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Vive en el país más seguro y es la reina de la novela negra: "Refleja los males de la sociedad"
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Vive en el país más seguro y es la reina de la novela negra: "Refleja los males de la sociedad"

Hablamos con la islandesa Yrsa Sigurðardóttir, que acaba de publicar 'El grito', sobre esa famosa tendencia de los escandinavos a escribir novela criminal

Foto: La escritora Yrsa Sigurðardóttir. (Lilja Birgisdóttir)
La escritora Yrsa Sigurðardóttir. (Lilja Birgisdóttir)

Hay una broma o estereotipo recurrente alrededor de los países escandinavos: parece que todo el mundo escribe novela negra. En Islandia, ese país de hielo, de naturaleza apabullante y leyendas antiguas, la situación parece más flagrante: todo el mundo en Islandia quiere escribir un libro, o eso dicen (Ad ganga med bok I maganum, es la frase en islandés). Y, a juzgar por los datos, quizá el estereotipo no está tan alejado de la realidad: según señalaba en 2013 la BBC, es la nación con más escritores, más obras publicadas y más libros leídos per cápita del mundo (lo que es mucho decir para una nación con apenas 300.000 personas). Es considerado además el país más seguro del mundo, por lo que la obsesión con la novela negra, los asesinatos y otros asuntos morbosos es quizá aún más sorprendente.

Yrsa Sigurðardóttir cuadra perfectamente en el estereotipo del islandés que escribe. Ingeniera civil de profesión, decidió dedicarse en 2005 por completo a la literatura y por ahora (con más de diez libros a sus espaldas) parece que no se le da nada mal. En realidad comenzó escribiendo libros infantiles, pero el paso del tiempo la llevó a dedicarse a la novela negra (de nuevo ahí está el estereotipo), y ahora hablamos con ella con motivo de la publicación de El grito, "una de las mejores novelas de suspense de los últimos años" según el Sunday Times.

La autora se ríe cuando le mencionamos esa curiosa dicotomía entre vivir en el país más seguro del mundo y dedicarse a escribir historias de crímenes terribles. "Es verdad que aquí en Islandia no tenemos bandas ni ajustes de cuentas, los crímenes suelen ser espontáneos y relacionados con episodios maníacos", cuenta. "Sin embargo, estamos muy en contacto con la naturaleza, quizá eso hace que algunos entiendan mejor la vida y la muerte y eso podría influir en cometer atrocidades. No lo sé, es curioso".

"El bagaje literario escandinavo suele ser muy lúgubre y centrado en temas sociales, lo que encaja perfectamente con la novela negra"

"La novela negra nórdica llegó tarde a Islandia, inicialmente no parecía creíble, como te digo los asesinatos aquí solían ser simples y accidentales, peleas entre borrachos y cosas así", explica. "Pero es verdad que el bagaje literario escandinavo suele ser muy lúgubre y centrado en temas sociales, lo que encaja perfectamente con la novela negra. Al final el género es un espejo de los males de la sociedad y sirve para explorar temas sociales desde una perspectiva literaria".

El grito forma parte, en realidad, de una serie en la que la protagonista (Freyja, quizá el nombre más nórdico posible) es una psicóloga infantil que tendrá que resolver crímenes brutales (en este caso el de una mujer, con una única niña como testigo). Sucede, por supuesto, en Islandia. "El contraste entre la tranquilidad de uno de los países más seguros del mundo y la aparición de un crimen terrible creo que resulta muy interesante a los lectores", nos explica Sigurðardóttir.

placeholder Portada de 'El grito'. (Ediciones Destino)
Portada de 'El grito'. (Ediciones Destino)

"Aquí, la cercanía entre las personas, al ser una sociedad pequeña, hace más creíble que haya vínculos entre personajes aparentemente desconectados". Para preparar el personaje de Freyja le fue crucial investigar a fondo. "Los Servicios Sociales de Protección a la Infancia en Islandia me ayudaron mucho, abriéndome las puertas para conocer su metodología de trabajo. Para mí, la preparación es una de las partes más divertidas porque me da ideas para desarrollar la trama. Esta es mi décima novela negra y marca el inicio de una nueva serie. Había escrito sobre una abogada anteriormente, lo que complicaba un poco el tema de la investigación. Ahora quería centrarme en una serie policíaca, pero no únicamente desde ese enfoque, así que se me ocurrió la figura de una psicóloga infantil vinculada a la institución islandesa llamada "Casa de los niños", que acoge a niños involucrados en crímenes, normalmente como víctimas. Me pareció un concepto interesante para introducir en la novela".

