Es noticia
La IA española que rescatará 4.000 cantos gregorianos olvidados desde hace un milenio
  1. Cultura
en la abadía francesa de solesmes

La IA española que rescatará 4.000 cantos gregorianos olvidados desde hace un milenio

El proyecto Repertorium, financiado por la UE, digitalizará unos dos millones de cantos gregorianos, algunos de los cuales llevan más de 1.000 años sin estudiarse ni cantarse y de los que solo existe una única copia

Foto: Foto de archivo de monjes de la abadía austriaca de Heiligenkreuz interpretando cantos gregorianos. (EFE)
Foto de archivo de monjes de la abadía austriaca de Heiligenkreuz interpretando cantos gregorianos. (EFE)

Los monjes benedictinos de la Abadía de San Pedro de Solesmes, situada en la población francesa del mismo nombre, recibieron a principios del siglo XIX un encargo de su prior. Debían recorrer los monasterios y las bibliotecas de toda Europa en busca de manuscritos medievales de cantos gregorianos, con la intención de preservar ese tipo de salmodias impulsadas alrededor del año 600 por el papa Gregorio I dentro de la liturgia de la Iglesia católica.

La primera copia de un manuscrito que llegó a Solesmes fue realizada a mano en 1862 de un original que se hallaba en la biblioteca de Angers. A partir de ahí, y con el pasar del tiempo, los monjes de Solesmes fueron ampliando considerablemente su archivo de cantos gregorianos. Con la llegada de la fotografía, dejaron, además, de tener que copiar a mano las partituras medievales, realizando fotos de los originales.

placeholder La abadía francesa de San Pedro de Solesmes, donde se guarda un importante archivo de cantos gregorianos. (Reuters/Stephane Mahe)
La abadía francesa de San Pedro de Solesmes, donde se guarda un importante archivo de cantos gregorianos. (Reuters/Stephane Mahe)

El resultado es que en la Abadía de Solesmes se encuentran en la actualidad unos 400.000 facsímiles de unos dos millones de cantos gregorianos, muchos de ellos silenciados desde hace siglos. Se trata del archivo más importante de ese tipo de música y se estima que esconde unos 4.000 cantos gregorianos de los que no se sabe nada desde hace al menos 1.000 años. Algunas de esas partituras fueron expoliadas, otras fueron víctimas colaterales de guerras o de desastres varios, otras han caído en el más profundo de los olvidos… El caso es que el único vestigio que se conserva de ellas es la copia que hay en Solesmes.

El problema ahora es dilucidar qué es exactamente lo que hay en los registros de la Abadía de San Pedro de Solesmes. Son tantos, tantísimos, los documentos de cantos gregorianos que allí se conservan que se tardaría años en clasificarlos y estudiar su contenido.

placeholder Uno de los códices con cantos gregorianos que se custodian en la abadía de San Pedro de Solesmes.
Uno de los códices con cantos gregorianos que se custodian en la abadía de San Pedro de Solesmes.

La solución podría estar en la inteligencia artificial. Concretamente en Repertorium, un proyecto financiado por la Unión Europea en el que participan cuatro entidades españolas (la Escuela Politécnica Superior de Linares de la Universidad de Jaén, el Instituto Complutense de Ciencias Musicales, la Universidad de Alicante y la Asociación Hispana para el Estudio del Canto Gregoriano) y que está desarrollando herramientas de IA para digitalizar y archivar los archivos musicales de la Abadía de San Pedro de Solesmes.

“Se trata de un proyecto muy ambicioso e ilusionante”, asegura Julio Carabias, profesor de Tecnología de la Comunicación en la Universidad Politécnica de Jaén y uno de los cerebros detrás de Repertorium. “Vamos a desarrollar tecnologías que permitan rescatar el patrimonio musical europeo y darlo a conocer. En el archivo de Solesmes hay unos dos millones de cantos gregorianos, de los que calculamos que unos 4.000 son únicos; cantos de los que no existe copia, que no se han transcrito, ni estudiado, ni catalogado o cantado desde hace más de 1.000 años. Esa es la máxima belleza de este proyecto: traer de vuelta a la vida cantos que llevan siglos perdidos y ponerlos a disposición de todo el mundo”.

placeholder Un grupo de monjes cantando gregoriano. (EFE)
Un grupo de monjes cantando gregoriano. (EFE)

Porque el proyecto Repertorium también contempla la grabación de 2.200 horas de canto gregoriano (incluidos algunos que no se interpretan desde hace siglos) en la Abadía francesa de Le Barroux, una de las pocas que sigue el antiguo rito tridentino. Esas grabaciones estarán disponibles en la app especializada en canto gregoriano Neumz, una especie de Spotify dedicada a esa música sacra cuyo origen se remonta al siglo VIII y que se extendió rápidamente por toda Europa hasta el siglo X, para luego ir cayendo paulatinamente en desuso.

Además, y aunque Repertorium se empleará inicialmente en catalogar los archivos musicales medievales de la abadía de Solesmes, sentará las bases tecnológicas para el proceso de catalogación de otros archivos musicales. “Las técnicas de inteligencia artificial que estamos desarrollando quedarán disponibles, en código abierto, para que se puedan emplear para digitalizar y catalogar otros archivos históricos musicales. Solo será necesario realizar pequeñas variaciones y ajustes”, sostiene Julio Carabias.

De hecho, y como prueba de la versatilidad de la tecnología desarrollada por Repertorium para los manuscritos medievales, esta se aplicará también a la digitalización y catalogación de manuscritos históricos de ópera barroca del S. XVIII pertenecientes a la base de datos Didone del Instituto Complutense de Ciencias Musicales. Esta base de datos se compone de 3.000 manuscritos de arias cantadas por una voz solista sin coro, habitualmente con acompañamiento orquestal.

placeholder Uno de los 400.000 facsímiles de cantos gregorianos del archivo de la abadía de Solesmes.
Uno de los 400.000 facsímiles de cantos gregorianos del archivo de la abadía de Solesmes.

Y aún hay más, porque el proyecto Repertorium tiene una vertiente añadida: desarrollará tecnologías que permitan una completa experiencia inmersiva en los conciertos de música clásica. “Durante la pandemia, la asistencia a los conciertos en vivo de música clásica experimentó un fuerte revés del que aún no se ha recuperado. Nosotros queremos crear con la ayuda de nuevas tecnologías herramientas inmersivas para que las personas que asistan a un concierto en streaming sientan que son parte del mismo”, destaca Carabias.

De ese modo, el asistente a un concierto por streaming de música clásica podrá moverse a su antojo por la platea e incluso subir al escenario, podrá por ejemplo silenciar un instrumento y, si es músico, tocarlo él y sentirse de ese modo parte de la orquesta en tiempo real. “Ante el debate sobre la posible alienación de los valores humanos por la propagación del uso de la inteligencia artificial, Repertorium contribuye a que esta pueda evolucionar hacia una tecnología que refleje los valores de nuestra civilización”, subraya el profesor de la Universidad Politécnica de Jaén.

Los monjes benedictinos de la Abadía de San Pedro de Solesmes, situada en la población francesa del mismo nombre, recibieron a principios del siglo XIX un encargo de su prior. Debían recorrer los monasterios y las bibliotecas de toda Europa en busca de manuscritos medievales de cantos gregorianos, con la intención de preservar ese tipo de salmodias impulsadas alrededor del año 600 por el papa Gregorio I dentro de la liturgia de la Iglesia católica.

Música Música clásica Inteligencia Artificial Iglesia