El singular yacimiento que se encuentra en una disputa legal por la explotación privada
La antigua ciudad de Pintia, en Valladolid, es la única necrópolis investigada en profundidad del pueblo vacceo. En enero de 2024 sufrió graves daños al ser excavada para instalar un canal de riego sin licencias
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La antigua ciudad de Pintia, situada en Valladolid, es un yacimiento realmente singular. Se trata de la única necrópolis investigada en profundidad del pueblo prerromano que la ocupó, los vacceos. Sin embargo, esta fuente de información arqueológica de 125 hectáreas se encuentra constantemente amenazada por la explotación del terreno por parte de empresas privadas. De hecho, una parte importante fue destruida el pasado enero al ser excavada sin las licencias oportunas para instalar un canal de riego. Ahora una entidad se está encargando de realizar el peritaje. La fase de campo de este finalizó en septiembre y actualmente se está elaborando la memoria para posteriormente ser remitida al juzgado.
El incidente de enero no ha sido el único que ha habido este año. Carlos Sanz Mínguez, investigador principal del proyecto del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg de la Universidad de Valladolid (CEVFW-UVa) por el que se excava la ciudad desde hace 45 años, cuenta a este periódico que recientemente se hizo una subsolación para plantar un viñedo en una zona no autorizada. Aunque apunta que en este caso el daño parece ser mínimo, puesto que se detuvo en las primeras horas y cree que, a diferencia de la intervención de enero, esta "no fue de mala fe". Pero este es otro ejemplo del riesgo que corre el importante patrimonio arqueológico del lugar, el cual continúa siendo investigado.
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Los trabajos de este año han sido referentes al asedio que habría sufrido la ciudad por parte del ejército romano. Según Sanz Mínguez, anteriormente se documentó que había sucedido a 150 metros de la puerta principal y se descubrió la brecha gracias a la que se habría conseguido abrir la muralla. Ahora lo que se investiga es la zona desde la que se atacó a Pintia. "Seguramente la semana del puente de la Constitución sigamos rematando los trabajos de excavación", avanza.
De la muralla que protegió a la ciudad se sabe que medía siete metros de ancho y que se podía acceder a ella mediante una rampa de tierra. Esta formaba parte del sistema de poliorcética (el arte de atacar y defender) mediterránea de Pintia, que también contaba con un sistema de fosos inundados de agua y una berma (cornisa que separa dos zonas). "Es una documentación verdaderamente extraordinaria y excepcional en toda la Península Ibérica. Es el único documento que yo conozca sobre la aplicación de estos sistemas de poliorcética mediterránea para la defensa de una ciudad", asegura Sanz Mínguez.
Carlos Sanz Mínguez, investigador principal del proyecto, considera que se debería expropiar parte del terreno para hacerlo público
En cuanto a los otros hallazgos realizados a lo largo de los 500 metros cuadrados excavados de la ciudad, destacan 320 tumbas y el mayor horno de cerámica conocido hasta la fecha en Europa, el cual mide cinco metros de diámetro. "Tenemos un nivel de información sobre materiales arqueológicos que ha deparado un extraordinario número de contextos", afirma el investigador. Además, se cuenta con una fotografía aérea mediante la cual se ha podido documentar también toda la trama urbana de la ciudad.
Para Sanz Mínguez, lo que se debería hacer para proteger todo este patrimonio es expropiar parte del terreno y hacerlo público para un uso estrictamente patrimonial y arqueológico. "No se trata de expropiar las 125 hectáreas, sino unas 30 o 40 hectáreas máximo", declara. El investigador señala a la Junta de Castilla y León como responsable, puesto que "es la que tiene las competencias, la única que puede y debe hacerlo". "Por ley tiene la obligación de proteger los bienes de interés cultural", añade.
El pueblo prerromano de los vacceos
El pueblo vacceo habitaba en la parte central de la cuenca sedimentaria del Duero y ocupaba un total de 45 mil kilómetros cuadrados que se repartían entre unas 50 ciudades-estado. Una de estas fue Pintia, que se calcula que llegó a tener entre 7.000 y 10.000 habitantes.
Los vacceos habían evolucionado de los habitantes que ya ocupaban la zona en el Neolítico. Estos experimentaron una expansión demográfica a causa de la generalización de la metalurgia en torno al año 500 a.C., la cual se aplicó, entre otras cosas, a las herramientas agrícolas y de esta forma generó una mayor productividad de alimentos. Su origen era, concretamente, céltico e indoeuropeo.
Otro dato relevante de su funcionamiento es que su economía era de trueque. Según Carlos Sanz Mínguez, esta estaría, seguramente, basada en los excedentes de grano, puesto que era lo que mejor producían.
"Tenemos casi 400 fíbulas de bronce y hierro. La mejor colección después de la de Numancia"
Aparte de la agricultura, otras de sus actividades económicas eran la ganadería y la alfarería. También fabricaban utensilios con metales como fíbulas (una especie de broche). "Tenemos casi 400 fíbulas de bronce y hierro. La mejor colección de toda España después de la de Numancia", asegura el investigador. Además, su orfebrería tenía una personalidad muy marcada, "a caballo entre la típica del mundo ibérico y la del mundo del noroeste peninsular".
Entre sus tradiciones más sorprendentes estaba llevar a cabo uno de sus tres tipos de rituales funerarios según la forma en la que había fallecido la persona enterrada. El más habitual era la cremación, que se realizaba a las personas que morían de forma natural. Sin embargo, los neonatos eran enterrados bajo las viviendas y los cuerpos de quienes perecían en combate eran expuestos a los buitres. Sanz Mínguez explica que consideraban que los que habían muerto con el arma en la mano tenían un gran valor y, por esta razón, se les exponía a esta ave, que para ellos era un animal sagrado.
"La magnitud de Pintia sobrecoge, por un lado, pero al mismo tiempo crea cierta frustración porque ves que es inabarcable"
A pesar de todo lo que se ha descubierto sobre el comportamiento de los vacceos, mucha información no se ha podido obtener debido a que eran una sociedad ágrafa. Según el líder del proyecto, las únicas referencias escritas al respecto proceden de cuando llegaron los romanos a conquistar la Península Ibérica y "hay apenas unas veinte citas".
El investigador calcula que tan solo se ha excavado, como máximo, un 1% de la superficie. “La magnitud de Pintia sobrecoge, por un lado, pero al mismo tiempo crea cierta frustración porque ves que es inabarcable. Esto es una cuestión de generaciones de arqueólogos y de inversión, cosa que todavía no ha llegado”, afirma.
La antigua ciudad de Pintia, situada en Valladolid, es un yacimiento realmente singular. Se trata de la única necrópolis investigada en profundidad del pueblo prerromano que la ocupó, los vacceos. Sin embargo, esta fuente de información arqueológica de 125 hectáreas se encuentra constantemente amenazada por la explotación del terreno por parte de empresas privadas. De hecho, una parte importante fue destruida el pasado enero al ser excavada sin las licencias oportunas para instalar un canal de riego. Ahora una entidad se está encargando de realizar el peritaje. La fase de campo de este finalizó en septiembre y actualmente se está elaborando la memoria para posteriormente ser remitida al juzgado.