Es noticia
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?
  1. Cultura
MALA FAMA

¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?

Ser normal supone pasar desapercibido, estar en ese sitio donde nadie sabe lo feliz que eres, ni siquiera (y esto es lo importante) tú mismo

Foto: Un grupo de personas 'normales', en una parada de autobús. (EFE/Alberto Valdes)
Un grupo de personas 'normales', en una parada de autobús. (EFE/Alberto Valdes)

El dúo humorístico Pantomima Full publica regularmente en sus redes sociales vídeos satíricos sobre gente que se cree especial. Se creen sin duda especiales los modernos y los columnistas, y cualquiera que trabaje en el sector cultural, y cualquiera que cuide devotamente de su cuerpo, y todos los que se quejan muchísimo y todos los que se exceden con la juerga a última hora de la noche o con el trabajo a primera hora de la mañana. Diríamos que Pantomima Full certifica la distinción de diversos grupos de personas dedicándoles precisamente un vídeo satírico que no merecen todos aquellos que son totalmente incapaces de diferenciarse de la masa. Sin embargo, la semana pasada probaron a hacer ese vídeo tan difícil: el vídeo de la gente normal. Les salió muy bien.

En el sketch, de apenas un minuto de duración, un hombre y una mujer de treinta y pico años pasean por un barrio que carece de lujos, pero también de horrores, y cuentan a cámara, vestidos con chándal y sudadera, todo lo que tienen. Tienen una casa, tienen vacaciones, tienen el proyecto de ser padres y se tienen el uno al otro. No poseen, por tanto -se nos da a entender-, nada valioso.

Una de las cosas que tengo más ganas de explicar a mis hijos es que ser normal constituye uno de los principales logros de la vida

No en vano el vídeo se titula Conformista. Pantomima Full busca hacernos reír con la irritante pasividad de toda esa gente que lo único que quiere es cruzar cuanto antes las metas olímpicas de la vida, para quedarse muy quieta, sin medalla ni diploma, pero consiguiendo al fin dejar de correr. Para ello, estas personas sitúan hábilmente la meta lo más cerca posible del pistoletazo de salida.

El vídeo es fantástico y nos hace gracia porque reduce las penas y agonías de la vida a sentarse a esperar propiedades y progenie, como si estas llegaran por sí solas y mansamente. Es, en ese sentido, un vídeo catártico, pues teniendo sus espectadores que pagar alquiler o hipoteca, educar niños que rompen cosas, ir y volver del trabajo para mantener todo lo anterior y pagarse además las vacaciones, Conformista les dice: “Bah, está chupado, me sale solo”.

placeholder Portada de '¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?', el libro de memorias de Jeanette Winterson.
Portada de '¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?', el libro de memorias de Jeanette Winterson.

Hace décadas que ser gente normal está muy mal visto. Se entiende que la gente normal es, primero, mayoría, y después, aburridísima. Sin embargo, una de las cosas que tengo más ganas de explicarles a mis hijos es que ser normal constituye uno de los principales logros de la vida. Ser normal cuesta muchísimo esfuerzo.

Precisamente porque tantas personas hacen todo el ruido posible para que comprendamos lo especiales que son (¡mira mis tatuajes!, ¡mira mi poliamor!, ¡mira mi viaje a Armenia!), ha cuajado la idea de que ser normal es lo opuesto a ser feliz. Ser feliz es ser distinto, vegano, fluido, trans, único, protagonista; nunca normal. Jeanette Winterson tituló su libro de memorias ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, frase que le había dicho su propia madre. Winterson pensaba que la felicidad se reducía a la libre expresión de su homosexualidad, que su entorno social no propiciaba; mientras, a la madre le preocupaba todo lo demás, a sabiendas de que, seas gay o no, habrá facturas que pagar, enfermedades que sufrir y amigos que perder. La frase de esta madre siempre me ha parecido una genialidad.

Deseo de ser normal

Aunque la autora parece burlarse de la ocurrencia de su madre, lo cierto es que esas palabras vienen a descubrirnos que hay un triunfo muy por encima de la felicidad que es la normalidad. En realidad, esta señora le decía a su hija que fuera más ambiciosa, puesto que ser feliz es el objetivo juvenil de la vida, mientras que ser normal es el objetivo adulto. La felicidad se relaciona en régimen de monopolio con ser uno mismo, pero para ser uno mismo necesitas que todos los demás reconozcan lo especial que eres y, por tanto, te elijan feliz. Ser normal supone pasar desapercibido, estar en ese sitio donde nadie sabe lo feliz que eres, ni siquiera (y esto es lo importante) tú mismo.

Foto: Foto: iStock

Jordi Évole entrevistó muy convenientemente para este debate al actor Juan José Ballesta, ganador de un Goya con solo doce años. Entonces era feliz, debemos deducir. Hacía películas, era famoso, ganaba dinero y salía en portadas de revistas, siempre pletórico. Le pasaba todo lo que quiere la gente que le pase cuando desea ser feliz. No había nada más alejado de lo normal que la vida de El Bola, después de interpretar a El Bola.

En la entrevista, el actor habla de su abandono del mundo del cine, y de su deseo de ser normal. Ballesta, según nos cuenta, tuvo que esforzarse mucho más para ser normal que para ser feliz, dado que esa felicidad le llegó después de acudir a un simple casting, mientras que la normalidad le ha llegado después de años de disciplina y sacrificio. Ser uno más no fue tan fácil como ganar un Goya.

placeholder Juan José Ballesta, en 'Masterchef Celebrity'. (TVE)
Juan José Ballesta, en 'Masterchef Celebrity'. (TVE)

Pantomima Full presentó su vídeo en Twitter con el irónico lema: “La vida está para no vivirla”, y, desde luego, Juan José Ballesta vivió su vida como nadie mientras fue actor, acumulando experiencias inalcanzables para la mayoría de la gente, no digamos para un chaval de Parla. Pero al final comprendió que la vida no se vive, sino que se tiene.

Tener una vida es tener casa propia, alguien que “te aguante”, trabajo e hijos. Si la mayoría de la gente es normal no se debe a que haya elegido la normalidad frente a la aventura, el sueño del éxito o un gran abanico de experiencias exclusivas, sino a que lo más probable que puede sucederte si no consigues ser normal es que te quedes solo y en la miseria, esperando la muerte.

El dúo humorístico Pantomima Full publica regularmente en sus redes sociales vídeos satíricos sobre gente que se cree especial. Se creen sin duda especiales los modernos y los columnistas, y cualquiera que trabaje en el sector cultural, y cualquiera que cuide devotamente de su cuerpo, y todos los que se quejan muchísimo y todos los que se exceden con la juerga a última hora de la noche o con el trabajo a primera hora de la mañana. Diríamos que Pantomima Full certifica la distinción de diversos grupos de personas dedicándoles precisamente un vídeo satírico que no merecen todos aquellos que son totalmente incapaces de diferenciarse de la masa. Sin embargo, la semana pasada probaron a hacer ese vídeo tan difícil: el vídeo de la gente normal. Les salió muy bien.

Salud mental
El redactor recomienda