De 'Parásitos' a 'Todo a la vez...', así revientan la taquilla películas pequeñas

Magulladas y casi ensangrentadas, como la fotografía que acompaña este reportaje. Así acaban las distribuidoras de cine que buscan el gran taquillazo sorpresa del año, esa película independiente -es decir, que no pertenece a ninguna de las grandes corporaciones que van desde Warner hasta Netflix- por la que nadie salvo ellos hubiese apostado y que, de repente, se convierte en un imán para el público, para los Oscar, para el dinero. Las distribuidoras, ese gran desconocido para el gran público. Son las encargadas de buscar las películas en los mercados internacionales, son las que arriesgan el dinero y las que las traen hasta los espectadores de cada país, ya sea en pantalla grande -lo que ellos llaman theatrical- o en pantalla pequeña, a través de las plataformas y las televisiones. La pandemia -el cierre de las salas y el auge de las plataformas- ha reconfigurado el tablero de juego de la distribución que, en España, se ha convertido en una especie de salvaje Oeste en el que todo el mundo va a la carrera en busca del oro escondido. Una buena elección te puede llevar a la gloria. Una mala, a la bancarrota.

El último bombazo del cine independiente mundial ha sido Todo a la vez en todas partes, dirigida por Daniel Scheinert y Daniel Kwan, conocidos como Los Daniels. Dos treintañeros con pinta de ratas de biblioteca que venían de la industria del videoclip dirigen su segunda película, una comedia de ciencia ficción protagonizada por actores asiáticos más bien desconocidos para el público general. Una trama de metaversos y saltos entre múltiples realidades que viene a contar una historia de amor filial y cuyo personaje principal es una inmigrante china dueña de una lavandería en California, con un ritmo endiablado y un sentido del humor entre lo escatológico y lo existencial; es decir, una película no hecha para el común de los paladares. Una película que, inesperadamente, se ha llevado siete premios Oscar a pesar de haberse enfrentado a popes como Spielberg, Cameron y Luhrmann. Todo a la vez en todas partes se ha convertido en la película más taquillera de la historia de su productora, la independiente A24, y en España ha recaudado 1.388.000 euros, al nivel de las producciones de grandes estudios -Sony, Paramount, Disney, Warner y Universal- que no son ni Avatar ni de superhéroes.

Y un bombazo como éste puede cambiarle la vida a una productora independiente. Así nos lo cuentan Luis de Val y Adrián Peña, CEO y fundador -el primero- y responsable de cine -el segundo- de YouPlanet, la distribuidora española nacida en 2015 y responsable de haber fichado Todo a la vez en todas partes. "La primera vez que A24 nos enseñó un vídeo promocional fue en diciembre de 2021, después del American Film Market. Nos flipó y consideramos que era una película lo suficientemente loca para que la quisiéramos, aunque, obviamente, nadie se imaginaba que era una película que iba a hacer historia en los Oscar. Pensamos que era original, rompedora y a la vez destinada a ser una película de culto", explica Peña. "Pedían muchísimo dinero por la película y estaba fuera de nuestra liga. Es una película grande, relevante para A24 y con un presupuesto prohibitivo. Pensábamos que nos íbamos a quedar con la miel en los labios", admite De Val. "Pero hicimos una propuesta muy creativa, mucho más asequible para nosotros con unos bonus sujetos a la acogida de la película en taquilla y a la posibilidad de que recibiese premios. La verdad es que tuvimos suerte de que esa película, bien sea por su propuesta o por su precio, quedó desierta, nadie se había lanzado a traerla. Los demás no quisieron ir a por ella; incluso algunos distribuidores nos preguntaban por qué la habíamos comprado".

En YouPlanet contaban con que Todo a la vez en todas partes pudiese rascar algún premio, pero, claro, no que fuesen siete oscars. "Nosotros también hemos comprado a A24 La ballena", explica De Val. "Cuando estábamos pactando Todo a la vez en todas partes, las dos partes acordamos los premios con la boca pequeña, porque no los esperábamos. Nosotros estrenamos en mayo y la película sólo se había visto en el festival South By Southwest. La ballena, en cambio, se estrenaba en diciembre, estaba dirigida por Aronofsky y era el regreso de Brendan Fraser, así que los Oscar parecían más posibles". ¿Qué hicieron cuando vieron que Todo a la vez en todas partes se llevaba siete estatuillas y La ballena dos? ¿En YouPlanet abrieron las botellas de champán o se rasgaron las vestiduras? "Si el fin de semana de reestreno tras los Oscar nos iba bien en taquilla podríamos pagar muchos de los acuerdos que dependían de los premios, y es una alegría compartida, porque lo negociamos muy bajo. Pero en La ballena nos van a dar hasta en el carnet de identidad". "Los pagamos a gusto porque lo que queda claro es que los Oscar siguen siendo relevantes en el mercado español, porque en el reestreno Todo a la vez en todas partes subió al puesto número cuatro de la taquilla después de 40 semanas en cartel, superando a Ant-Man y As Bestas, por ejemplo", añade Peña.

