La fortaleza militar patrimonio de la UNESCO que impresiona por su tamaño: está a 20 kilómetros de España

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A tan solo 20 kilómetros de la frontera española, en la región del Alentejo, Portugal, se alza Elvas, una ciudad que guarda una de las joyas más imponentes del patrimonio militar europeo: la fortificación de Elvas, un conjunto defensivo que ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2012. Este majestuoso complejo, el más grande de su tipo en el mundo, impresiona no solo por su tamaño, sino también por su peculiar forma de estrella y su impecable estado de conservación.

La fortaleza de Elvas jugó un papel crucial en la historia de Portugal, especialmente durante la Guerra de Restauración, el conflicto que enfrentó al país luso con España entre 1640 y 1668, y que culminó con la independencia portuguesa. El conjunto está formado por dos estructuras principales, el Forte de Nossa Senhora da Graça y el Forte de Santa Luzia, ambos con una distintiva forma estrellada diseñada para resistir asedios y proteger a la ciudad en una época en que la guerra era una constante amenaza.

La Fortaleza de Nossa Senhora da Graça, construida en el siglo XVIII, es quizás la más impresionante del conjunto. Su ubicación en lo alto de una colina ofrece una vista panorámica sobre el Alentejo y la cercana ciudad de Badajoz, lo que la convertía en un punto estratégico fundamental para la defensa de Portugal. Su estructura defensiva es un ejemplo perfecto de la arquitectura militar de la época, con sus baluartes, fosos y gruesos muros de piedra.

El Forte de Santa Luzia, por su parte, fue construido en el siglo XVII y completa el sistema defensivo de Elvas. Junto con Nossa Senhora da Graça, ambos fuertes fueron diseñados bajo los principios del ingeniero militar francés Vauban, quien perfeccionó las técnicas de fortificación en Europa. Estos complejos militares no solo servían de defensa, sino que también albergaban a tropas y suministros para resistir largos asedios.

No sólo la fortaleza militar

Aparte de la impresionante fortificación, Elvas también ofrece otros atractivos para los visitantes. El acueducto de Amoreira, con 843 arcos y una longitud de 8 kilómetros, es otro monumento destacable de esta ciudad fronteriza. Construido entre los siglos XVI y XVII, su espectacular diseño y funcionalidad lo convierten en una obra maestra de la ingeniería de su época.

El centro histórico de Elvas, con sus estrechas calles empedradas, iglesias y castillos, invita a los turistas a perderse en el tiempo mientras exploran un lugar que ha sido testigo de algunos de los momentos más cruciales de la historia de Portugal. No es de extrañar que este enclave sea una parada obligatoria para aquellos que visitan la frontera luso-española.

Para quienes planean una escapada a Elvas, las distancias no son un problema. Ubicada a poco más de 20 minutos en coche desde Badajoz, Elvas es una opción perfecta para una visita rápida desde España.