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Un técnico confunde una obra de arte con dos latas de cerveza vacías y la tira al cubo de basura
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Un técnico confunde una obra de arte con dos latas de cerveza vacías y la tira al cubo de basura

Se trata de 'Todos los buenos momentos que pasamos juntos', del artista francés Lavet

Foto: Todos los buenos momentos que pasamos juntos (1988), de Alexandre Lavet.
Todos los buenos momentos que pasamos juntos (1988), de Alexandre Lavet.

El urinario de Duchamp o la Mierda de artista de Manzoni ya están desfasadas, ahora las cervezas son lo que se lleva, aunque acaben en la basura. Un técnico de ascensores de un museo de Países Bajos tiró por error una obra de arte cuando creyó que en realidad eran dos latas de cerveza vacías que alguien había dejado en la instalación.

Pero en realidad se trataba de Todos los buenos momentos que pasamos juntos, del artista francés Alexandre Lavet. Una inspección más cercana de la obra revela que se trata de una obra creada meticulosamente a mano con acrílicos, con cada detalle cuidadosamente replicado (según indicó el propio Museo LAM). Sin embargo, el técnico de ascensores quizá carecía de la sensibilidad artística suficiente como para darse cuenta de esos detalles y tiró la obra sin miramientos a la basura.

Según el comunicado que el museo lanzó a principios de este mes: "Para el artista, las latas simbolizan recuerdos preciados compartidos con amigos queridos", informa CNN. "Si bien las veladas con amigos disfrutando de una bebida pueden parecer triviales, en última instancia encarnan momentos preciosos de conexión".

El año pasado un hombre que visitaba una galería en Seúl se comió un plátano pegado a una pared que se había vendido por 120.000 dólares

Desde luego no ayudó a que el trabajador cometiera el error el hecho de que las latas de cerveza estaban expuestas en el hueco de cristal de un ascensor, como si las hubieran dejado ahí trabajadores de la construcción. Además, el técnico de ascensores que cometió el error estaba sustituyendo al habitual.

"El tema de nuestra colección es la comida y el consumo", dijo Sietske van Zanten, directora del museo, en el comunicado del 1 de octubre, que no especificó exactamente cuándo ocurrió el percance. “Nuestro arte anima a los visitantes a ver los objetos cotidianos desde una nueva perspectiva. Al exponer obras de arte en lugares inesperados, amplificamos esta experiencia y mantenemos alerta a los visitantes”.

El museo también quiso subrayar que no guarda ningún rencor hacia el técnico: "En cierto modo es un testimonio de la eficacia del arte de Alexandre Lavet". Las latas fueron recuperadas posteriormente de una bolsa de basura, intactas, y volvieron a ser exhibidas después de haberse limpiado. No es la primera vez que sucede un contratiempo de estas características: el año pasado un hombre que visitaba una galería en Seúl (Corea del Sur) se comió un plátano pegado con cinta adhesiva a una pared que se había vendido previamente por 120.000 dólares.

El urinario de Duchamp o la Mierda de artista de Manzoni ya están desfasadas, ahora las cervezas son lo que se lleva, aunque acaben en la basura. Un técnico de ascensores de un museo de Países Bajos tiró por error una obra de arte cuando creyó que en realidad eran dos latas de cerveza vacías que alguien había dejado en la instalación.

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