Desvelado por fin el misterio del esqueleto hallado en un sarcófago de Notre Dame

A principios de 2022, mientras se trabajaba en las reformas de la catedral de Notre-Dame necesarias tras el incendio (terminarán a finales de este año), se desenterraron por serendipia un par de ataúdes de plomo. Habían estado escondidos debajo de la nave de la iglesia y no hicieron falta muchas pesquisas para comprender que se trataba de unos sarcófagos de gran importancia. El plomo, metal que mantiene alejada la humedad con la idea de evitar la descomposición, fue el material elegido por las élites durante mucho tiempo (hasta el de Isabel II está revestido así).

Los expertos concluyeron que dos individuos enterrados en la catedral y en sarcófagos tan caros tenían que ser forzosamente importantes. Pero, ¿quiénes eran? ¿Cómo llegaron ahí?

Según informa Smithsonian Magazine, el equipo llegó a la conclusión de que uno de ellos era Antoine de la Porte, un sumo sacerdote que murió en 1710 a la edad de 83 años, según rezaba la inscripción en su ataúd. El otro, sin embargo, era más complicado de averiguar: se trataba de un joven en torno a los 30 años al que apodaron el jinete en alusión a una deformidad esquelética que sugería que pasaba gran parte de su tiempo montando a caballo.

Ahora, después de casi dos años de investigaciones, parece que por fin se sabe quién era: Joachim du Bellay, un destacado poeta renacentista francés que murió en 1560. Una serie de pistas convincentes les han llevado a esta conclusión, pues las habilidades ecuestres del poeta están más que documentadas. "Una vez cabalgó de París a Roma, lo que no es poca cosa cuando se sufre tuberculosis como tenía él. De hecho, casi se muere por eso", informó una fuente del equipo.

El poeta tuvo mala salud toda su vida, además de la tuberculosis, también sufrió meningitis crónica (probablemente causada por la primera enfermedad). El esqueleto encontrado cumple todos los criterios para pensar que es él: era jinete, sufrió ambas afecciones mencionadas en algunos de sus poemas y su familia pertenecía a la corte real y era del entorno cercano al Papa.

Según los registros oficiales, Du Bellay fue enterrado en la capilla Saint-Crépin de Notre-Dame cuando murió, a los 37 años. Aunque se habían buscado en el pasado, jamás se habían encontrado. Probablemente, fueron trasladados en algún momento, pues el lugar donde se encontró el sarcófago estaba "previamente ocupado por otro ataúd".

No obstante, no hay unanimidad acerca de si el cadáver encontrado es el de Du Bellay. Por ejemplo, el análisis isotópico de los dientes indica que creció en las regiones de París o Lyon, pero Du Bellay nació en Anjou —aunque vivió gran parte de su tiempo en la capital, porque fue criado por su tío—. A falta de encontrar su cepillo de dientes para comprobar si el ADN coincide, lo cual parece poco probable, su edad y patología por sí solas ofrecen una solidez estadística notable.