La 'España fea', en todo su atroz esplendor
Por Irene Hdez. VelascoSe publica una nueva edición, con 275 fotos, del ensayo en el que Andrés Rubio analiza las barbaridades cometidas sobre el patrimonio español desde el final de la dictadura de Franco hasta la actualidad. Publicamos algunas imágenes del horror.
¿Por qué en 1967 había catalogados más de mil pueblos bonitos en España y ahora no quedan ni cien? ¿Por qué se siguen construyendo monstruosas moles de cemento en parajes idílicos? ¿Por qué de los más de 2.000 casos de corrupción que se han registrado en la España democrática, la mayoría tiene que ver con la construcción y las obras públicas? ¿Por qué la Constitución de 1978 no incluye la palabra “paisaje”? ¿Por qué no existe en España un Conservatorio del Litoral como sí que existe en Francia? ¿Por qué la democracia y su régimen de Comunidades Autónomas han sido gravemente dañinos para el paisaje y, en consecuencia, han arruinado de manera irreparable el imaginario colectivo?
Esos son algunos de los grandes interrogantes a los que daba respuesta España fea (Debate), el brillante ensayo publicado en 2022 en el que Andrés Rubio relataba el mayor fracaso de la democracia: el caos urbano y paisajístico que reina en nuestro país. El libro se convirtió en todo un éxito editorial, con cinco ediciones y la concesión en 2023 (ex aequo) del premio FAD de Pensamiento y Crítica 2023.
Pero el ensayo de Rubio adolecía de un pequeño problema: a pesar de analizar en profundidad los motivos que han llevado a que el feísmo se instale entre nosotros, no documentaba de manera gráfica las dimensiones de ese horror. Algo a lo que ahora pone remedio una nueva edición ilustrada de España fea que incluye nada menos que 275 imágenes seleccionadas por el propio autor de monstruosidades varias, lo que permite una aproximación aún más crítica al fenómeno de las salvajadas urbanísticas perpetradas en España.
El libro revela la estrategia urdida por políticos y promotores ignorantes y corruptos, con el silencio cómplice de un gremio desmovilizado, el de la arquitectura.
Fotógrafas y fotógrafos como Julia Schulz-Dornburg, Txema Salvans, Miquel Riera, Luis Asín, Adrian Tyler, Pedro Armestre, Ana Nance, José Manuel Ballester, Ben Roberts, Iria Cortizo, Manuel Casamayón, Rafa Paz, Álvaro Perdices y Markel Redondo denuncian con la eficacia de un clic cómo la especulación caótica, la corrupción política y la incultura se combinan en España con resultados desastrosos. Su contribución, y la de muchos otros, ha resultado esencial en esta nueva edición pues no solo son testigos de la destrucción del territorio, sino que interpelan a mucha gente con su dispositivo de creación de conciencia: la cámara.
“Estoy muy agradecido a todos estos grandes profesionales que han permitido que sus imágenes aparezcan en el libro”, asegura Andrés Rubio. “Ellos son los testigos incómodos, los que denuncian el deshonesto modelo español desregulado, americanizado y corrupto heredero del franquismo, en el que no se supo reconectar con el espíritu de modernidad y tutela pública del periodo anterior a la guerra civil, ejemplificado en esa Institución Libre de Enseñanza que Franco prohibió. De los más de 2000 casos de corrupción que se han dado en España en democracia, la mayoría tiene que ver con la construcción y las obras públicas, una lacra asociada al hecho de que la Constitución de 1978 transfiere sin filtros las competencias en planeamiento a comunidades autónomas y ayuntamientos en demasiadas ocasiones minados por las malas prácticas”.
Además de incluir las nuevas imágenes, el texto original ha sido revisado y actualizado, y también se ha ampliado en aspectos relevantes, por ejemplo la dinámica experimentadora y social del Instituto Balear de la Vivienda (IBAVI), o la lucha de SOS Costa Brava para conseguir un Conservatori del Litoral en Cataluña semejante al francés. A este colectivo de más de veinte asociaciones ciudadanas se le dedica un capítulo como símbolo de las acciones que el movimiento ecologista desarrolla admirablemente a lo largo y ancho del territorio.
El hecho de que SOS Costa Brava se inspire en el Conservatorio del Litoral francés le sirve a Andrés Rubio para recordar que esta institución del Estado (que compra terrenos en la costa para preservarlos ecológicamente) fue creada en 1975 por Valéry Giscard d’Estaing. “Era un presidente conservador, no un ecologista radical, y se dio cuenta de la urgencia de detener el afeamiento de Francia”, dice Andrés Rubio. “En 1976 le escribe a su primer ministro, Jacques Chirac, para pedirle que detenga esa deriva, para lo cual le insta a dar protagonismo a los que denomina artistas del espacio público: los arquitectos, los urbanistas y los paisajistas. Un planteamiento que sigue vigente y que ojalá se reivindique en España, donde los mejores profesionales de la arquitectura están siendo marginados de forma cruel, salvo excepciones como Barcelona, una ciudad que sigue representando un modelo urbano admirable”.
El libro de Rubio es un estudio de las barbaridades cometidas sobre el patrimonio español desde el final de la dictadura de Franco hasta la actualidad. Desgrana los disparates llevados a cabo de las costas mediterráneas a las del norte, pasando por la "España vaciada" y el desastre urbanístico de Madrid, y analiza las causas que nos han conducido a lo que el autor considera como una “catástrofe cultural sin precedentes”. Revela la estrategia urdida por políticos y promotores ignorantes y corruptos, con el silencio cómplice de un gremio desmovilizado, el de la arquitectura, más la indiferencia y desconocimiento del mundo intelectual y los medios de comunicación. Pese a todo, el libro también analiza con detalle algunos ejemplos de trabajo bien hecho, enlazando con la mejor tradición europea, en ciudades como Barcelona o Santiago de Compostela, o en pueblos como Albarracín o Vejer de la Frontera.