"Cuando vimos Todo a la vez en todas partes nos dimos cuenta de que era un pepino para los más jóvenes. Pero no sólo es una película para la gente joven, sino que tiene una propuesta autoral muy arriesgada. Todos estos Oscars se lo han dado al riesgo y a una propuesta que no era tan evidente", analiza De Val.

Algo similar les sucedió en 2020 a los distribuidores de La Aventura. Como admiradores de Bong Joon-ho pujaron por el guión de una comedia negra familiar del surcoreano en la que una familia pobre empezaba a suplantar a una familia rica en su casa de lujo. El film ni siquiera estaba rodado cuando cerraron el trato. La película estaba abocada a quedarse en el circuito de festivales y de cine de autor, pero ¡sorpresas de la vida!, también arrasó en los Oscar -se llevó cuatro y es la primera película de habla no inglesa que ha ganado el premio gordo- y se convirtió en el éxito más grande de una empresa modesta como La Aventura. La película era Parásitos. "No es que pensáramos que la película no iba a tener cierto recorrido, pero el impacto final que tuvo: era absolutamente inimaginable que consiguiese el Oscar a Mejor película. Ya era inimaginable que consiguiese el Oscar a Mejor película internacional, porque Corea del Sur ¡nunca había estado nominada!", recuerda José Tito Martínez, copropietario de La Aventura junto a Ferrán Herranz.

"El cine coreano siempre nos ha interesado muchísimo, porque se estaban haciendo cosas muy atrevidas dentro de un cine popular", prosigue. "Y eso era algo que veíamos que en Estados Unidos se estaba perdiendo -en Europa también un poco-. Se ha perdido ese riesgo en el supuesto mainstream al que van dirigidas estas películas que tienen una vocación popular importante. Son películas que en Corea se pelean con los blockbusters americanos y que tienen un nivel de producción muy importante". La negociación fue sencilla, porque al agente de ventas internacionales que llevaba Parásitos ya le habían adquirido anteriormente películas de otros directores importantes. "Con La doncella (2016), de Park Chan-wook, nosotros nos habíamos quedado bastante contentos, y ellos también. El precio era el habitual para este tipo de películas de directores coreanos de renombre. No era una ganga, pero tampoco eran disparatados. Eso sí, muy alejado del impacto final que tuvo la película". Según taquillaespana.es, la recaudación total en España fue de 7.759.860, un hito sin precedentes.

¿Consiguieron forrarse? No exactamente. "Después del éxito de Parásitos nos pilló la pandemia, con lo que muchas distribuidoras sufrimos el impacto que ha tenido en el mercado de la distribución. Nosotros hemos pasado esta etapa de incertidumbre y cambios con cierta tranquilidad, así que no ha sido tanto un cambio, pero nos ha dado estabilidad en un momento muy difícil", admite Tito. Quién sabe si, sin esa bola extra que les dio Parásitos, hubiesen tenido que cerrar.

En 2012, en Berlín, el distribuidor Enrique Costa, entonces socio de Avalon -ahora ha fundado Elastica Films-, adquirió sin mucho entusiasmo dos documentales que venían sin muchas perspectivas de trascender. Uno de los documentales era de género musical y había ganado el Premio del Público y el Premio del Jurado en Sundance. "Meses después, tras presentarlo en el INEDIT, un festival de cine en Barcelona especializado en música, lo estrené en salas comerciales con menos de 20 copias, todas en versión original subtitulado", explica Costa. "Alcanzamos la cifra de más 125.000 entradas, y permanecimos en cartelera más de siete meses, de forma continuada en algunos cines. La película era Searching for Sugar Man. El coste de los derechos fue mínimo comparado con el resultado final, tanto en cines como en el resto de ventanas de explotación [DVD's, televisiones...]". Searching for Sugar Man -¡un documental!- recaudó en España 804.319 euros.

Más recientemente, Costa también ha sido el responsable de traer pequeñas joyas del cine europeo que más éxito han tenido, como Aftersun en 2022, La peor persona del mundo (con Elastica), también en 2022 o Los hermanos Sisters (con Avalon) en 2018. Costa tenía fichada Aftersun después de haberla visto en la Semana de la Crítica de Cannes. "Desde entonces la teníamos como uno de los objetivos, pero se entrometió una plataforma que adquirió los derechos en muchos territorios, incluido España. La vimos en el festival, nos enamoró. Un par de meses después, estos nos contactaron y nos ofrecieron la posibilidad de distribuirla en España. La negociación fue bastante rápida teniendo en cuenta los meses de espera iniciales, además me resulta complicado ser más agresivo en las negociaciones cuando una película me llega al corazón". En Elastica decidieron estrenarla el 16 de diciembre de 2002, contraprogramando el mayor estreno-evento del año, Avatar 2. "Qué más se puede decir, más de 85.000 espectadores y uno de los estrenos más destacados del 2022".

