Las estrellas de Hollywood dicen 'no' a las entrevistas (la tontería viral basta para la 'promo')

El Festival de Cine de Venecia ha sido el clímax de una situación que llevaba tiempo fraguándose hasta que ha estallado: los estudios ya no están interesados en organizar entrevistas o junkets de prensa para los periodistas durante los festivales. Muchas de las grandes estrellas que han pasado por Venecia no han dado ninguna declaración sobre las películas que se presentaban en el festival, lo que claramente cambia las reglas del juego hasta ahora y es explicación de una realidad que afecta no solo a las productoras, actores o películas que están por estrenarse sino también a los propios periodistas que cubren los festivales.

Muchos de estos periodistas son freelance, lo que se traduce en que cubren los festivales desde una situación de precariedad bastante preocupante, teniendo en cuenta que deben pagar ellos mismos buena parte de las dietas que suponen el cubrir Venecia, Cannes y otros (vuelos, alojamientos o comidas). Al no tener posibilidad de realizar entrevistas a actores o directores, pierden una parte fundamental de lo que significa formar parte de estos eventos (se les paga por pieza publicada). No es una situación nueva, lo único que ha cambiado es que han protestado por ella, pues se ha acrecentado desde la pandemia.

"Muchos de nosotros somos freelance y nadie nos paga una comida o un hotel, menos un vuelo"

Janina Pérez Arias es una de esas periodistas que lleva 20 años cubriendo festivales: "Todo nació como una protesta en una comunidad de Facebook —Periodistas del Festival Internacional de Cine, fundado por el italiano Marco Consoli— donde hay un grupo de más de 700 periodistas y agentes de prensa", cuenta a este periódico. "Hemos notado que desde poco antes de la pandemia —aunque la situación se ha intensificado desde hace tres o cuatro años— muchos de los que participan en películas que iban a competición en festivales de categoría (Cannes, Berlín, Venecia...) se negaban a hacer actividades oficiales de prensa o entrevistas. Llevamos dos años hablando en el grupo de tomar medidas y protestar, pues entendemos que con la pandemia ha cambiado el modo de trabajo, pero muchos de nosotros somos freelance y nadie nos paga una comida o un hotel, menos un vuelo. Tenemos que buscarnos la vida y gran parte de nuestro trabajo tiene que ver con entrevistas que hacíamos durante el festival o a posteriori. Hay temor, claro, porque buena parte de los periodistas creen que al protestar se les van a cerrar puertas".

Generalmente, cuando la película tiene un director o actores poco conocidos suelen participar en actividades de prensa, mientras que son las estrellas más importantes las que lo suelen hacer más tarde. Debido al malestar, los periodistas enviaron un comunicado firmado por un centenar de periodistas a distintos medios internacionales (Variety, Hollywood Reporter, etcétera) explicando cómo esta tendencia perjudica su trabajo y el propio sentido del festival. La cuestión se planteó asimismo a Alberto Barbera, director del festival de Venecia, durante la rueda de prensa inaugural.

"Antes era una distribuidora puntual (A24) la que lo hacía, pero al ser una lo dejábamos pasar", cuenta Janina Pérez. "Ahora son cada vez más estudios. A nosotros como periodistas el festival nos exige cobertura diaria, un número representativo de entrevistas y de crónicas. Yo ya ni pierdo el tiempo en mandar mails porque hay una preferencia muy marcada y excusas muy tontas y después de llevar 20 años trabajando en festivales no estás dispuesta a que te tomen el pelo. ¿Cómo vamos a replantear todo esto? ¿A dónde nos va a llevar? No lo sé. En Sundance hay acceso a conferencias de prensa online, creo que al menos en el resto de festivales deberían garantizar algo así. Desplazarse tiene un coste y un valor, esto es una máquina que nos ha pasado por encima a todos".

¿Por qué?

La cuestión principal es por qué muchas grandes estrellas ya no quieren hacer entrevistas que ayuden a promocionar las películas en las que participan. Luis Martínez, de El Mundo, es otra de las caras de la moneda afectadas con este cambio de roles: no es freelance, por lo que no sufre la precariedad de otros compañeros de profesión, pero también observa con preocupación cómo cambia la dinámica o la propia razón de ser de los festivales.

"Creo que todo esto sirve como reflexión sobre si los medios tradicionales siguen sirviendo para promocionar películas", explica a El Confidencial. "Por ejemplo, con la última película de Deadpool & Lobezno los actores decidieron no hacer entrevistas y las pocas que hicieron eran más cosas online o juegos con los periodistas. No sé si puede interpretarse como una regla o tendencia general, pero está claro que la discusión de si sigue teniendo sentido la promoción tradicional. Brad Pitt y George Clooney solo dieron una entrevista en Venecia, pero generó tanto contenido viral que no se prestaron a hacer más, ¿para qué hacer varias seguidas si con una ya es suficiente?".

"Creo que todo esto sirve como reflexión sobre si los medios tradicionales siguen sirviendo para promocionar películas"

"Creo que hay una gran confusión por parte de los estudios sobre qué papel jugamos los medios de comunicación. Si desciendes un peldaño, los distribuidores independientes siguen manteniendo las mismas reglas. Por poner algunos ejemplos: entrevistar a Brady Corbert (Mejor Director de este 81 Festival de Venecia por su película The Brutalist) era más accesible, pero Adrian Brody (actor principal de la película) no quería dar entrevistas. Pero Almodóvar sí ha mantenido las viejas reglas, ha dependido de cada uno. Creo que es un claro síntoma de lo que está pasando: no se sabe bien cómo vender las películas y hay un elemento confuso. Pero en el cine de autor sigue siendo necesario que haya entrevistas y el propio sentido del festival es el de ser un foco donde se den conversaciones sobre las películas".

El grupo de periodistas propone que la participación de películas en el festival esté sujeta a la obligación de realizar actividades de prensa durante el propio festival. Marco Consoli explicó que el problema explotó en Venecia porque muchos, por primera vez, se encontraron sin entrevistas importantes que poder hacer (aunque la situación había sido similar en Cannes o Berlín). Por ahora, la protesta continuará en todos los festivales de cine, empezando por San Sebastián, que comienza el próximo 20 de septiembre.