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Las mejores reflexiones de Marisa Paredes: "Lo volvería a repetir"
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Las mejores reflexiones de Marisa Paredes: "Lo volvería a repetir"

La actriz madrileña de películas como 'La flor de mi secreto' ha fallecido a los 78 años después de presidir la Academia de Cine y recibir el Goya Honorífico en 2018

Foto: Marisa Paredes, al recoger el Goya de Honor en 2018. (Academia del Cine)
Marisa Paredes, al recoger el Goya de Honor en 2018. (Academia del Cine)

La reciente pérdida de la actriz Marisa Paredes ha dejado un hueco imborrable en el cine español. Admirada por su talento y su voz única, la actriz madrileña no solo fue un referente en la gran pantalla, sino también un ejemplo de autenticidad y compromiso. Más allá de su éxito en películas como Tacones lejanos o Todo sobre mi madre, Paredes siempre tuvo claro qué quería y cómo quería hacerlo.

Sus diálogos en películas como Entre tinieblas, o El espinazo del diablo, serán recordados para siempre gracias a los personajes brindados por autores como Pedro Almodóvar o Guillermo del Toro, entre muchos otros. El director manchego encontró en Paredes una musa con la que contó en numerosas ocasiones, y que dejó frases para la posteridad, como aquellas icónicas y desvergonzadas líneas de La flor de mi secreto ("Excepto beber, qué difícil me resulta todo") o Todo sobre mi madre ("El tiempo que hace que no me como yo una polla").

Pero más allá de la ficción, Paredes también ha dejado imágenes y palabras que calaron hondo por su humor y su profundidad. Sus apariciones públicas han dejado espacio para el comentario y la polémica en multitud de ocasiones, en parte, debido a su espíritu combatiente y crítico con el panorama político-social español.

​Protesta política

En 2003, durante la ceremonia de los Premios Goya, pronunció un contundente "No a la guerra" que resuena todavía hoy. Años después, cuando en 2018 recibió su Goya Honorífico, aseguró que volvería a repetir aquellas palabras sin dudarlo, algo que fue altamente aplaudido entre el público.

En este sentido reivindicativo, la actriz encabezó la protesta vecinal contra la tala de árboles en la Plaza de Santa Ana, lugar donde nació, el pasado julio. “Era un vergel, ahora lo quieren convertir en una explanada sin vida”, declaró durante la manifestación. Con megáfono en mano, no dudó en alzar la voz contra lo que calificó como un "arboricidio". Dirigiéndose a José Luis Martínez-Almeida, criticaba la intención de dejar sin sombras la plaza madrileña: "Se nota que tiene sombra debajo de su casa, señor alcalde".

Una carrera vertiginosa

Desde los años sesenta, Paredes contó con una larga trayectoria en la profesión de actriz, algo en lo que pudo reflexionar de primera mano. Durante su discurso de agradecimiento al recibir el consagrado homenaje en los Goya de 2018, definió la vida de una actriz como un "tiovivo de emociones", y apreció, no sin cierta ironía, la suerte que había tenido en su momento de dar con personas que creyeron en ella: "He tenido la fortuna de que muchos directores confiaran en mí, y ellos han tenido la suerte de que yo confiara en ellos".

Sorprendentemente, aquella era la primera vez que se le concedía a Paredes una estatuilla. Aunque ya tocó el premio cuando lo recogió en nombre de Cecilia Roth en el 2000, que se encontraba en Argentina rodando, Paredes nunca había sido premiada antes en los Goya, hasta aquel año honorífico: "Por fin nos vemos las caras tú y yo", le decía a la estatuilla, antes de pedir que se la sostuvieran mientras realizaba su discurso de agradecimiento, "cógemelo, que pesa. Es que no le tengo cogida la medida".

Actriz, activista y musa del cine español, Paredes siempre buscó la verdad en su trabajo y en su vida. Lejos de someterse a las exigencias de la industria o a los convencionalismos sociales, prefirió una carrera donde primara la libertad creativa. En cada aparición, dejó claro que la belleza no está en la perfección, sino en la honestidad de ser uno mismo. La voz de Marisa Paredes queda ahora como legado: una voz que celebraba la autenticidad, combatía las injusticias y defendía la belleza de lo natural.

La reciente pérdida de la actriz Marisa Paredes ha dejado un hueco imborrable en el cine español. Admirada por su talento y su voz única, la actriz madrileña no solo fue un referente en la gran pantalla, sino también un ejemplo de autenticidad y compromiso. Más allá de su éxito en películas como Tacones lejanos o Todo sobre mi madre, Paredes siempre tuvo claro qué quería y cómo quería hacerlo.

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