"El éxito de una película te puede abrir muchas puertas, ya sea por el beneficio económico que puedes invertir en nuevos proyectos o incluso por el reconocimiento de la industria internacional por el trabajo realizado. Por ejemplo el estreno de La peor persona del mundo, siendo el de España uno de los más destacados, nos ha permitido participar en mesas redondas con otros distribuidores internacionales y dialogar sobre diferentes estrategias aplicadas en cada país. Otro caso es Los hermanos Sisters, que ha sido la película de Jacques Audiard más exitosa en España hasta la fecha", repasa.

Campo de batalla: España

"El caso de España es único". Todas las distribuidoras con las que ha hablado El Confidencial coinciden con el momento da cambio -y de caos- que vive el sector español. "Últimamente hemos visto en el mercado precios de cierre que han sido superados en la primera oferta. Películas que se vendían por 200.000 euros y el primer pujador ofrecía directamente 400.000. Nos sorprenden mucho. Las ofertas acaban siendo mucho más altas", reconoce De Val. "Eso es porque España es un mercado supercompetitivo. Aún es de los pocos mercados en los que aún funcionan todas las ventanas de explotación, incluida la televisión en abierto. Eso implica que haya cada vez más distribuidores y nos estemos peleando entre todos", arguye Peña.

Tito añade: "Es que, además, hay muchas distribuidoras con un perfil similar que buscan el mismo tipo de películas, lo que hace que la competencia sea grande y los precios altos. El mercado está cambiando mucho: cosas que antes funcionaban ya no funcionan. El cine francés de carácter popular con actores de más de cincuenta ya no atrae espectadores. Ahora el público del cine independiente está buscando cosas más originales y atrevidas. Pero lo que presupones que va a ser un éxito se paga a precios muy arriesgados y el valor seguro ya no existe. Hay que estar muy atento en este momento de cambio tan excitante".

También coincide en este análisis Costa. "En España se están pagando MG (mínimos garantizados) por encima de los resultados de nuestro mercado. Sobre los gustos, debemos recordar la importancia de la industria francesa, ya sea sus comedias o como su cine de autor. De todas formas, estamos en una época de cambio, la pandemia ha provocado variaciones en los hábitos del público más adulto, dando más relevancia a un público más joven (entre 25 y 35 años). Habrá que observar detenidamente lo que ocurre los próximos dos años".

Distribuidoras que antes eran rivales empiezan a aliarse para compartir gastos y riesgos a la hora de traer a España las películas más caras. También aparecen alianzas con plataformas como Filmin. E incluso, algunas apuestan por diversificar en otros terrenos, como los del marketing y los influencer. Precisamente, YouPlanet ha querido enfocarse a ese público más joven del que todos hablan, ese público que hasta ahora se decía que ya no pisaba las salas de cine.

"Antes de la pandemia funcionaban más las historias para un público adulto. Después, la realidad es que a ese público le está costando volver a las salas", apunta Adrián Peña, de YouPlanet. "Sin embargo, La peor persona del mundo o la trilogía After son ejemplos de que si una película es relevante, está en la conversación y está dirigida a un público joven, funciona. Antes funcionaba el cine más clásico a nivel europeo. Si ahora toca temas que están en la conversación y está dirigida a un público joven y tiene muy buenas críticas, funciona. La ballena, por ejemplo, habla de segundas oportunidades y la salud mental".

"En YouPlanet hemos ido diversificando el negocio de la distribución hasta tener acuerdos con Facebook y YouTube para subir contenidos. Pero el boom lo hemos pegado en la pandemia con los influencers.Los directivos se quedaron por primera vez encerrados en su casa con sus hijos y se dieron cuenta de qué era lo que veían. Antes asumían que sus hijos veían la tele", confiesa De Val. YouPlanet tiene en plantilla a Auron Play, Biyin y Wismichu, entre otros. También prepara un festival de nuevas narrativas con el que esperan encontrar nuevas voces. "Para nosotros ir a un mercado y no comprar una película no es tan preocupante como para alguien que se dedica sólo a la distribución. Pero lo que nos queda más claro es que la sensibilidad que tienen los jóvenes es muy diferente a la que teníamos nosotros. Antes, un analfabeto era el que no sabía escribir. Un analfabeto ahora es el que no sabe expresarse en imágenes".