¿Tráfico de antigüedades? La estatua encontrada en cubos de basura en Grecia… huele mal
Un hombre acudió a comisaría con la figura, datada entre el 323 y 31 a.C., una de las mayores épocas de esplendor de Macedonia, y se investiga si puede formar parte de las redes de traficantes de arte
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F74f%2Fb7e%2F64e%2F74fb7e64e062659e57e13bbc674f98be.jpg)
Cuando en la tarde del pasado 18 de enero, un hombre de 32 años se acercó a la comisaría con una estatua que dijo haber encontrado en una bolsa negra entre cubos de basura, la policía griega torció el morro. No es la primera vez que se topa con este tipo de hallazgos. Muchas veces son fortuitos. Es lo que tiene un país con un glorioso pasado arqueológico. Pero otras tantas, más se deben al robo y tráfico de antigüedades. Los vestigios andan por todas partes y los ladrones no suelen estar muy lejos. En este caso, la historia huele mal.
La estatua en cuestión, de unos 80x25 cm, de una mujer sin cabeza ni brazos y con un ropaje de la época helenística, apareció en la ciudad playera de Neoi Epivates, en el extrarradio de Tesalónica, la segunda ciudad griega después de Atenas y bastante rica en yacimientos. De hecho, no lejos de allí se encuentran las ruinas de Pella, donde nació Alejandro Magno y reinó su padre Filipo II de Macedonia, allá por el siglo IV a.C. Tesalónica tiene también un importante museo con reliquias del esplendor de aquel reino. Precisamente, la estatua ha sido datada entre los años 323-31 a.C., justo después de la muerte del gran héroe macedonio, una época floreciente para la zona, ya que disfrutaban de todo el dinero que entraba gracias a sus conquistas allende aquellas tierras.
"El tamaño pequeño es típico de este tipo de exvotos de mármol colocados en honor de divinidades en santuarios o templos"
Según ha señalado Bert Smith, profesor de arqueología clásica en las universidades de Oxford y Bilkent en Turquía, a The New York Times, la estatua podría ser una figura a pequeña escala de una diosa. “El tamaño pequeño es típico de este tipo de exvotos de mármol colocados en honor de divinidades en santuarios o templos”, manifestó a partir de la observación de fotografías. “La gente rezaba a las divinidades y les hacía dedicatorias en agradecimiento por sus favores. Las pequeñas estatuas, como esta, serían la costosa dedicatoria de una persona privada”, ha añadido.
Hallazgos llamativos
De momento, la estatua se la han quedado las autoridades griegas. El Ministerio de Cultura ha realizado un examen preliminar y ha dictaminado que está amparada por las leyes griegas de protección de las antigüedades. Un comité de tres personas intentará determinar su composición y datación. La Policía también ha puesto en marcha una investigación para saber cómo llegó a esos cubos de basura. En un principio detuvo al hombre que la llevó a comisaría, aunque más tarde le dejó en libertad sin cargos. Ahora el caso está en manos del Departamento de Investigación Criminal. Desde luego, toda una historia que daría para una gran novela negra.
No obstante, están acostumbrados. “Esta no es la primera vez que los civiles entregan estatuas a las comisarías de policía”, dijo Vasilis Tempelis, portavoz del Ministerio de Cultura, en un correo electrónico enviado al NYTIMES. Ni que se producen hallazgos llamativos.
En un principio, la policía detuvo al hombre que la llevó a comisaría, pero después le dejó en libertad sin cargos y ha abierto una investigación
En diciembre, unos trabajadores que estaban instalando gasoductos cerca de Atenas descubrieron una estatua de Hermes de la época romana enterrada en posición vertical en un pozo revestido de ladrillos cerca de la Acrópolis.
En Tesalónica se descubrió un gran tesoro durante una de esas excavaciones que suelen sacar grandes cosas: desde una vía romana pavimentada con mármol hasta decenas de miles de artefactos que abarcan los períodos griego, bizantino y otomano surgieron durante las obras del metro que se inauguró en noviembre. Ahora se exhiben en diferentes estaciones.
La cabeza del Reino Unido
Por otro lado, estos hallazgos no solo se producen en la cuna de las civilizaciones como Grecia, Roma o Turquía. También lo hacen en las excolonias del imperio romano, como lo que hoy es Reino Unido. Y también, a veces, el asunto huele regular.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F65c%2Fd6e%2F9a9%2F65cd6e9a9116a7d3d9758c1c4f8ea842.jpg)
Hace un par de años, el conductor de una excavadora descubrió la cabeza de mármol de una dama romana en una finca rural del siglo XVI en Peterborough (Inglaterra). Dos semanas más tarde, también se encontró un busto cerca del lugar del hallazgo original, y las reliquias fueron limpiadas, examinadas y reensambladas por un conservador, quien fechó la escultura en el siglo I o II d.C.
¿Qué pudo pasar ahí para que las dos partes acabaron separadas, pero enterradas en la misma zona? No se sabe, pero los investigadores lo presienten: un robo fallido que acabó siendo desechado y ocultado. Otra novela negra.
Cuando en la tarde del pasado 18 de enero, un hombre de 32 años se acercó a la comisaría con una estatua que dijo haber encontrado en una bolsa negra entre cubos de basura, la policía griega torció el morro. No es la primera vez que se topa con este tipo de hallazgos. Muchas veces son fortuitos. Es lo que tiene un país con un glorioso pasado arqueológico. Pero otras tantas, más se deben al robo y tráfico de antigüedades. Los vestigios andan por todas partes y los ladrones no suelen estar muy lejos. En este caso, la historia huele mal.