Un plátano con cinta adhesiva: la obra de Cattelan que ahora se venderá por 1,5 millones
La obra se exhibirá mundialmente antes de la venta, que tendrá lugar en la sede de la casa de subastas en Nueva York el 20 de noviembre
O la odias o la amas, pero no deja a nadie indiferente. Comediante, la obra de Maurizio Cattelan (considerado enfant terrible del mundo del arte, un título con el que se nombra a todo aquel que peca de subversivo) funciona a modo de 'dispositivo' y desde que en 2019 pudo verse por primera vez, causó el revuelo que generalmente acompaña a este tipo de obras. Comediante es un plátano pegado con cinta adhesiva a la pared, presentado por primera vez en la Art Basel Miami Beach. El nombre no está elegido por casualidad, pues Cattelan sabía perfectamente lo que hacía cuando creó esta obra, para que todos nos hiciéramos las mismas e irremediables preguntas al verlo: ¿alguien cree que esto es arte? ¿Cuánto estamos dispuestos a pagar por ello?
Ahora, el debate sobre el significado de estas obras conceptuales al puro estilo Duchamp volverá a ponerse sobre la mesa: el viernes 1 de noviembre, la casa de subastas Sotheby's anunció que una de las tres "ediciones" de la obra de Cattelan volverán a ponerse a la venta, esta vez con un valor estimado de entre 1 y 1,5 millones de dólares, informa CNN. El comprador recibirá un rollo de cinta adhesiva y un plátano, así como un certificado de autenticidad e instrucciones oficiales para instalar la obra (aunque ni la cinta ni el plátano son los originales).
Más que nada porque el plátano original ya no existe. Después de su presentación, el fallecido artista David Datuna se lo comió en una performance a la que llamó Artista hambriento. La pieza fue retirada posteriormente y en la pared vacía, el también artista Rodd Webber escribió Epstein no se suicidó. En realidad ninguno de estos actos se consideraron vandálicos, sino parte misma de la instalación, que finalmente tras ser retirada consiguió que se vendieran tres de sus ediciones en la propia feria. Dos fueron adquiridas por coleccionistas privados por 120.000 dólares, mientras que la tercera se compró por una suma mayor (pero no revelada) y más tarde fue donada al museo Guggenheim de Nueva York.
Después de su presentación, el artista georgiano David Datuna se lo comió en una performance a la que llamó 'Artista hambriento'
Sotheby's no reveló la identidad del vendedor en la subasta de noviembre, pero dijo que el propietario actual de la obra la había adquirido de la colección de uno de los compradores originales. Cattelan siempre ha descrito Comediante como una "obra de comentario" que invita a hacer una reflexión sobre lo que valoramos. "Es una obra desafiante de un puro genio", señaló hace poco David Galperin, director de arte contemporáneo de Sotheby's. "Esta obra, que combina un profundo pensamiento crítico con un ingenio subversivo, es decisiva para el artista y para nuestra generación”.
Aunque es la primera vez que Comediante aparecerá en una subasta, la obra se exhibió recientemente en el Museo de Arte Leeum en Seúl (Corea del Sur). Sufrió un destino similar al de Miami: un estudiante de arte de la Universidad Nacional de Seúl cogió el plátano y se lo comió, y después pegó de nuevo la cáscara a la pared. Le dijo al museo que se lo había comido porque tenía hambre y, posteriormente, hubo que reemplazar el plátano comido por otro.
Sotheby's tiene la intención de exhibir la obra de arte antes de la venta, que tendrá lugar en la sede de la casa de subastas en Nueva York el 20 de noviembre. La obra se exhibirá allí el lunes antes de embarcarse en una gira mundial que pasará por Londres, París, Milán, Hong Kong, Dubai, Taipéi, Tokio y Los Ángeles.
O la odias o la amas, pero no deja a nadie indiferente. Comediante, la obra de Maurizio Cattelan (considerado enfant terrible del mundo del arte, un título con el que se nombra a todo aquel que peca de subversivo) funciona a modo de 'dispositivo' y desde que en 2019 pudo verse por primera vez, causó el revuelo que generalmente acompaña a este tipo de obras. Comediante es un plátano pegado con cinta adhesiva a la pared, presentado por primera vez en la Art Basel Miami Beach. El nombre no está elegido por casualidad, pues Cattelan sabía perfectamente lo que hacía cuando creó esta obra, para que todos nos hiciéramos las mismas e irremediables preguntas al verlo: ¿alguien cree que esto es arte? ¿Cuánto estamos dispuestos a pagar por ello?
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