"El Picasso hombre no debe conducir a la censura de sus obras"

Fue el 8 de abril de 1973. Ese día, del que ahora se cumplen 50 años, Pablo Ruiz Picasso y Jacqueline Roque —su segunda esposa, que entonces tenía 47 años— se encontraban cenando con unos amigos en la villa que el pintor se había hecho construir en Mougins, cerca de Cannes, en plena Riviera francesa. De pronto, el más universal de todos los artistas del siglo XX comenzó a sentirse mal. Murió de un infarto de miocardio agudo mientras atendía a sus invitados. Tenía 91 años.

Al día siguiente de su muerte, Francia ya anunció la creación de un museo en su honor.

“Soy el mayor coleccionista del mundo de Picassos”, aseguró el genio en alguna ocasión. Y no le faltaba razón. Durante tres cuartos de siglo de frenética actividad, creó más obras que ningún otro artista en la historia. Se le atribuyen 13.500 pinturas, 100.000 grabados, 34.000 ilustraciones y dibujos, 1.200 esculturas y más de 30.000 cerámicas.

Picasso murió sin dejar testamento. Dado el volumen inmenso de su legado, la complejidad del mismo y las broncas entre los herederos, los tribunales franceses tardaron cuatro años en decidir cómo se debía repartir su herencia.

Luego vino la segunda parte: Hacienda. Los herederos del genio debían pagar impuestos a las arcas públicas francesas y, dado el gigantesco valor de la herencia de Picasso —que, además de obras de arte, incluía bienes inmobiliarios, acciones, oro, dinero en efectivo…—, la cifra a satisfacer al erario era muy elevada.

Acogiéndose a una ley francesa de 1968 que permite pagar impuestos con obras de arte (siempre que estas sean consideradas una importante contribución al patrimonio cultural), los herederos de Picasso saldaron sus cuentas con Hacienda con la dación de varias obras.

TE PUEDE INTERESAR

El primer Picasso: radiografía del artista que vivió en A Coruña antes de convertirse en genio

Lorena Bustabad. A Coruña

Dominique Bozo, experto en la obra de Picasso, se encargó de realizar la selección. Con su ojo bien entrenado, escogió lo mejor: 203 cuadros, 158 esculturas, 29 relieves, 16 collages, 88 cerámicas, cerca de 1.500 dibujos, 30 cuadernos y más de 1.600 estampas.

Suicidio de Jacqueline

En 1986, 13 años después de la muerte de Picasso, la viuda del artista, Jacqueline, se suicidó de un disparo en la cabeza. Cuentan que se quitó la vida porque no podía soportar la ausencia del gigante. De nuevo, hubo herencia que repartir, impuestos que pagar y obras que fueron donadas para hacer frente a las reclamaciones de la Hacienda francesa.

TE PUEDE INTERESAR

La absenta y Picasso, o el día en que el cubismo nació de un mal viaje

Pilar Gómez Rodríguez

Todas esas daciones constituyen el corazón del Museo Picasso de París, ubicado en el imponente Hôtel Salé, en pleno barrio Le Marais. Una colección que se ha ido enriqueciendo a lo largo del tiempo con nuevas adquisiciones.

El Museo de Picasso en París ha tenido altibajos y escándalos varios. Estuvo por ejemplo cerrado entre 2009 y 2014, sometiéndose a una intensa reforma que tardó en concluirse tres años más de lo previsto y dejó una factura el triple de alta de lo presupuestado inicialmente.

Desde 2021, la directora del Museo Picasso de París es Cécile Debray, quien antes estuvo al frente del Museo de la Orangerie. Hablamos con ella vía e-mail. De Picasso, por supuesto.

PREGUNTA. ¿Por qué es tan relevante Picasso para la historia del arte?

RESPUESTA. Pablo Picasso es uno de los artistas más importantes de la historia del arte y sin duda el artista más famoso del mundo. Su obra es plural, extremadamente rica y sigue siendo hoy una fuente inagotable de inspiración para la creación contemporánea. Muchos artistas dicen sentirse inspirados por su obra, por su visión y por las revoluciones que impuso en la pintura, el dibujo, la escultura, etc. En general, es un artista extremadamente popular, cuyo rostro y algunas de sus obras maestras son conocidos por casi todos. Encarna cierto tipo de modernidad en el arte occidental y la idea de un artista completo.

P. Picasso se asentó en Francia cuando tenía 23 años. ¿Se habría convertido en el artista admirado que todos conocemos si hubiera permanecido en España?

R. Nunca es fácil responder a las preguntas de “¿qué habría ocurrido si…?”. En el momento en que Picasso llegó a París, y en las décadas siguientes, el centro del mundo del arte estaba en París, y así siguió siendo hasta la II Guerra Mundial. Artistas, marchantes, mecenas de toda Europa y Estados Unidos se reunieron en París, y siendo parte de esa red, Picasso se convirtió en el artista que conocemos. Probablemente no habría sucedido de la misma manera en España.

