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La casa de Marie Kondo está desordenada (y esto le afecta a usted aunque aún no lo sepa)
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Anarquía doméstica

La casa de Marie Kondo está desordenada (y esto le afecta a usted aunque aún no lo sepa)

La gurú mundial del orden doméstico tiene un problema: sus hijos desordenan más rápido de lo que ella logra ordenar. Toca solidarizarse con ella y arrimar el hombro

Foto: Marie Kondo, caos o civilización. (Reuters/Lucas Jackson)
Marie Kondo, caos o civilización. (Reuters/Lucas Jackson)

El mundo no levanta cabeza. Primero, el covid. Luego: la guerra de Ucrania. Ahora: Marie Kondo renuncia a tener su casa ordenada. ¿Podemos caer más bajo como sociedad?

Sí, amigos, la gurú mundial del orden doméstico, la mujer que nos enseñó a transformar nuestro hogar en un "refugio de calma", la visionaria que entró en tu casa, miró un armario que tú creías ordenado y exclamó "¿ESTÁS DE COÑA, TRONCO?", está en crisis. La prensa mundial titula conmocionada: "Marie Kondo admite tener la casa desordenada: 'Me di por vencida". "Marie Kondo se rinde y admite que la limpieza y el orden pasan a segundo plano". ¿Qué está pasando?

Los nuevos Pistols

Quizá se estén ustedes imaginando cosas locas: como que Marie Kondo se dedica ahora a fumar porros y jugar a la Play y en su fregadero hay una montaña de platos sucios que llega al techo, o que vive en un piso de estudiantes donde Colada es un nombre de gato, las paredes blancas están más negras que los confines del universo y para atravesar el salón —atiborrado de cajas de pizza y latas de cerveza— hace falta el machete de Sandokán.

Que Marie Kondo tire la toalla podría generar un terrible efecto secundario: que millones de personas hagan lo mismo. Casas convertidas en tremendos lodazales, Fairy y Ariel en suspensión de pagos, etc, etc, etc.

Foto: Marie Kondo alcanzó el éxito con sus libros sobre el arte de organizar

Por tanto, es importante aclarar qué le pasa a Kondo: ha tenido (tres) hijos que desordenan más rápido de lo que ella ordena, le es imposible mantener el rigor de antaño y sus prioridades han cambiado. "Mi casa está desordenada, pero la forma en que paso mi tiempo es la correcta para mí en este momento y en esta etapa de mi vida", confesó al Washington Post. También ha dicho: "Me he dado por vencida, pero en el buen sentido. Ahora me doy cuenta de que lo más importante para mí es disfrutar el tiempo con mis hijos en casa".

Lo que le ha ocurrido a Marie Kondo es que ha descubierto la verdad revelada de la vida adulta: tener hijos es un descontrol similar a meter a los Sex Pistols en casa. A Marie Kondo le aterroriza la posibilidad de entrar en su domicilio y encontrar a sus hijos a) pintando las paredes con dibujos absurdos (e indelebles), b) corriendo desnudos por el pasillo con un pañal (con caca) en la cabeza y c) abriendo todos los grifos mientras un tsunami amenaza con acabar con todo.

"Me he dado por vencida"

Marie Kondo está, en definitiva, en ese momento de una vida en el que quieres mucho a tus hijos… pero tampoco te importaría mandarles a un internado en Burundi e ir a verles los fines de semana (o en verano, si tal).

Bien pensado, podría reinterpretarse toda su obra en esta clave. Frases célebres de Marie Kondo que adquieren ahora un nuevo significado:

1) "Soltar cosas es aún más importante que añadirlas". Marie Kondo quiere decir que antes de tener otro hijo, mete a toda su prole en un correccional en Arkansas.

Foto: Pía Nieto no solo ordena sino que también organiza: si es necesario, forma a los empleados del hogar.

2) "La limpieza es el acto de enfrentarse a sí mismo". Marie Kondo quiere decir que o su marido y sus hijos empiezan a tomarse las tareas domésticas en serio, o va a haber hostias para todos.

3) "Cuando nos rodeamos solamente de las cosas que nos producen felicidad y amamos, podemos transformar nuestro hogar en un espacio lleno de objetos preciosos". Marie Kondo quiere decir que va a meter fuego al 99% de los juguetes de sus hijos.

4) "En Japón decimos que las palabras hacen nuestra realidad". Marie Kondo quiere decir que cuando entra en casa, ve todo hecho un caos y grita ¡ESTOY HASTA EL COÑO!, es mejor echarse a temblar.

¿Quién no ha sufrido alguna vez un colapso mientras sus hijos convertían su hogar en la nueva Babilonia, eh, quién? En estos momentos difíciles para la maestra que nos enseñó que meter los calcetines desparejados en un cajón es un síntoma de indigencia mental y caos civilizatorio, toca solidarizarse con la autora del libro que nueve de cada diez terrícolas tiene en su mesilla de noche. Si usted ayuda a ordenar su casa DESDE YA, Marie Kondo estará contenta.

La revolución empieza en la cocina, y Marie Kondo va a liarse a tiros en cualquier momento.

Sé fuerte, Marie Kondo, sé fuerte.

El mundo no levanta cabeza. Primero, el covid. Luego: la guerra de Ucrania. Ahora: Marie Kondo renuncia a tener su casa ordenada. ¿Podemos caer más bajo como sociedad?

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