Aunque aún queda camino por recorrer -y huesos que desenterrar- Atapuerca es ya un referente en el mundo entero y no habría sido así sin el respaldo de su Fundación. “Su creación, hace ya 25 años, permitió que los codirectores del proyecto -Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell- y el resto del equipo científico se dedicaran a la investigación, lo realmente importante, sin tener que preocuparse de la intendencia”, explica el presidente de la misma, Antonio Miguel Méndez Pozo.
Tras cubrir esa primera necesidad, el propósito de la Fundación ha sido impulsar la investigación y la divulgación. “Hemos ofrecido apoyo a la formación de nuevos doctores comprometidos con Atapuerca con una inversión de 2,5 millones de euros desde que empezamos y hoy muchos de ellos están trabajando en la Fundación como investigadores”, señala Méndez Pozo. Para ello, es clave el apoyo de benefactores como Reale Foundation, que a través de su iniciativa Cultura con Impacto -que pone en valor el poder transformador de la cultura en la sociedad-, ofrece becas a jóvenes investigadoras para que puedan comenzar su andadura profesional en un proyecto de relevancia internacional. Y es que, el equipo de investigación de Atapuerca está integrado por cerca de 300 especialistas de 22 nacionalidades distintas, que trabajan en verano in situ en la excavación y que el resto del año continúan con su investigación en sus universidades o centros de procedencia.
Este año la Fundación cumple un cuarto de siglo y lo celebra llevando a cabo un programa de actividades que incluyen desde exposiciones, como la de Atapuerca y mujeres que está abierta al público hasta el 30 de octubre, o conferencias como los Diálogos de especie en la Universidad de Burgos del 21 al 23 de octubre. Todo ello se suma a las visitas habituales a los yacimientos, al Centro de Arqueología Experimental (CAREX) y al Museo de Evolución Humana (MEH).