Cameron Diaz vuelve después de diez años retirada. ¿Por qué se fue de Hollywood?
La actriz lleva apartada de los focos una década por decisión personal, pero ahora volveremos a verla junto a Jamie Foxx en una película de espías en Netflix
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Antes de que Jennifer Lawrence impresionara a Hollywood con desparpajo (y sus constantes caídas en galas de premios), o de que existieran Zendaya, Florence Pugh, Emma Stone o cualquier otra actriz con ese aire de chica de al lado, estaba Cameron Diaz. Una de esas novias de América que parecían combinar simpatía y belleza de una manera que no molestaba ni causaba envidias, a pesar de cumplir a la perfección el sueño americano.
Alta, rubia, de ojos muy azules (todavía es conocida la anécdota de Los Ángeles de Charlie, en que tuvieron que retocar sus ojos digitalmente para que se vieran más claros), sonrisa gigante y eterna, comenzó a trabajar como modelo con tan solo 15 años. Ya en La máscara, una de sus primeras películas (junto a Jim Carrey), se pronosticaba su fama posterior: "Es un verdadero descubrimiento. Una bomba sexual con un rostro precioso, una sonrisa maravillosa y un don para la comedia", escribió entonces el crítico de cine Roger Ebert.
Fue justamente esa combinación (la sensualidad y la capacidad para hacer reír. Según la directora Nancy Meyers es algo así como "un antidepresivo humano") lo que la lanzaría al estrellato. Era una actriz a la que no le importaba reírse de sí misma eructando en los late shows, admitir su relación con Justin Timberlake a la vez que ponía voz de Fiona en Shrek o tomarse poco en serio el hecho de que los críticos de cine de Nueva York decidieran darle un premio por su actuación en La cosa más dulce: "La próxima vez prometo actuar", fue lo que le salió del alma, cogiendo el premio en el escenario. Tenía un buen puñado de comedias románticas conocidas por todo el mundo (La boda de mi mejor amigo, The Holiday, Algo pasa con Mary), pero también películas de corte más serio (Vanilla Sky, Cómo ser John Malkovich) cuando en 2015 sorprendió a todo el mundo diciendo que se quería retirar.
Siempre fue una estrella reticente. Estaba cansada de viajar constantemente por culpa del trabajo y quiso centrarse en su bienestar
Las teorías sobre su decisión no se hicieron esperar. En realidad, ella siempre fue una estrella de cine reticente. Como explica The Independent, en 1993, con tan solo 21 años y cuando era modelo, solo hizo la audición para La máscara a instancias de su agente. Pero entre sus planes no estaba actuar, ni siquiera le interesaba. Ella ha comentado en alguna entrevista que, simplemente, tuvo que reevaluar sus prioridades después de años de éxito ininterrumpido. Estaba cansada de viajar constantemente por culpa del trabajo y quiso centrarse en su bienestar personal y familiar. Nada muy descabellado si, además, tenemos en cuenta las películas que hizo en los últimos años antes de retirarse (desde un remake bastante fallido de Annie a What happens in Vengas, con Ashton Kutcher). En 2018 habló de sí misma como "oficialmente retirada".
Y, mientras tanto, continuó con su vida. Se casó con Benji Madden, de Good Charlotte, en 2015, y tuvo dos hijos concebidos por gestación subrogada con él. Además, lanzó su propia marca de vino (Avaline), ha escrito dos libros sobre salud y bienestar o ha invertido en varias empresas. Y, ahora, después de diez años de parón, ha vuelto a la actuación sorprendiendo a todo el mundo de la misma manera que lo sorprendió cuando decidió marcharse.
El 17 de enero podremos verle de nuevo con Jamie Foxx (amigo personal, con el que ha dicho que sería de las únicas personas con las que volvería a trabajar en caso de volver y con el que repite tras Annie) en Back in action de Netflix, una comedia de espionaje en la que ambos actores interpretan a Emily y Matt, un matrimonio que lleva una vida aparentemente normal en los suburbios con sus hijos. Sin embargo, su tranquilidad se ve interrumpida cuando se revela su pasado como agentes de la CIA retirados.
Nada muy original, aparentemente, aunque siempre es divertido ver a Diaz en pantalla. No es este su único proyecto en ciernes, pues también tiene pendiente de estreno la película Outcome, de Jonah Hill, con Keanu Reeves y Matt Bomer, así como ponerle la voz al personaje de la princesa Fiona en la quinta entrega de Shrek, que se espera en 2026. Un poco en la línea de lo que siempre ha hecho (o querido hacer): decisiones instintivas o favores a amigos. Lo necesario, probablemente, para una superestrella que pareció inventar eso de la chica de al lado y que, en algún momento, decidió recuperar las riendas de su vida.
Antes de que Jennifer Lawrence impresionara a Hollywood con desparpajo (y sus constantes caídas en galas de premios), o de que existieran Zendaya, Florence Pugh, Emma Stone o cualquier otra actriz con ese aire de chica de al lado, estaba Cameron Diaz. Una de esas novias de América que parecían combinar simpatía y belleza de una manera que no molestaba ni causaba envidias, a pesar de cumplir a la perfección el sueño americano.