P. ¿Cuál es la contribución más importante de Picasso al arte?

R. Obviamente, Pablo Picasso ha hecho una enorme contribución al arte a través de su prolífica obra, de su visión y de su reinterpretación, incluso de su superación, de cánones artísticos preexistentes. Por mi parte, admiro la urgencia en su trabajo por reinventarse constantemente, por jugar y experimentar con todo. Esa gran inventiva, que se encuentra en sus collages, ensamblajes e instalaciones realizadas con objetos cotidianos, es particularmente admirable. Podemos ver su fascinación por las formas que ve y colecciona en objetos, piedras, huesos, fragmentos, etc. Es este espíritu extremadamente ingenioso y frenético lo que, en parte, ha dado forma a su importancia en la historia del arte mundial.

"Son muchos los artistas que se han inspirado en el legado de Picasso y lo reclaman como propio"

P. Durante sus 75 años de carrera artística, produjo más obras de arte que ningún artista antes en toda la historia. ¿Qué impacto tuvo esa producción masiva en su fama? Se lo pregunto porque muchos artistas de antaño cimentaron su fama produciendo muchas obras. ¿Ocurrió lo mismo con Picasso?

R. Creo que su producción masiva es un testimonio de su energía y creatividad, pero tiene poco que ver con su fama. Hay que tener en cuenta que hace 50 años, y más aún antes en la carrera de Picasso, no era tan fácil como hoy hacer circular imágenes, por lo que la gran mayoría del público no conocía la obra de Picasso en toda su extensión.

P. Picasso solía decir: “Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban”. ¿A quién robó Picasso y el qué?

R. Yo creo que esa frase es una forma provocadora de decir que algunos artistas son tan buenos que hacen suya cualquier innovación.

P. ¿Qué artistas roban hoy a Picasso? ¿Puede darnos ejemplos del impacto de su obra en algunos creadores contemporáneos?

R. Son muchos los que se han inspirado en el legado de Picasso y lo reclaman como propio. Casi todo recuerda a su trabajo, que es lo que lo convierte en un artista e icono tan fuerte.

Cuestionar y descubrir las extensiones de su obra en la creación contemporánea es uno de los grandes ejes de la nueva programación del Museo Picasso de París. De hecho, en paralelo a nuestra colección, también exhibimos a algunos artistas contemporáneos (Obi Okigbo, Mickalene Thomas, Chéri Samba, Guillermo Kuitca), con piezas muy potentes que muestran cómo el legado de Picasso se perpetúa de varias maneras en el siglo XXI. Es una forma de abrir el museo a nuevas ideas e inspiraciones.

Actualmente, presentamos, por ejemplo, por primera vez en Francia, la obra de la comprometida artista Faith Ringgold, que se inspira en Picasso y en la potencia iconográfica del Guernica en su cuadro American People Series #20: Die, pero que también juega con la figura de Pablo Picasso y lo que encarna como gran artista de la modernidad occidental. Y antes que a ella, el pasado otoño, el museo acogió la obra de la joven artista Farah Atassi, en una exposición que recreaba el discreto diálogo que mantuvo con la obra de Picasso, especialmente el eco con el cubismo neoclásico que Picasso desarrolló en la década de 1910.

"Picasso formó parte de una red que le permitió alcanzar la fama y la fortuna que logró"

P. ¿Picasso fue un genio también del marketing? ¿Fue un maestro en el arte de saber venderse, como lo son varios de los más conocidos artistas contemporáneos?

R. Como la mayoría de los artistas, Picasso formó parte de una red que le permitió alcanzar la fama y la fortuna que logró. Tuvo mecenas que lo apoyaron, como por ejemplo Gertrude Stein —a quien por cierto el Museo de Luxemburgo de París dedicará una exposición dentro de unos meses—, marchantes de arte que compraron su producción y le permitieron seguir trabajando, artistas con los que trabajó —como George Braque— o que admiraba, como Henri Matisse, compañeros con los que convivió y que lo apoyaron en su vida cotidiana… Todo ese combinado le permitió concentrarse casi exclusivamente en su trabajo como artista y desarrollar su creatividad. Pero es cierto que también era muy consciente de su imagen pública, a menudo lo fotografiaban en su estudio, en el trabajo o en eventos públicos como inauguraciones de exposiciones, corridas de toros y, aún más famoso, el Festival de Cannes en 1956.

P. ¿Hay algo de Picasso que no sepa y que le gustaría saber?

R. Sabemos más sobre Picasso en sus últimos años, ya que era más famoso y sus marchantes y amigos publicaron varios libros. A mí me gustaría que supiéramos más detalles sobre sus primeros años en París. Entonces no era tan famoso y mucho de lo que sabemos lo contaron años después otros artistas o parejas como Fernande Olivier, ya que el propio Picasso nunca escribió sobre su vida. Cuando ha pasado tanto tiempo entre un hecho y el momento en el que se escribe sobre él, es probable que falten algunos detalles o que se cuente de manera coherente con lo que sucedió después. Como historiadores del arte, nuestra misión es volver a la fuente, a los archivos, a los documentos reales que guardamos para verificar los hechos y tratar de llegar a la versión más cercana de lo que podría haber sido.

