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El cineasta Nacho Vigalondo: "Lynch era el director más radicalmente libre"
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tras la muerte del gran artista

El cineasta Nacho Vigalondo: "Lynch era el director más radicalmente libre"

El creador de 'Los cronocrímenes' resume aquí algunas de las impresiones que le causó el director estadounidense desde que le descubriera en el salón de su casa en Cabezón de la Sal con 'Twin Peaks'

Foto: El director David Lynch a su llegada al Festival de Cannes en 2002 (REUTERS Eric Gaillard)
El director David Lynch a su llegada al Festival de Cannes en 2002 (REUTERS Eric Gaillard)

El cineasta Nacho Vigalondo es uno de los mayores fans de David Lynch. Estas son las notas de voz que envió por teléfono a El Confidencial tras la muerte del cineasta:

"Mi primer contacto con Lynch es el mejor contacto que jamás tendré en mi vida, porque yo, viviendo en Cantabria, en Cabezón de la Sal, y no teniendo familia cinéfila ni hermano mayor -en otras circunstancias alguien sabría cogerme de la mano y llevarme hasta un videoclub o alguien me pasaría películas de autor de las que yo no me enterase-, lo que hizo Lynch fue, en vez de esperar a que yo fuera a él, vino adonde estaba yo, al salón de la casa de mis padres, mientras me ponían para cenar tortilla francesa. Vino al salón de mi casa a través de Telecinco, que puso Twin Peaks, y allí empezó todo. Creo que hasta Carretera perdida (1997) no vi nada suyo en el cine, en pantalla grande".

“Lynch es el director más radicalmente libre que me viene ahora mismo a la cabeza. Lynch pasó por nuestras vidas sin hacer nada por hacer. No se me ocurre parangón. Lynch gana una Palma de Oro en Cannes con una película que no era para Cannes (Corazón salvaje, 1990) o va a los Oscar con películas que no son para los Oscar. Tú me dices ahora de algún director que nos guste recientemente, como, por decir y sin ser una crítica, La sustancia, y ves que intentan encajar en ciertos parámetros a la vez que intentan ser novedosas. Haces ingeniería inversa y logras saber de dónde vienen. Pero es imposible desentrañar cuál es el proceso creativo que lleva a Terciopelo azul, por ejemplo. Sabes que después de la hostia de Dune, de repente te hace una película guarra, oscura, como Terciopelo azul

"Carretera perdida ha sido la única película que me hizo viajar de Bilbao a Madrid como si estuviera en una road movie. Fue como una road movie"

“En la carpeta que llevaba al instituto, tenía por un lado el cartel de Corazón salvaje, que lo arranqué de una revista como si fuera y póster, y Acción mutante (Álex De la Iglesia, 1993) en el otro. Carretera perdida ha sido la única película que me hizo viajar de Bilbao a Madrid como si estuviera en una road movie. Fue como una road movie. ¡Cogí un tren para ir al cine! Y fíjate que, en 1991, sin ser yo cinéfilo, me fijé en el 1 y el 3, precisamente los que había dirigido él. Después dirigió Fuego camina conmigo, que estaba diseñado para contentar a los fans, y nadie la defendió. Cuando le dieron el Oscar honorífico en 2020 y vi a toda esa gente aplaudiéndole, pensé: ojalá viva tanto como para que le vuelvan a abuchear, porque él siempre va por delante”.

“Lynch ha muerto con 78 años y pienso en lo que hubiera hecho todavía; por ejemplo, una película de tres o de cinco horas desde su casa -tenía enfisema pulmonar y no podía salir fuera-, con el móvil y que hubiese ido al Festival de Venecia. Es muy cruel morir cuando sientes que todavía estás en activo. Pienso en Oliveira, por ejemplo, o algunos otros que, aunque sigan en activo cuando murieron, tienes la sensación de que ya lo habían hecho todo a su muerte. Pero, con Lynch, creo que la sensación de pérdida es mayor. Godard está muy bien, pero la carrera que había hasta llegar al salón de mi casa la ganó el David Lynch al que ponían en Telecinco a las 10 de la noche”.

El cineasta Nacho Vigalondo es uno de los mayores fans de David Lynch. Estas son las notas de voz que envió por teléfono a El Confidencial tras la muerte del cineasta:

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