arquitectura debe respetar y realzar ese legado. No se trata solo de construir, sino de crear algo que honre la historia y las tradiciones del lugar al tiempo que se adapta a las necesidades contemporáneas.

P. ¿Y cuáles son sus raíces como arquitecta? Usted ha trabajado en Europa y Estados Unidos antes de regresar a China, ¿qué aprendió de esas experiencias?

R. Aquel fue un aprendizaje valioso, pero lo que más me ha marcado ha sido mi colaboración con artistas como Ai Weiwei y otros. Ellos me enseñaron a pensar conceptualmente y a conectar el diseño con la cultura. Al regresar a China, quise llevar ese enfoque a las comunidades rurales. Allí, en las zonas rurales, entendí que la arquitectura no trata solo de edificios, sino de la relación entre las personas y su entorno natural.

P. China ha experimentado un gigantesco boom arquitectónico en las últimas décadas. ¿Cómo lo valora?

R. Ese boom coincidió con una época de optimismo, pero también de falta de conciencia sobre las consecuencias. Construíamos sin pensar en el impacto ambiental o social. Ahora sabemos que ese enfoque tiene un coste. La arquitectura debe centrarse en la razón detrás de cada construcción, no en la cantidad o el tamaño.

placeholder La reconversión del abandonado puente de Shimen en espacio público que ha llevado a cabo por el estudio DnA. (Cedida)
La reconversión del abandonado puente de Shimen en espacio público que ha llevado a cabo por el estudio DnA. (Cedida)

P. ¿Qué papel juegan los materiales en este nuevo enfoque arquitectónico que usted defiende?

R. Un papel esencial. No se trata solo de usar materiales tradicionales o innovadores, sino de trabajar con lo que es accesible localmente. Lo importante es entender las necesidades y recursos de cada comunidad.

P. Aunque usted esté especializada en áreas rurales, o precisamente por eso, ¿cuáles considera que son los retos más importantes que debe afrontar la arquitectura en las zonas urbanas?

R. Creo que el mayor desafío de la arquitectura urbana es integrar los edificios con el ecosistema y romper con la artificialidad que aísla a las personas. También debemos aprovechar mejor los espacios ya existentes, como escuelas, bibliotecas o museos, abriéndolos a usos comunitarios más allá de sus funciones específicas.

Todo el mundo habla de ciudades, y con razón: según la ONU, en el 2050 el 68% de la población mundial vivirá en ciudades. Pero, a pesar del imparable crecimiento de los centros urbanos, millones y millones de personas seguirán viviendo en las próximas décadas en zonas rurales.

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