"Picasso era un misógino, un hombre celoso y posesivo que probablemente ejercía control psicológico en sus relaciones con las mujeres"

P. ¿Cuál es el error más común respecto a Picasso?

R. Creo que un curso de historia del arte no sería suficiente para responder... Pero lo más importante me parece que es tener siempre presente el contexto de la época en que se inscribe la vida del artista.

P. En ese sentido, Picasso hoy es visto como un ejemplo de masculinidad tóxica. ¿Cuál era su relación con las mujeres?

R. Es importante recordar que Picasso nació a finales del siglo XIX y vivió en una sociedad patriarcal en la que las mujeres estaban entonces mayoritariamente confinadas al ámbito doméstico y donde cualquier voz que tuvieran era, si no inexistente, al menos inaudible. Él mismo era un misógino, un hombre celoso y posesivo que probablemente ejercía una forma de control psicológico en sus relaciones con las mujeres. Si bien no se trata de quitar responsabilidad al individuo o de atribuir su comportamiento exclusivamente a un contexto global, es necesario recordar el contexto de la época.

Personalmente, abogo por un retorno a cierto formalismo o, al menos, a una mayor atención a las formas de su obra. Frente al actual rechazo a la obra de arte y al artista por vía de su biografía, algo que estaría basado en la pura objetividad histórica, me parece importante recordar siempre que una pintura es una representación, con su dimensión proyectiva, imaginaria y mítica.

P. El propio Picasso decía que toda su obra podía clasificarse en siete estilos distintos, cada uno de los cuales correspondería a su relación con las siete mujeres de su vida: Fernande Olivier, Eva Gouel, Olga Khokhlova, Marie-Thérèse Walter, Dora Maar, Françoise Gilot y Jacqueline Roque. ¿Está de acuerdo?

R. La mayor parte de los libros dedicados a Picasso se han construido en torno a su vida amorosa; la periodización de su obra se ha basado totalmente en esto. Picasso ciertamente pintó mucho a sus compañeras y colocó en el centro de su obra figurativa la cuestión del amor, de la relación con el otro, con la muerte, con la sexualidad. Quiso dotar a su obra de una dimensión mítica y formar parte de una historia universal del arte. Es por eso que rara vez tituló sus pinturas. Posteriormente se añadieron títulos basados en la identificación de modelos, ya sea por parte de marchantes, comisarios de museos o historiadores cuya proyección de contenido fantástico sobre el pintor debe ser cuestionada.

No se trata de caer en la hagiografía, sino de revivir la complejidad y el cuestionamiento, sin negar lo que pueda resultar perturbador. Esto es lo que estamos tratando de hacer en el Museo Picasso de París: acoger el debate, crear espacios para la reflexión y el intercambio. Así lo estamos haciendo por ejemplo con el seminario Picasso hoy que hemos puesto en marcha este año, dirigido a los equipos del museo, actores del mundo del arte y al público, especialmente a los visitantes jóvenes, ya que a este seminario están invitados estudiantes de historia del arte y ciencias sociales.

"En ocasiones, los jóvenes solo se acercan a Picasso a través del prisma biográfico"

P. ¿Cómo se pueden aproximar hoy los jóvenes a la obra de Picasso?

R. Como museo nacional que somos, naturalmente abordamos las preocupaciones y preguntas de la generación más joven que no mira o ya no mira la obra de Pablo Picasso de la misma manera que nosotros la mirábamos, incluso hace solo cinco o 10 años. Cuestionar al hombre no debe conducir a la censura de sus obras, obras que tienen una fuerza e importancia innegables en la historia del arte. Muy al contrario, su obra debe hacerse visible al mayor número de personas, y más aún a los jóvenes visitantes que, en ocasiones, solo se acercan a Picasso a través del prisma biográfico. Además, como institución pública que posee la colección de Picassos más grande del mundo, nuestro papel es asegurar que el público tenga acceso a ella y la aprecie por lo que es.

Pero también es nuestra responsabilidad brindar todo el contexto necesario para una adecuada comprensión y valoración de su obra, y seguir siendo un lugar de debate en el que el público, los artistas y los pensadores puedan confrontar sus visiones e interpretaciones a la luz de hechos objetivos y de información contrastada.

P. Se cumplen ahora 50 años de la muerte de Picasso. ¿Cómo cree que será visto Picasso transcurridos otros 50 años?

R. La historia del arte es una materia viva que evoluciona con los tiempos, por lo que es difícil hacer afirmaciones. Pero en mi opinión, Picasso seguirá siendo considerado uno de los grandes artistas del siglo XX.