Exposiciones

¿Brujas malignas o diosas protectoras? Todo a la vez (y en todas partes)

Por Irene Hdez. Velasco

Máscara de baile de Taraka, 1994. © The Trustees of the British Museum (2023)

La exposición 'Veneradas y temidas' en CaixaForum Madrid analiza el poder femenino en el arte, las creencias y las religiones con 166 obras que van desde hace 5.000 años hasta hoy.

Diosas creadoras, espíritus destructivos, monstruos, demonios, brujas, magas, divinidades protectoras… Numerosas culturas y tradiciones cuentan con importantes y muy distintos personajes femeninos en su particular panteón de divinidades y seres espirituales. Deidades que simbolizan la fertilidad, la sabiduría o la protección, pero también la guerra, la violencia y la destrucción.

Una original y fascinante exposición en CaixaForum Madrid titulada Veneradas y temidas analiza ahora las múltiples caras del poder femenino en el arte y en las creencias, la influencia espiritual femenina desde hace 5.000 años hasta hoy. Se trata de una muestra magnífica, a caballo entre el arte y la antropología, que explora los estereotipos del poder femenino a través de 166 piezas que abarcan desde la prehistoria hasta el siglo XXI.

Veneradas y temidas permanecerá en CaixaForum Madrid hasta el 14 de enero, y posteriormente está previsto que viaje a las sedes de Barcelona, Valencia y Sevilla. Es fruto de una nueva colaboración entre CaixaForum y el British Museum, así que cuenta con importantes e icónicas piezas procedentes de la institución londinense. Exactamente son 154 las piezas llegadas del British Museum, e incluyen esculturas, objetos sagrados, obras de arte o monedas procedentes de varios continentes y épocas.

Pero la exposición también incluye obras de artistas contemporáneas como Marina Abramovic, Ana Mendieta o Niki de Saint Phalle, entre otras. Un contraste que invita al espectador a reflexionar sobre los estereotipos que a lo largo del tiempo se han construido alrededor de la feminidad y sobre la propia noción de género. “Porque algunas figuras espirituales son intrínsecamente femeninas, pero hay otras con identidades más complejas que trascienden el género binario”, en palabras de Belinda Crear, del British Museum y comisaria de esta exposición. “Veneradas y temidas es un paseo por el pasado para comprender mejor el presente”, señalaba Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación La Caixa.

Zanele Muholi, Somnyama IV, Oslo , 2015. Cortesía de la artsita y de Yancey Richardson, Nueva York.
Descripciones contrastadas, c. 500 a. C., Italia. 1877,0802.4 © The Trustees of the British Museum (2023).
Porcelana, c. 1700-1722, China. 1980,0728.93 © The Trustees of the British Museum (2023).
Representación de una mujer sosteniendo un sistro decorado con el rostro de Hathor, c. 1292-1189 a. C., Basalto, Egipto. © The Trustees of the British Museum (2023).

Una reflexión sobre los estereotipos

El poder femenino se ha asociado a menudo, y aún se asocia, con la naturaleza y la abundancia de la tierra y el mar. La tierra, en muchas culturas, es concebida como una fuerza maternal que sustenta la vida. Pero igual que la propia naturaleza, las diosas del mundo natural pueden ser tanto creadoras como destructoras. Ahí está por ejemplo Pele, la diosa hawaiana de los volcanes, quien con la fuerza de su lava tiene el poder de destruir la tierra, pero al hacerlo permite a la vez que la tierra se regenere. O Deméter, una de las principales doce divinidades de la antigua Grecia, diosa de la agricultura y de la abundancia, con poder sobre la vida, la muerte y la regeneración. Según la mitología, la esterilidad del invierno es fruto del dolor y de la ira que embargó a Deméter cuando Hades, dios del inframundo, raptó a su hija Perséfone. Deméter se negó a dejar que prosperase cualquier forma de vida hasta que Perséfone fuera liberada.

En la exposición de CaixaForum hay una impresionante estatua de Deméter en mármol del año 100-200, así como una lápida de ella que se remonta aproximadamente al 370. a.C. También hay una ánfora del año 500 a.C con dibujos del regreso de Perséfone. Y no faltan las representaciones de Pele o de Mami Wata, espíritu del agua y de la riqueza venerado en África, Caribe y América del Sur.

Pero también muchas culturas asocian a lo femenino la pasión y el deseo, fuerzas que pueden crear tanto armonía como caos, tanto alegría como sufrimiento. De hecho, muchos seres espirituales femeninos encarnan la pasión en todas sus expresiones, desde el amor y el éxtasis a la rabia y la violencia. Así, hay divinidades guerreras femeninas que son tanto portadoras de victoria como seductoras lujuriosas que arrastran a las personas al peligro.

Austin Camilleri, LEIVA, Malta, 1972. Cortesía del artista.
Austin Camilleri, LEIVA, Malta, 1972. Cortesía del artista.

Un ejemplo es Inanna, diosa mesopotámica del cielo cuya adoración se remonta a 6.000 años atrás en el sur de lo que hoy es Irak. Respetada como guerrera, encarnaba a la vez el deseo sexual. Inanna fue conocida luego como Ishtar por los babilonios y asirios, y su culto se extendió por Oriente Medio y el Mediterráneo. En Veneradas y temidas hay un increíble relieve en arcilla del año 1.750 a.C que muestra a Ishtar de pie sobre el lomo de dos leones: se trata de una de las piezas más importantes y famosas de las que componen esta muestra. También hay representaciones de Astarté, la diosa fenicia relacionada con la guerra, la pasión y el sexo y una increíble estatua en mármol de Afrodita, la diosa de la pasión sexual para los griegos, rebautizada como Venus por los romanos.

Sin embargo, también la magia y la maldad se han asociado con frecuencia a lo femenino. En muchas culturas hay diosas demoníacas, monstruos femeninos, diablesas y brujas. Con frecuencia, se trata de figuras que viven en los límites de la sociedad y que han experimentado historias de sufrimiento que las han transformado en seres malignos. Es por ejemplo el caso de Medusa, una figura importante de la mitología griega que lucía serpientes por cabellos y que tenía la capacidad de convertir en piedra a quien la mirase. Pero según el mito romano, Medusa fue violada por Neptuno en el templo de Minerva y esta última, enfadada, dirigió su ira contra Medusa y la convirtió en monstruo. Una terracota de Medusa de alrededor de 500 a.C nos recuerda su aspecto.

Aun así, hay tradiciones espirituales para las que las figuras femeninas son fuente de autoridad, liderazgo y fuerza física. La prueba son diosas como Atenea en Grecia, diosa de la guerra y la sabiduría, Minerva en Roma o Sekhmet en Egipto, relacionada esta última con frecuencia con Ishtar. En CaixaForum hay un par de estatuas impresionantes de ella, una en arenisca del aproximadamente 1.391 a.C. y otra en granodiorita.

Y, por supuesto, no faltan las divinidades compasivas, las diosas madres protectoras que muestran un amor incondicional hacia su descendencia. Hay numerosos ejemplos: desde Isis, la gran diosa-madre egipcia, asociada al cuidado o la protección, hasta la Virgen María en la cultura católica o a Guayin en el budismo. También hay representaciones de todas ellas en la espectacular exposición de CaixaForum Madrid.