Las claves de una buena novela negra

Sigurðardóttir es fan de otro fenómeno en auge: el true crime. "Me gustan mucho los pódcast, ofrecen más detalles que una búsqueda en Google. Especialmente los casos raros me resultan fascinantes. Aunque no querría vivir algo así de cerca, siento curiosidad por entender cómo alguien puede llegar a cometer esas atrocidades", explica. A veces, esos casos reales le inspiran para sus historias. "El segundo libro de esta saga está inspirado en un caso antiguo de una niña muy sonado aquí. No puedo escribir directamente sobre ese caso porque todos en Islandia lo conocen, pero tomé ciertos elementos para desarrollarlos en la novela".

"Me gusta mucho el 'true crime', siento curiosidad por entender cómo alguien puede llegar a cometer esas atrocidades"

"También suelo inspirarme en casos sin resolver o misterios históricos como el Mary Celeste, que me sirven de punto de partida, creo que para que una novela negra sea buena la clave es que la víctima sea una buena persona. Si es alguien malo, el lector no sentirá tanta curiosidad por el caso. También es importante que la historia explique el porqué del crimen, explorando la mente del asesino y los motivos detrás del acto. El lector debe entender lo sucedido, pero sin que sea demasiado obvio o fácil de adivinar".

En su infancia, la islandesa vivió durante un tiempo en Estados Unidos, lo que le llevó a leer en los 80 la literatura de Stephen King, que le marcó mucho. "No sabría decir un libro concreto que me haya marcado especialmente porque he sido una lectora voraz toda mi vida, pero recuerdo cosas que me inspiraron en mi infancia... mis padres tenían un libro sobre enfermedades infecciosas en el que se explicaban un montón de enfermedades terribles y eso a mí me causaba muchísima curiosidad... lo consultaba continuamente hasta que mis padres lo descubrieron y me lo prohibieron. Quizá eso me sirvió como inspiración posterior", se ríe. "Empecé escribiendo libros infantiles porque quería que mi hijo leyera por placer y no encontraba libros adecuados para él. Gané un premio literario en ese género, pero luego decidí escribir para un público más maduro. Como me gusta el terror y la novela negra, me lancé a ese mundo".

A la islandesa le sorprende también el auge de la novela negra (y también la novela negra nórdica) en todo el mundo. "Sobre todo porque no esperaba que mis novelas traspasaran fronteras", confiesa. "Al principio me preocupaba la manera en que los lectores extranjeros podrían entender la cultura islandesa, cuando el país no estaba de moda y no había tanto turismo, pero luego llegué a la conclusión de que la clave es centrarse en la historia. No se trata de crear una guía turística".

Hay una broma o estereotipo recurrente alrededor de los países escandinavos: parece que todo el mundo escribe novela negra. En Islandia, ese país de hielo, de naturaleza apabullante y leyendas antiguas, la situación parece más flagrante: todo el mundo en Islandia quiere escribir un libro, o eso dicen (Ad ganga med bok I maganum, es la frase en islandés). Y, a juzgar por los datos, quizá el estereotipo no está tan alejado de la realidad: según señalaba en 2013 la BBC, es la nación con más escritores, más obras publicadas y más libros leídos per cápita del mundo (lo que es mucho decir para una nación con apenas 300.000 personas). Es considerado además el país más seguro del mundo, por lo que la obsesión con la novela negra, los asesinatos y otros asuntos morbosos es quizá aún más sorprendente.

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